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¿Qué estabas haciendo a los 19 años? – Carta desde Nueva York #14

Con un pie y medio en el avión rumbo a España, Carlos Alcaraz recibió una pregunta.
¿Estabas nervioso antes de la final?
Y Alcaraz, con esa serenidad que ya asombra, respondió sin mentir. «Un pelín nervioso, sí». Y enseguida: «Estaba nerviosete».
«Nerviosete» antes de jugar la primera final de Grand Slam de su vida. Si ganaba, se convertía en el número uno más joven de la era profesional. Y el estaba «nerviosete».

Alcaraz celebra un punto durante el US Open 2022 / US Open

Lo que nos lleva a una pregunta inevitable: ¿qué estábamos haciendo a nuestros 19 años?
Comenzando la universidad, quizá; terminando la escuela secundaria, si es que no se había logrado rendir todas las materias. Incorporándose al mundo laboral, descubriendo el mundo en un viaje iniciático… ¿Iniciando un noviazgo en serio, formando una familia?
¿Cuán «nerviosetes» estábamos a los 19 años? Mucho, seguramente, porque nuestros US Open eran la universidad, el colegio, el trabajo, la novia o novio, el ingreso a la vida adulta.
«Nerviosetes», tal como le dijo Alcaraz a la radio española Cadena COPE en Nueva York, pero nunca con la perspectiva de que, si nos iba bien, cobraríamos 2,6 millones de dólares y el mundo estaría a nuestros pies. Difícilmente con la perspectiva de convertirnos, de un día para el otro, en el eje de la conversación en medio planeta.

 

Alcaraz con el trofeo en Times Square // Getty

Eso es lo que le está sucediendo a Alcaraz, que en un 2022 furioso que tiene tantos y tantos paralelismos con el 2005 de Rafael Nadal, se convirtió en el líder de una generación que se solapa con el «Big Three» de Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer, aún muy vigente.
Alexander Zverev (25 años), Stefanos Tsitsipas (24) y Dominic Thiem (29), tan señalados como sucesores, son hoy una generación intermedia. No en edad, pero sí en percepción. ¿De transición y sin concreción? Es temerario decir algo así, pero van a tener que redoblar los esfuerzos ante los Alcaraz, Casper Ruud (23), Jannik Sinner (21) o Frances Tiafoe (24).
Otra vez: Alcaraz tiene 19 años. Hace no demasiado tiempo, un joven en torno a esa edad era un hombre que iba a la guerra impulsado y obligado por el orgullo familiar. Hace unos 23 siglos, Alejandro Magno llegaba al trono en la Antigua Grecia. Tenía 20 años, y pasó la mayor parte de su reinado combatiendo. A los 32 años murió.
Hay guerra en Ucrania, hay guerras en muchos otros sitios del planeta, pero en el mundo, en general, ya no se le exige a un hombre joven lo mismo que en tiempos pasados. Su honor y compromiso no implica jugarse la vida. Por eso es que Alcaraz sumó valor y fuerza mental para la final viendo «300» y «Gladiator». Y nada más. Porque hay que recordarlo una vez más: tiene apenas 19 años.
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Ex jefe de Deportes de DPA y de La Nación, ex presidente de la International Tennis Writers Association (ITWA). Autor de "Sin Red", un viaje por el mundo siguiendo a Roger Federer y Rafael Nadal, y de "Enredados", sobre el equipo argentino de Copa Davis. Cubrió más de 60 Grand Slams y entrevistó a los principales protagonistas de la escena del tenis en los últimos 30 años.