El ecosistema «un tanto clásico» del tenis hace pensar a Jaume Munar. Él quiere ver raquetas partidas sin ningún castigo y que hayan conflictos entre jugadores por el bien del marketing de su deporte. En esta entrevista, el español deja claro que hay que expandir esos límites que datan de tiempos demasiado antiguos.
«El tenis se ha quedado obsoleto», dijo a CLAY el tenista de 27 años en una entrevista que tuvo lugar en Córdoba durante la última edición del Córdoba Open como torneo 250.
Nació a 30 kilómetros de lo que luego sería la Rafa Nadal Academy, donde desarrolló su tenis desde la adolescencia apadrinado por el ganador de 22 Grand Slams. En 2023, dejó la academia buscando nuevos cambios.
Entrevista con Jaume Munar
– Ser tenista, ser mallorquín y no llamarse Rafael Nadal puede significar tantas cosas…
– Lo llevo bien. Estoy muy orgulloso de donde soy, de haber compartido tiempo tenístico con gente como Rafa, como Carlos (Moyá). Estoy encantado de defender la tierra mallorquina siempre, creo que el clima nos hace ser especiales, el estilo de vida, la tranquilidad, creo que en cualquier ámbito deportivo eso te lleva al éxito. Soy parte de ese camino. Detrás del mío ha habido muchos nombres relevantes, estoy seguro que en el futuro parecerán más.
– ¿Qué significa Nadal para usted?
– Tengo una muy buena relación con Rafa y la he tenido siempre, así que espero que siga siendo así por muchos años. Hoy es una relación más madura, de un poco más de amigos y de compañeros que lo que era antes, que era como un mentor. Él me intentó ayudar en todo. Nuestra relación dio un paso más y me pone muy contento poder contar con ello. A nivel tenístico ha sido muy provechoso por la cantidad de información que he recibido, y por la posibilidad de verlo en si día a día. Yo lo aprecio mucho más allá del tenista que es.
– ¿Es posible verlo campeón en Roland Garros?
– Rafa ha pasado y sigue pasando por un proceso complicado, pero supo poner a la gira de tierra y París como su objetivo. Si su cuerpo lo permite, tenísticamente estará al nivel para competir con los mejores.
– Cuando tienes 25 años y aparece un chico como Carlos Alcaraz que a los 19 gana dos Grand Slams. ¿Qué siente usted?
– Para mí es fantástico. Yo creo que cada uno hace su propio camino. Yo era un muy buen junior, luego no progresé tan rápido hasta los 20, después de repente me puse top 100, he disfrutado de estar seis años en el circuito, este es mi séptimo, y aquí cada uno lleva su proceso. Podríamos hablar desde la envidia, desde el punto de vista de quien ve que alguien más joven le pisa los talones, pero para mí Carlos Alcaraz es una joya para nuestro tenis, para nuestro país. Él ha demostrado ser como Rafa, una persona con mucho éxito. Creo que es algo primordial. Así lo vivimos como tenistas españoles y contar con ello lo único que hace es satisfacernos a todos. Carlos está en otra dimensión tenística. Yo compito para otros retos, él compite para ser el mejor del mundo a partir de ahora por cada año. Sólo le deseo lo mejor. Disfruto de tenerlo en el circuito porque es un chico increíble.
– ¿Le interesa la política del circuito? A pesar de que no forma parte del ATP Players Council ni de la PTPA, ¿Se involucra en los procesos, en las ideas, en las tomas de decisiones?
– A día de hoy no he estado en ninguna. No te diré que soy un defensor del Council y que me parece mal la PTPA, pero sí que es verdad cierto que siempre he creido que las cosas se pueden mejorar desde dentro, siempre es mejor así. No sé la historia exacta de la ATP, pero sé que el proceso ha sido lento y largo. La ATP hace muchísimos años va haciendo progresión, pero como cualquier tema burocrático y político lleva su tiempo. Desde que yo soy profesional se han hecho muchos progresos. ¿No todos los que los jugadores queríamos? Seguramente, pero es como cualquier empresa. La ATP no deja de ser una empresa privada y el ir mejorando los beneficios de los jugadores lleva su tiempo. Creo que la PTPA hace una buena función, porque al final hace fuerza desde afuera, pero también creo que donde se tienen que cambiar las cosas realmente es desde el Council y desde adentro, porque es quien tiene la fuerza para decidir.
– ¿Le parece que Alexander Zverev es un buen representante en estos minutos dado el proceso judicial que tiene pendiente?
