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Tsitsipas y la belleza que duele: «Creo que me golpeó el karma»

Stefanos Tsitsipas en al última Laver Cup / ACTION PRESS Glv Pres
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MELBOURNE – La búsqueda de la belleza puede llevar a la tragedia, ejemplos de eso hay de sobra en la historia, la literatura, el cine o la música. También el tenis, donde nadie encarna mejor la belleza trágica que el griego Stefanos Tsitsipas: jugar bello ya no sirve, descubrió este lunes tras ser eliminado en la primera ronda del Abierto de Australia.

«Tengo la sensación de que la potencia es la que domina hoy», dijo el griego de 26 años, que en 2021 llegó a ser el número tres del ranking mundial y hoy se ubica en la posición duodécima.

El problema de Tsitsipas, sin embargo, no es de ranking: es de actitud. Seis o siete temporadas atrás su aparición con fuerza en el circuito le daba al tenis un jugador diferente, de talento, carisma y cierta profundidad no habitual, porque sus ruedas de prensa y sus publicaciones en redes sociales planteaban preguntas que iban más allá del tenis y del deporte.

Quién soy, quiénes somos, para qué estamos aquí, qué importancia tiene lo que hacemos, qué sentido hay en la vida, cuán importante es la belleza… Si se examinan las declaraciones de Tsitsipas en todos estos años, a sus reflexiones le sobran interés.

Pero Tsitsipas es un tenista, no un filósofo, y al tenista no le está yendo bien en el inicio de 2025. De eso se aprovechó el estadounidense Alex Michelsen, de 20 años y número 42 del ranking mundial, para derrotarlo 7-5, 6-3, 2-6 y 6-4.

Tras la derrota, Tsitsipas encadenó una serie de reflexiones con un eje claro: el tenis de hoy no le gusta, y el tenis que él juega no es suficiente en el tenis de hoy.

«Cuando llegué en 2018, el juego era muy diferente a lo que es ahora. No era tan físico. He tenido victorias sobre Novak (Djokovic) y sentí que jugué bien y no tuve que llegar a la versión más extrema de mí mismo en ese partido en particular. Lo recuerdo con bastante cariño e intensidad. El juego se ha vuelto más físico. Creo que los márgenes se han reducido, lo que significa que no se consiguen tantos puntos gratis».

Con el rostro serio, el finalista de Roland Garros 2021 y Australia 2023 desgranó sus teorías acerca de porqué hoy le es más difícil ganar que antes, aunque juegue mejor que a los 20 años.

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«Creo que la innovación (tecnológica) ha permitido a los jugadores sacar aún mejor que antes. Definitivamente pondría énfasis en eso. Cuando jugaba hace años, sentía que en general el juego era menos potente, y seguía siendo físico, pero no era tanto como ahora. Así que siento que la potencia se ha impuesto, lo que significa que ahora todo el mundo puede pegar fuerte. Así que tienes que ser preciso y combinar las dos cosas para ser el mejor jugador».

interview Stefanos Tsitsipas
Stefanos Tsitsipas// ALEXANDER SCHEUBER @alexanderscheuber

El paso del tiempo le pasó factura, admite el campeón del Masters de cierre de la temporada 2019.

«Sí, por supuesto que tenía una mente más fresca en aquel entonces y parecía que tenía más hambre de una manera completamente diferente a como la tengo ahora. Puedo decir que una de las cosas que más destacaba entonces es que tenía hambre de intentar hacer del tenis mi vida y de intentar tener un buen comienzo en mi carrera tenística, en mi trayectoria tenística. Era muy diferente a lo que es ahora».

¿Un Tsitsipas aburguesado? El griego da a entender que sí.

«He estado bastante bien establecido en el último par de años, he visto el juego y he visto todo tipo de variaciones de juego alrededor del circuito, he hecho la gira una y otra vez, el mismo círculo de torneos y eventos, y he experimentado lo que es sentir que había una energía diferente, una dinámica diferente en ese entonces. En realidad diría que soy un mejor jugador ahora de lo que era en ese entonces, así que a pesar de que estoy perdiendo ahora y no estoy en mi mejor momento, todavía siento que soy mucho mejor como jugador que entonces, cuando sentía que mis tiros no eran tan pesados en términos de topspin. Jugaba mucho más plano, y siento que ahora eso no funciona tan eficazmente como entonces».

Una de las turbulencias mayores para el tenis de Tsitsipas es la relación con su padre, Apostolos, que lo entrena desde siempre y con el que mantiene una relación explosiva. Son incontables las situaciones en las que el griego mandó callar a su padre en medio de un partido. En agosto de 2024 anunció que Apostolos ya no lo entrenaría, este lunes, en Melbourne, esa función la cumplió el capitán del equipo griego de Copa Davis, Dimitris Chatzinikolau.

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Antes de comenzar el torneo, Tsitsipas habló con el «Daily Express» acerca de su padre.

«Ha sido un entrenador excepcional; sólo puedo estarle agradecido por lo que hizo. Es una gran persona; lo sacrificó todo durante una década y durante toda su vida, soportando siempre mucho estrés. Viniendo de un país pequeño como Grecia, sin tradición tenística, estoy orgulloso de cómo me llevó a la cima y de cómo resolvimos los momentos cruciales. Esos momentos me formaron como jugador; fueron los años en los que mostré mi verdadero potencial. Sigo pensando que es uno de los mejores entrenadores del mundo. Tenemos una gran relación, pero ahora sólo necesito seguir por mi cuenta para madurar como adulto. Más allá de eso, sigue siendo una persona fundamental para mí, tanto en lo profesional como en lo personal, se lo debo todo».

Más allá de la final de 2023 que perdió con Novak Djokovic, Tsitsipas fue otras tres veces semifinalista en Australia. Tenía grandes expectativas, incluso se retiró del torneo de dobles para concentrarse en el de individuales, pero la realidad le dio un cachetazo.

«Es bastante irónico. Mi objetivo era llegar lejos en el Abierto de Australia y lo primero que tuve que plantearme fue no jugar el dobles. Creo que el karma me golpeó. Todo mi propósito era ahorrar energía y estar más fresco para llegar lejos en el torneo».

Hombre sensible y que aprecia la belleza, Tsitsipas tiene a alguien que lo entiende muy bien: su novia, la española Paula Badosa, número 12 del ranking mundial.

A Badosa le pasa algo parecido con el tenis: aspira a tanto que a veces se encuentra con una bofetada.

«Lo quiero y lo sueño tanto que, a veces, me impide desplegar mi juego», admite Badosa, que este domingo sí logró superar la primera ronda. La frase la podría haber firmado, tranquilamente, el propio Tsitsipas.

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