MELBOURNE – En un deporte tan internacional como el tenis, que un jugador entre al top 100 sin haber salido de su país es una situación atípica.
Sólo le puede pasar a quien haya nacido en una de las potencias del deporte, claramente, pero aun así, el dato no deja de llamar la atención.
El estadounidense Ben Shelton (20) estrenó pasaporte por primera vez este mes. Aterrizó en Oceanía para jugar el Abierto de Australia y sus torneos preparativos. “Ha sido genial mi primera experiencia afuera de Estados Unidos. ¡Nunca había experimentado el verdadero jet-lag!”.
“No era un gran tenista cuando chico, no ganaba todos los torneos nacionales, así que mi padre me decía que no era necesario salir al extranjero”, comenta Ben Shelton.
Ya tenía una invitación asegurada en Melbourne gracias al acuerdo de reciprocidad entre las federaciones de Australia y Estados Unidos, pero él no quería ver el “WC” al lado de su nombre. A fin de año ganó tres Challengers seguidos en su país y se aseguró la entrada al top 100. Ya había jugado en Cincinnatti (donde ganó a Casper Ruud y a Sonego, y apareció en el radar) y en el US Open.
El zurdo está en tercera ronda del Abierto de Australia. Este jueves le ganó en sets corridos al chileno Nicolás Jarry, y durante el partido pareció utilizar el recurso de celebrar en el idioma del rival para meterse en su cabeza y sacarlo del partido gritando “¡VAMOS!” cada vez que ganaba puntos importantes. Pero nada tenía que ver con eso. Algunos de sus mejores amigos en la Universidad de Florida hablan español, y la celebración en español ha sido su amuleto
“Lo he venido diciendo desde hace dos años, así que nada tenía que ver con mi rival. Es mi palabra preferida para celebrar”, cuenta Ben Shelton, quien fue llamado por Rafael Nadal para entrenar antes del arranque del torneo. El español necesitaba a un zurdo potente para preparar su debut ante Jack Draper.
El segundo jugador más joven de los varones aún en el torneo después de Holger Rune viene, como es costumbre para los estadounidenses, del tenis universitario. “Ahí sí que el público es más ruidoso. Tratan de meterse en tu cabeza y no son precisamente educados”, cuenta. Celebra las victorias imitando con los brazos la mandíbula de un caimán, el símbolo deportivo de su universidad.
A propósito, la armada estadounidense va recuperando la calidad y cantidad extraviada en la última década en los Grand Slams y ya tiene a varios en segunda ronda en Melbourne. Jenson Brooskby dio la sorpresa y bajó en la Rod Laver Arena al segundo sembrado Ruud.
Sumado a la dramática derrota de Nadal y la ausencia por lesión de Carlos Alcaraz, habían pasado 21 años sin que se produjera la rareza estadística de esta edición: una tercera ronda con los tres mejores del mundo ya eliminados. En 2002 Lleyton Hewitt y Gustavo Kuerten perdieron en primera ronda en Melbourne, edición que André Agassi no jugó.
El noruego ya dijo que no jugará en Río de Janeiro y Buenos Aires, como estaba anunciado, y que hará una suerte de pretemporada luego de su agotador 2022 que cerró con una gira de exhibiciones con Nadal en Sudamérica. No será raro que lo veamos jugando mucho golf este mes.
Mañana seguimos desde Melbourne Park.
