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«Yo no pondría la mano en el fuego por un regreso de Nadal» – entrevista con Alejandro Ciriza

Alejandro Ciriza
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Es la gran pregunta del deporte de cara a 2024: ¿volverá al tenis Rafael Nadal?

Una pregunta que no se atreve a responder ni siquiera uno de los hombres que mejor lo conoce, Alejandro Ciriza. Periodista especializado en tenis en el periódico español «El País», Ciriza es además autor de un reciente libro, «¡Vamos, Rafa!» (Conecta, 2023), en el que cuenta detalles desconocidos de la vida del deportista más grande en la historia de su país.

¿Volverá Nadal al circuito? Ciriza es escéptico. «No pondría la manos en el fuego porque fuese a regresar».

Durante la entrevista con CLAY, Ciriza abordó además las sorprendentes declaraciones en las que Nadal comparó su ambición deportiva con la de Novak Djokovic.

– La reciente entrevista en Movistar Plus+ dejó más dudas que certezas en lo que se refiere al futuro de Nadal, ¿coincide?

– Yo creo que lo que en la entrevista Nadal fue más enigmático que nadie. En la entrevista no hacía más que formularse preguntas retóricas, era un soliloquio consigo mismo, Constantemente se preguntaba «y sí». Ni él mismo sabe qué va a pasar, se está probando con balas de fogueo. Está a una altura de su rehabilitación en la que está entrenando a nivel medio, sin arriesgar, en esa entrevista dijo que es a mediados de noviembre,. diciembre cuando realizará pruebas mas exigentes en cuanto a ritmo de competición. Yo particularmente no me aventuro a decir absolutamente nada.

– ¿Nada?

– Es un hombre que desde hace tiempo vive al ida y que hoy sigue viviendo al día. No pondría la manos en el fuego porque fuese a regresar, porque fuese a regresar en concreto en Australia. Hoy día Nadal es un absoluto campo de incógnitas. No sé qué va a suceder el año que viene. El dijo en mayo en Manacor que quería despedirse de los sitios que habían sido especiales en su carrera, yo no tengo la garantía en absoluto de que vaya a poder hacerlo. De que incluso queriendo hacerlo pueda hacerlo. Lo que pueda suceder en Australia es muy distinto a lo que pueda suceder cuatro meses después en París, o seis en Londres. Son episodios absolutamente independientemente. el hecho de que  lo veamos en Australia no significa que lo vayamos a ver en París, por ejemplo. Insisto, yo hoy no pongo la mano en el fuego porque vaya a volver. Lo decidiría él sobre la marcha, aunque ni siquiera él mismo tiene la respuesta. Si no la tiene él, muy difícilmente la tendremos los demás.

– ¿Cómo tomó ese comentario de Nadal en el que habla de su ambición competitiva «sana» y se compara con un Novak Djokovic que, dice él, hubiera sufrido mucho más el no lograr el récord de títulos de Grand Slam?

– Me sorprendió, me sorprendió un poco el tono de esa afirmación. Era algo que claramente tenia intención de decirlo. Estando en la reserva desde enero y en el contexto de esa entrevista me extrañó. Es cierto que los tres grades siempre han jugado sus cartas y han tenido sus disputas, sus pugnas dialécticas, pero me ha llamado la atención por el contexto, con Nadal sin jugar. Desde luego, Nadal es un competidor absoluto. No sé si tiene más ambición o no que Djokovic, que dijo que quiere ganarlo todo. No creo que la vida de Nadal vaya a cambiar demasiado en cuanto a felicidad por ganar 22, 27 o 30 grandes, pero conociéndole y sabiendo la vena competitiva que tiene, estoy seguro de que le encantaría ser el que más grandes ganase y el tenista más laureado de todos los tiempos. Me sorprendió el tono, la forma en que sacó el tema a colación.

– Es decir: a Nadal no le da igual la carrera por los Grand Slams…

– No, en absoluto. No le puede dar igual como buen competidor y deportista. No es su fin último, él suele negarlo y yo le creo, pero por otra parte me parece una verdad a medias. Estoy convencido que los triunfos de Djokovic no le han gustado, que pagaría por haber estado en 2023 en cancha para impedirlo, pero las decisiones las tomó su físico por él.

