PUNTA CANA, República Dominicana – Aleksandar Kovacevic sabe cuál es la mejor forma de gozar un triunfo en el Caribe: «No tuve tiempo de ir a la playa, pero ahora iré allí a disfrutar, celebraré con muchas piñas coladas frente al mar».
Los cocktails con ron dominicano, jugo de piña natural y crema de coco los tiene bien merecidos el estadounidense, que ganó el torneo más importante de su carrera en la Copa Cap Cana. «Seré el más feliz del mundo tomándome un trago en el Caribe después de haber ganado un título», dijo a CLAY luego de vencer a Damir Dzumhur por 6-2 y 6-3 en la final de la primera edición del Challenger 175 de República Dominicana.
Kovasevic desplegó un tenis limpio y de pocos errores para quedarse con el que es, hasta ahora, su triunfo más significativo. Lo hizo en condiciones «muy difíciles»: el partido decisivo comenzó a la una de la tarde, con un sol que quemaba y casi 30 grados de calor que parecían muchos más. «Toda la semana las condiciones fueron duras. Contra (Daniel) Altmaier en cuartos de final pensé que me iba a tener que retirar. Sufrí calambres de los que por suerte me pude recuperar», dijo.
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«El sentimiento es increíble. Además que no me esperaba que fuese a haber tanto público, y resultó que el estadio estuvo lleno. Fue increíble», afirmó al tenista de 26 años.
«Siempre me gusta jugar en lugares playeros, por eso me anoté en este torneo», dijo el estadounidense, quien pudo haber optado por jugar de local el Challenger 175 de Phoenix justo en la misma semana.
Las playas con palmeras le traen felicidad al campeón del torneo dominicano (fue el sexto título ATP Challenger de su carrera), aunque nada se compara a lo que siente cuando está en una montaña nevada.
De no haber sido tenista, a Aleksandar Kovacevic le habría gustado dedicarse al snowboard, otra de sus grandes pasiones.
«Lo que más me gusta en la vida es estar en una montaña nevada, Si no es con una tabla de snowboard, amo estar relajado, haciendo cualquier cosa», confesó a CLAY antes de su debut en Cap Cana.
Lástima para él, que algunas de las marcas que le dan dinero no le permiten practicar demasiados deportes de riesgo: «No puedo hacerlo realmente. Probablemente, en algunos de mis contratos se sugiera que no lo haga por el riesgo de lesiones o algo así. Pero soy bastante cuidadoso cuando estoy en la montaña. Han pasado 3-4 años desde la última vez que lo hice y lo extraño. Ojalá encuentre tiempo esta temporada para volver a hacerlo.»
«Es un escape de mi mundo real. Es necesario despejar la mente, hacer otras cosas. El tenis no lo es todo», dijo el norteamericano de padres serbios.
El campeón en República Dominicana tendrá unos días libres antes de su debut en el Masters 1000 de Miami para recuperarse. Lo podrá hacer sobre la arena blanca y bajo las palmeras. Y bebiendo cocktails,, mientras fantasea con la sensación que por ahora no tendrá, como la de bajar una montaña montado en una tabla, a varios kilómetros por hora con un viento frío pegándole en la cara.
