SANTIAGO, Chile – Roberto Carballés Baena no escondió su frustración luego de perder en primera ronda del Chile Open. «Qué quieres que te diga, ¿Que el torneo es una mierda? ¿Que en la pista no se puede jugar?», dijo a CLAY cuando caminaba muy triste, molesto y enojado hacia los vestuarios.
«Me parece una vergüenza que se juegue un ATP en esta pista, me parece peligroso para los jugadores. Espero que no se vuelva a hacer este torneo», agregó el tenista de 30 años.
El español perdió ante Corentin Moutet un partido lleno de drama que acabó pasada la 1.30 de la mañana. Hubo mucho en la central: cancha en pésimo estado, discusiones con el árbitro tras fallos polémicos y un point penalty para Carballés en el último juego del partido que acabó en un 6-3, 5-7 y 6-2 en Santiago.
«Esto no es tenis, al final esto se convierte en la tómbola. Con miedo todo el rato a lesionarte y encima con botes que la bola directamente no bota. Sí que sentí que podía lesionarme. Cada vez que llegaba forzado tenía miedo de apretar la pierna porque todo el rato se hundía. De hecho he acabado con molestias en la espalda», dijo Carballés a CLAY. El español llamó al fisioterapeuta cuando ya casi terminaban el partido.
La pista principal del ATP 250 de Santiago, recién bautizada en honor a Jaime Fillol, leyenda del tenis chileno, estaba blanda e irregular. En varios puntos del partido el rally acabó con la pelota «succionada» por lo poco compacta que estaba la cancha en determinados sectores. El español sufrió de principio a fin con las condiciones. Le dijo a su equipo con evidente frustración justo después de patear el cajón de las toallas al borde de la pista: «Me está ganando un tío que me juega cortado al medio. Doy pena. No puedo más. Estoy cansado, no sé qué hacer”.
Su equipo reclamó que el francés le robó un punto cuando a criterio del juez este llegó exigido a un drop shot del español, y que luego intentara hacer lo propio marcado afuera el pique de una pelota que en definitiva había tocado la línea.
Carballés recibió un warning por mandar un par de pelotas afuera del estadio cuando el zurdo le quebró por segunda vez en el tercer set. Luego, en el cambio de lado descargó su ira con la cancha y le dio varios raquetazos como queriendo romper la superficie más de lo que ya estaba. El árbitro aplicó el reglamento y ante una segunda advertencia, le quitó el punto.
Moutet hizo un juego inteligente y utilizó en exceso el recurso del slice, aprovechando las condiciones de la arcilla. El francés, que no ganaba un partido ATP desde septiembre de 2023 no reclamó por la superficie. Post partido compartió distintas impresiones a las de su rival español.
«No es la mejor cancha del mundo, pero yo vengo de jugar futuros. Me acuerdo cuando empecé en el tenis a los siete años. Ahí las canchas eran mucho peores, sin público, sin dinero, sin pelotas nuevas. Las condiciones acá son buenas. A veces nos olvidamos que tenemos suerte de estar aquí. Soy honesto: la cancha no es la mejor, pero es igual para los dos jugadores y tenemos que dar lo mejor de nosotros», dijo Moutet, que hizo su show lanzando sus raquetas y celebrando puntos en varios idiomas.
Los pocos espectadores que se quedaron viendo tenis un lunes a la noche a los pies de la Cordillera de Los Andes, presenciaron un partido de culto.