«Después de Roland Garros soy más lindo» – entrevista con Juan Pablo Varillas
SANTIAGO, Chile – Ganar te hace más bello. Así lo cree Juan Pablo Varillas: «Después de Roland Garros soy más lindo».
El peruano se sienta a conversar con CLAY sin complicaciones respecto a una realidad que toca a los tenistas. Si los triunfos traen dinero y mejoras en el ranking, también los vuelve irresistibles. «Es atractivo cuando a un tenista le va bien. Claramente llama más la atención», dice el peruano en esta entrevista.
Sobre las relaciones amorosas, las fiestas, y la importancia de salir a disfrutar de vez en cuando de la noche, incluso durante los torneos habla Varillas.»Me ha pasado que he salido la noche anterior y al día siguiente he jugado mejor, más suelto, volando en la cancha», confiesa después de ganar el Challenger de Santiago.
Llegó hasta octavos de final en Paris en 2023. Lo detuvo Novak Djokovic. Desde ese torneo, su vida cambió.
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Entrevista con Juan Pablo Varillas
– Hay un antes y un después en su carrera. Jugar contra Novak Djokovic en octavos de final de Roland Garros en la Phillippe Chatrier, no pasa muy seguido. Varios meses después de hacerse mucho más conocido, ¿Cómo lo lleva?
– Llegué a Lima con mucho jetlag, había un montón de gente esperándome en el aeropuerto. La gente me empezó a parar en la calle, cosa que nunca me había pasado. En el ámbito del tenis, en los clubes claro que sí, pero nunca en la calle. Yo caminaba y de los edificios me gritaban. Mi primera conferencia de prensa llena en un salón del hotel. Como un rockstar.
– ¿Y cuántas chicas quieren ser su novia?
– Soy bastante jodido con eso. Porque viajo mucho. Sí salgo con chicas, obviamente. Me gustan las chicas, voy a tomar algo. No tengo nada serio, ni tampoco lo quiero.
– ¿Los tenistas son como los marineros? ¿Un amor en cada puerto?
– Los tenistas son jodidos, son bravos. Lo que sí me di cuenta, lo hablo a veces en broma, es que después de Roland Garros soy dos puntos más lindo (risas). No sé cuánto era antes ni cuánto soy ahora, pero sí sé que del uno al diez soy dos puntos más lindo. Es atractivo, obviamente cuando el jugador o la jugadora le está lleno bien, es exitoso, claramente llamará más la atención. Es normal eso. Al ser el único tenista en Perú que jugó el año pasado casi todos los torneos grandes, sí entiendo que es llamativo.
Juan Pablo Varillas antes de la entrevista con CLAY, con el trofeo del Challenger de Santiago // PRENSA DOVE MEN+CARE
– ¿Se puede ganar un torneo durmiendo varios días fuera del hotel?
– Yo no podría, porque mi cabeza no me da, pero yo sí he escuchado historias de otra gente. No los voy a nombrar porque no los quiero vender (risas). Me ha pasado un par de veces, pero que he salido la noche anterior, he jugado al día siguiente y lo he hecho mejor. Me sentía suelto, volaba en la cancha. ¿Acaso tengo que hacer esto todos los días? No, no, así no es. No es que lo esté recomendando.
– ¿Mentalmente ayuda? Tuvo una linda noche y al día siguiente quizás solo piensa en eso y se saca presión…
– Me pasó hace unos años. Yo venía a Santiago después de jugar Copa Davis contra Bolivia. Fue durísimo: jugué los tres partidos, uno fue 7-6 en el tercero a Hugo Dellien. Al día siguiente volé a Santiago porque tenía que jugar el challenger. Recuerdo que las dos primeras rondas estaba roto y mi entrenador me dice “sal, mañana tienes el día libre y acabas de ganar segunda ronda. Anda, disfruta”. Entonces, salí a cenar con alguien… pasó lo que tenía que pasar, la pasé muy bien. Al día siguiente estaba muy relajado porque disfruté. En cuartos de final jugué un huevo (muy bien). Obviamente no me iba a romper porque venía de días muy intensos, pero utilizar la noche para sacar de la cabeza lo que es solo tenis, tenis, tenis, está muy bien a veces.
– ¿Es algo que ha aprendido con los años?
