LONDRES – El apretón de manos en la red. Ese gesto que se enseña desde pequeño en las escuelas de tenis como una señal de respeto al rival que no puede negociarse, se haya dado de una u otra manera el partido. Pero en el mundo actual, con una guerra andando, los ucranianos lo han dejado claro. «Hasta que las tropas rusas no salgan de Ucrania y recuperemos nuestros territorios, no estrecharemos las manos (con tenistas rusos y ucranianos)«, dice Elina Svitolina.
La ex número 3 del mundo venció en los octavos de final de Wimbledon a la bielorrusa Victoria Azarenka por 2-6, 6-4 y 7-6 (11-9), y como se ha visto en varios escenarios del tour, no estrechó la mano de su rival. Fue Azarenka quien caminó directo a su silla y le ofreció una mirada de aprobación y un saludo a la distancia, replicado por Svitolina. Ambas respetan las carreras de la otra y no se toman la situación política de manera personal.
En ese momento, algunos abucheos se escucharon en el Court 1 del All England Lawn Tennis Club, pero fueron ahogados por los gritos de euforia de la masa que siempre hinchó por Svitolina. Pero cuando la bielorrusa cogió su bolso y caminó rápido hacia la salida de la pista, la bronca del público se intensificó.
Victoria Azarenka, molesta, detuvo su marcha y miró con gestos de incredulidad a las gradas. Luego, antes de salir, levantó sus manos y juntó los puños. Luego explicaría en conferencia de prensa: «No tengo idea que quise decir con eso. Ni siquiera podría repetirlo porque ni me acuerdo».
Lo cierto, es que la reacción del público fue injusta, luego de casi tres horas de partido a un alto nivel. «¿Cómo crees que fue lo que hizo el público? ¿Injusto? Sí, yo también opino así. Ella no quiere estrechar manos con gente rusa y bielorrusa. Yo respeto su decisión. ¿Qué podría haber hecho? ¿Pararme y esperar? Fue un gran partido de tenis y ya. La gente estaba borracha. Probablemente demasiadas Pimm’s«, dijo en conferencia de prensa.
Svitolina pide que los órganos del tenis jueguen un rol educador: «Creo que las organizaciones de tenis tienen que salir con una declaración de que no habrá apretón de manos entre jugadores rusos, bielorrusos y ucranianos. No sé si quizás no está claro para la gente. Algunas personas no saben realmente lo que está pasando. Así que yo
creo que esta es la forma correcta de hacerlo».
Situación similar en Paris sucedió cuando en cuartos de final Svitolina no estrechó la mano de Aryna Sabalenka, quien se quedó esperando en la red. El público francés de aquella vez en el Court Phillippe Chatrier dirigió los abucheos hacia ella a pesar e que contó con el apoyo de la gente durante toda su campaña (es esposa de Gael Monfils).
«¿Si hoy hubiera sido una reacción diferente si hubiera perdido? No lo sé», dijo ante los medios.
Igual que en Londres, la gente pareciera no entender que hay una guerra a no muchos miles de kilómetros de distancia de donde se juega el tenis. O hay demasiados puristas que le dan demasiada importancia a un apretón de manos, en vez de al esfuerzo de un partido.
O bien, la respuesta se encuentra en los vasos con la popular bebida inglesa. Y no hay más vuelta que darle.