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– ¿Siempre tuvo como proyecto escribir un libro sobre Nadal?

– Me llegó la propuesta, dudé en un principio, no estaba convencido ni seguro, pero me gustó el planteamiento y el enfoque. El libro tiene un componente motivacional grande. No diré didáctico, es motivacional, subraya una serie de valores que encarna Rafa, con los que yo estoy muy de acuerdo. Se combinó un modelo de proyecto atractivo, más mi experiencia viajando alrededor del mundo con este hombre por más de una década con muchas cosas interesantes para aportar que pueden ser ricas para el lector.

– Después de escribir un libro sobre Nadal, ¿qué titular lo resume?

– Superación. No soy especialmente original, pero es que me parece que es un hombre que responde al prototipo perfecto. Es verdad que hay muchísimos deportistas que se superan día a día, pero que sus disciplinas quizás no son tan mediáticas e internacionales como es el tenis. Se ha alimentado de la adversidad. Ha tenido mil y una trabas y ha salido de todas ellas. Hoy está a punto de colgar la raqueta y aun así hará un penúltimo intento. No sabemos si saldrá bien o no, pero desde luego que lo va a intentar. Me voy, pero lo intentaré una vez más. Eso es superación.

– Si vuelve es porque cree que le irá bien, que podrá jugar bien. Si no, no vuelve… ¿Es así?

– Ahí no hay ninguna duda. Creo que él no puede permitirse ciertos lujos. Su físico está en juego para el día de mañana. Necesita garantías absolutas. Esto es medicina. Tampoco puede permitirse de ir a torneos para jugar una tercera o cuarta ronda. Si vuelve, es para hacer algo grande. La grandeza del personaje le exige hacer algo grande, que yo creo que es lo que tiene en mente. ¿Lo podrá aplicar? No estoy del todo seguro.

– Y si vuelve y logra cosas grandes, ¿cree que mantendrá su palabra de retirarse en 2024 y no intentará seguir en 2025?

– No, no tengo seguridad, porque conociéndolo a Nadal es capaz de dar un último volantazo, el enésimo volantazo. Pero teniendo en cuenta cuáles son las circunstancias ahora, ya creo que es el punto final definitivo. Creo que para él, de hecho, si hace algo grande, sería el momento ideal. Por mucho que sea un tipo absolutamente ambicioso y que tenga ese gusanillo eterno de querer ganar más y más y más, creo que sería lo más inteligente si lo puede dejar estando arriba habiendo hecho algo grande, sería el desenlace perfecto.

– Le gusta demasiado competir…

– Lo que tendrá que hacer, que seguro ya lo ha hecho, es hacer un planteamiento de cara a mañana en términos competitivos, más allá de la academia y demás. Seguro tiene el golf en su cabeza o lo que sea. O competir en un partido de pádel con sus amigos… Tendrá que saciarse de esa manera. No creo que Rafa vaya a ser un tipo que se quede en el sofá de casa viendo el deporte por la televisión.

– ¿Ve parte de estos valores de Nadal en Alcaraz?

– Hombre, hay paralelismos. Inevitablemente Alcaraz ha crecido viendo los partidos de Rafa, lo ha tenido como modelo a él y varias otras inspiraciones: tiene trazos de Federer en el juego, del propio Djokovic. Pero evidentemente en el comportamiento de Alcaraz se advierten cosas de Nadal. No sé si por una forma natural o inculcada, pero desde luego que se ven guiños, ¿no? El respeto que tiene hacia su profesión, cómo trabaja, cómo afronta los partidos y la competición, el respeto hacia sus rivales. Tiene una ética de trabajo similar.

– ¿Qué quiere decir cuando no sabe si es natural o inculcada? 

