LONDRES – Tras alcanzar por décima quinta vez los cuartos de final de Wimbledon, Novak Djokovic dedicó la entrevista en pista a hablarle a sus haters: «Ustedes no pueden tocarme».
El serbio aplastó a Holger Rune 6-3, 6-4 y 6-2 en la Cancha Central y demostró así que él y su rodilla biónica están para alcanzar a Roger Federer como el máximo campeón en Wimbledon. Luego de superada esa prueba, el diálogo de Djokovic con el entrevistador al borde de la cancha no tuvo desperdicio.
«A todos los que respetan a los jugadores quiero agradecerles por haber venido y habernos apoyado. Y a los que no, a esos que no nos respetan, have gooooooooood night», ironizó Djokovic, quien devolvió las burlas a las gradas.
Para alentar a Rune (igual que a Casper Ruud), algunos fans del tenis instauraron la costumbre de llamar el apellido del danés con el mismo sonido de un abucheo (Ruuuuuuuune).
«Pero Novak, no creo que te estén abucheando a ti, me parece que es una forma para alentar a Holger», le aclaró el entrevistador.
El serbio no lo creyó.
«Estoy en el tour desde hace más de 20 años, y créeme, conozco todos los trucos. Sé que esa es una excusa para aprovechar de faltarme el respeto a mí», afirmó para luego dirigirse nuevamente a sus haters: «Les digo una cosa, ustedes no pueden tocarme».
Otro episodio más de los roces de Djokovic y sus haters, que al final de cuentas parecen alimentar su energía y le dan motivación para seguir devorando récords.