– El próximo año cumplo 30 y con la madurez que he adquirido con el tiempo, siento que cada año el tenis es más chiquito en mi vida. Tengo que hacer otras cosas. Hay que vivir. Hay que concentrarse, estudiar, trabajar, todo lo que quieras, pero hasta cierto punto. Hay que vivir también porque somos jóvenes. La gente dice “lo vi a Varillas en un bar”. Yo no salgo mucho, sí en vacaciones. En la discoteca nunca en mi vida me pidieron tantas fotos.
– ¿Y eso le gustó?
– Fue lindo esa vez. Yo estaba en la fila de la discoteca para entrar. En verdad, te digo, yo no conozco a nadie de la noche, cero. Y la gente me reconocía a mí. Un flaco medio borracho gritaba al tipo de seguridad: “¡Ese es Varillas! ¡A ese deberías hacerlo pasar por un tubo!» Hice la cola un rato y después el administrador salió a buscarme y me hizo pasar. La pasé increíble, tomé, estaba de vacaciones. Terminé en una estación de servicio comiendo un pancho y tomando un Gatorade a las 6 de la mañana con un flaco, un chileno que no conocía.
– Con el clásico bajón. Tiene que haber estado buena la fiesta…
– Después de bailar estábamos en un taxi, dos chicas, este tipo que no sé cómo llegó. Entonces nos fuimos a una casa, pasó todo lo que iba a pasar. Cuando terminó todo, el flaco no se quería ir. Mi amiga me pide que por favor me lo lleve. A mí ya se me había bajado el trago, quería volver a mi casa. Agarré a este tipo y me lo llevé. Nos bajó un hambre y él me invitó al único lugar que encontramos abierto. Hoy por hoy, con la generación de los smartphones, la gente se ha vuelvo más cuidadosa. Los deportistas sufrimos más, las redes sociales son muy malas en algunas situaciones. Hoy todo lo hacemos de manera más cerrada, escondida. Pero somos al final personas también.
– ¿Cuáles son los temas que más suenan en las conversaciones de vestuario?
– Yo con mis amigos del circuito hablo de tenis, chicas, fútbol y deporte. Política se habla bastante en Argentina, yo me mantengo un poco al margen.
– Hay mucho fuera de la cancha que afecta al tenis: la guerra en Ucrania, la creciente influencia de Arabia Saudita en el tour, el caso de Alexander Zverev con la justicia alemana…
– Sinceramente, de Arabia Saudita no se habla nada. De lo de Zverev he escuchado un par de comentarios, pero, ¿hace cuánto está eso? De eso no hablamos, sinceramente. Se han tirado comentarios, pero no se conversa. El tenista es súper egoísta en ese sentido, como que está en la suya. Si yo supiera un poco más del tema podría hablarlo. Soy bastante cuidadoso con eso.
Juan Pablo Varillas relata en la entrevista por qué es tan duro jugar contra Djokovic. Perdió con el serbio en Roland Garros 2023
– Su objetivo es clasificar directo a Roland Garros. Tiene un gran desafío ahí, porque además de llegar al main draw, tiene que defender octavos de final.
– Mi entrenador me dice que el año tenístico es largo y haces los puntos donde toque. El año pasado me fue increíble en la gira sudamericana, este año me fue pésimo; recién soy campeón de un challenger. Meter 180 puntos no es fácil, pero hay muchos torneos también. Después de perder en primera ronda en Buenos Aires me planteé que la meta tiene que ser estar en París, por eso le dije que no a Indian Wells y Miami y me estoy concentrando en la arcilla. Después, se verá.
– Descríbame lo que significa jugar contra Novak Djokovic. ¿Le roba el alma?
– Yo jugué contra Rublev y con Fritz, que juegan a una velocidad anormal; Djokovic te deja jugar, eso es lo que más impotencia te da. Si te caga a palos, como Rublev, bueno, me cagó a palos, qué voy a hacer. Pero Djokovic es un flaco que te da ritmo, te deja jugar, pero igual te gana. Juegas para todos lados, pierdes el punto. Juegas, pierdes, juegas, pierdes… Pierdes y pierdes, y así, entonces dices, carajo, qué tengo que hacer. Si yo siento que estoy ahí, e igual lo pierdo, ¿me entiendes? Pero bueno, es Djokovic, es el mejor de la historia.
– ¿Cree que Nadal volverá a jugar Roland Garros?
– Yo siento que sí va a jugarlo… pero, ¿hacer un buen papel? mira que Rafa ha dado sorpresas volviendo lesiones y todo, porque es un animal, pero hoy por hoy lo veo difícil.
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