– Si te digo la verdad, me hicieron esta misma pregunta en Australia y yo no tenía idea de lo de Zverev. Después me informé de la situación en la que está. En el Council cada uno vota por su rango de ranking. Yo nunca supe que Zverev estaba de candidato. Yo mantengo relación directa con Bernabé Zapata, que estuvo el año pasado, y con Pedro Martínez que sigue, con ellos trato día a día. La verdad es que si los jugadores de su ranking lo han votado, por algo será. Él creo que ha hecho unas declaraciones donde dijo que si él está ahí ha sido porque los jugadores se lo han pedido, así será. Yo personalmente no lo he votado. No me he puedo a descifrar si es bueno o no para el tenis. Pero creo que son cosas separadas, cuando se trata de defender a un grupo de jugadores, pues no soy quien para valorar si lo hace bien o no. Yo no sé su papel en el Council, fallo mío, porque deberíamos estar al tanto de eso. Está en una situación peliaguda, pero también es que no hay una sentencia firme en nada, por lo cual yo no puedo entrar a valorar si es mejor representante o no si hace su trabajo.
–Taylor Fritz comentó alguna vez que era muy interesante cuando entre 2 jugadores existía algún conflicto, porque eso atraía mucho más interés en sus partidos. ¿Concuerda? Es imposible no recordar su encontrón con Thanasi Kokkinakis en Madrid hace un año.
– Mi opinión: venimos de un ecosistema un tanto clásico. A mí no me gusta. Eso es la base de todo. Creo que las cosas tienen que ir progresando y mejorando por su propio bien. Creo que el tenis está dando pasos, pero se ha quedado un poco obsoleto según algunas reglas. ¿Hasta donde están los límites? Es algo que se debería debatir y no se habla lo suficiente.
– El debate sobre romper raquetas…
– Creo que entre una falta de respeto y romper una raqueta para mí hay muchos pasos en medio, y hoy en día ambos se penalizan igual, con un warning. Romper una raqueta a nivel material, bueno, no. Tampoco se ve muy bien ¿A nivel marketing, a nivel deportivo? Es una realidad, sí. ¿Por qué si rompo una raqueta en un entrenamiento no pasa nada? Y a lo mejor justo alguien lo filmó y lo acaba viendo muchísima gente en redes. Pero si lo hago en una pista central me ponen una multa, me sancionan, incluso me quitan un punto. Si se permitió el coaching, creo que una rotura de raqueta sin consecuencias debería estar libre de pena. ¿Conflictos entre jugadores? Mientras no pase una barrera de insultos o ataques, para mí no hay ningún problema en ello. Perdemos el foco cuando hay malas palabras, en según qué discusiones con el árbitro, para mí eso debe ser penalizado, porque no creo que debemos tener una política de todo vale. Sí creo que los límites se han quedado muy atrás, en años muy clásicos. Es exageradamente tradicional. A día de hoy se deben hacer pasos hacia adelante.
Munar: "No me vuelvas a decir que me calle”
Kokkinakis: "¿O qué?"pic.twitter.com/2eQQekR51T
— Set Tenis (@settenisok) April 26, 2023
– ¿Siente que Kokkinakis le faltó el respeto?
– Naah. Son transes del partido. De hecho he seguido coincidiendo con él. Te voy a ser sincero: no es ni mi mejor amigo ni me importa un bledo lo que haga Kokkinakis, porque tengo otra gente con la que estoy. Pero no creo que pasara una línea donde hubiera un insulto o una falta de respeto por su parte. Creo que hay muchos otros jugadores que han tenido muchas más faltas de respeto que él.
– ¿Cómo controla las emociones en momentos de tristeza, y soledad en los viajes?
– Creo que ha sido un proceso muy largo, tengo 27 años y lo he llevado muy mal por muchos años, en pista y fuera de ella. He tenido momentos de bajón, he luchado con mis propios demonios miles de veces como hace todo el mundo, he probado distintos psicólogos, entrenadores… todo el mundo creo que ha aportado su grano de arena en ese proceso, pero al final donde más se aprende es en la formación personal. Esos aportes de cada uno han llevado a que mi madurez haya avanzado. Ya lo veo con otros ojos, relativizo un poco todo y le doy importancia a lo que de verdad lo merece. En mi caso he probado muchas cosas, sigo trabajando con una chica que me ayuda con temas de meditación y relajación, pero aparte de todos esos avances, lo más importante es el autoconocimiento, la autogestión, y apoyarse en el núcleo fuerte de uno que lo considero primordial: mi familia, mi chica, los amigos que cuento con los dedos de las manos. Ahí yo recupero mi esencia cuando estoy en un mal momento.