El escenario que enfrenta el tenis masculino en el ocaso de 2022 es tan inusual como la temporada misma: el número uno será un adolescente que podrá ser testigo de su logro desde el sillón de su casa, o un veterano que estuvo al borde del retiro.
Aunque también puede llegar a darse el inédito caso de que lo sea un tenista que no disputó ninguna final de Grand Slam en el año.
Está claro: 2022 es único.
El Torneo de Maestros, o ATP World Tour Finals llega lleno de condimentos especiales y de una u otra forma, acabará con novedad.
“Dinero raqueta patatas, lo tengo todo jaja”, escribía Carlos Alcaraz a los 11 años, en su cuenta de Instagram @charly_tenista03 que usó hasta 2015. En la foto, su Babolat de la época, una moneda de 50 centavos de euro y un par de bolsas de snacks.
Hoy, súmenle un Grand Slam y un par de Masters 1000. También en su bolsillo hay unos cuántos euros más que los que lucía en su niñez, que alcanzan para comprar todas las patatas que desee. Y también ya cuenta que es el número uno más joven de la historia.
Pero si de ránkings se trata, acabar el año en la cima es muchísimo más importante que sólo haberlo probado por cierta cantidad de semanas. No dependerá de él, ya que un desgarro abdominal le impide jugar. De esta manera, desde su casa en Murcia estará hinchando por Novak Djokovic, favorito en Turín, o cualquier otro que no amenace su reinado.
Las apuestas acompañan al campeón del US Open. Los otros dos aspirantes al uno, la tienen complicada.
Rafael Nadal ya terminó cinco veces el año como uno del mundo, y hoy declara que ya no lucha por ese sitial, si no que para ser competitivo en los eventos que juegue: “Hace tiempo que luchaba para ser el uno y ya lo logre”. Para cerrar la temporada en lo más alto, debe ganar el título o bien llegar a la final sin derrotas en el round robin y no perderla contra Stefanos Tsitsipas.
Luego de ser padre y de aprovechar el tiempo junto a su familia, el español llega a Italia con poco ritmo a un torneo que nunca ha ganado y que presenta condiciones deportivas que no le son sus favoritas: “Necesito más días en el tour, más prácticas. Por eso el plan es llegar con tiempo y disfrutar la oportunidad de jugar otro Torneo de Maestros”.
Fue el primero en llegar a Turín para rematar una temporada muy nadaliana en la que se comió la mitad de la torta al haber ganado la mitad de los Grand Slams, y también tuvo que vivir con la crudeza de sus males en el pie izquierdo que casi lo retiran antes que a Roger Federer.
Dice que ser el uno no le importa, pero ¿Se lo imaginan en una semifinal contra Djokovic con ese premio en caso de ganar? Motivación extra que nunca sobra.
En el Grupo Verde tendrá a Casper Ruud que hace poco le estaba pidiendo por redes sociales la revancha de la paliza en la final de Roland Garros, a modo de promocionar la gira de exhibiciones que brindarán por Latinoamérica a fin de mes; a Félix Aliassime que es asesorado por Toni Nadal quien no le dará consejos al canadiense para que este use en contra de su sobrino; y a Taylor Fritz, que entró gracias a la baja de Alcaraz.