– Las circunstancias de cuando empezó a jugar Rafa eran distintas a las de hoy en día. Hoy el deporte está en manos del negocio más que nunca, en su máxima expresión. Entonces, evidentemente todo el mundo advirtió que Alcaraz es un fuera de serie, y eso significa que es un filón. A partir de ahí se le ha empezado a dar forma, a montar una estructura que en el fondo es muy similar a la de Nadal a nivel de equipo, de círculo. Desde el punto familiar, tiene una buena educación, sus padres son buena gente. Y también desde la vertiente de IMG, por hablar en plata, también se le guía por determinado camino.

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– ¿Empezó Nadal a leer este libro?

– No lo sé. Sé que lo tiene. Lo tiene él y su tío.

– El tío le escribió un prólogo muy elogioso.

– Sí. Generoso. Tengo una muy buena relación con Toni. La verdad es que no contemplaba a otra persona para hacerlo, porque creo que si alguien tiene licencia para hablar de Rafa más allá de Rafa, es Toni Nadal. Nadie puede describir y radiografiar al personaje mejor que Toni, porque al final Rafa es una prolongación suya. Lo que no pudo hacer Toni, porque no le dio el nivel, lo ha hecho su sobrino. Cuando oyes hablar a Rafa, estás escuchando a Toni. Está reproduciendo un mensaje practicamente idéntico: el uno es otro y el otro es uno. Son uno por más que se hayan separado profesionalmente hace algunos años. En principio le pedí que escribiera de Rafa, pero me envió el prólogo y yo le dije «oye Toni, debías escribir de tu sobrino, esto es un poco abrumador». Me dijo: «No, no es lo que me salió, lo que quería contar». Estoy agradecido.

– Si a Nadal lo hubiera entrenado de chico otra persona seria alguien completamente distinto, ¿no?

– Sería peor tenista, no hubiese llegado tan lejos. Sería un tenista y una persona distinta. Evidentemente tiene mucho talento. A veces se ha inflado el concepto de que él es trabajo, esfuerzo, sacrificio, físico… yo creo que es un tenista muy talentoso, pero desde luego la mano de Toni es esencial. No habría recorrido ni la cuarta parte. Rafa ha dicho muchas veces que se ha enfrentado a la tentación natural de rendirse. Toni siempre ha estado ahí empujando.

– Decía que se ha infravalorado su talento. Siempre se destacó su energía, su físico, su fuerza, pero paradójicamente fue su cuerpo siempre lo que lo frenó.

– La historia de Rafa nadal es muy contradictoria, como lo que le está pasando a Alcaraz guardando las distancias por edades y épocas distintas: su cuerpo es su gran activo y a la vez su gran rémora. Es un milagro que Nadal sea tenista por el cuerpo que tiene. En circunstancias normales pesaría entre 85 y 90 kilos, un tipo muy pesado, y no es tan alto como los jugadores de ahora. Con lo cuál es un milagro que haya podido ser tenista, tener esa constitución y poder desplazarse como se ha desplazado… Tiene un cuerpo de futbolista.

– Como el otro tío…

– Claro, como Miguel Ángel, es muy parecido a él. Es un verdadero armario.

– Aparte, con ese físico ha jugado un tenis contradictorio: tiene que apoyarse mucho en el físico y a la vez su tenis es demasiado exigente para ese físico.

– Si, bueno, es su naturaleza, su manera de interpretar el juego, el tenis. Luego, evidentemente con el tiempo ha tenido que aprender a jugar de otra manera. Ha sido muy interesante su evolución, porque si ves al Nadal de 18-20 años, que era fantástico, ¿no? A nivel de cómo cubría la pista, era todo piernas, tenía una fortaleza brutal, energía pura, era adrenalina absoluta. Ahora tenemos a un Nadal maduro que aplica la inteligencia mucho más a su juego. A mí me parece que es uno de los tipos más inteligentes que hay en una pista de tenis, y a nivel estratégico es el más inteligente. Interpreta mejor los partidos que Djokovic, encuentra mejores soluciones sobre la marcha que todos los demás. Por eso quiero decir que es más que un físico, ha mejorado prácticamente en todo: su derecha es su golpe maestro, ha mejorado mucho el revés, ha aprendido a sacar mejor, a moverse mejor, a interpretar mejor. Tenísticamente es un jugador muy importante.

 

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