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Davidovich Fokina

Davidovich Fokina y la injusticia de las redes sociales: «Me da bastante igual lo que diga la gente»

NUEVA YORK – Un día, Alejandro Davidovich Fokina logró aquello con lo que cualquier tenista que lucha por llegar lo más alto posible sueña: que todo el mundo hablara de él.
Pero no fue un sueño. Fue una pesadilla.
Fue su decisión lanzar un golpe que podía convertirlo en genio o en objeto de burla. La moneda cayó exhibiendo la cara mala y la imagen se viralizó bajo un registro que iba del asombro a la burla cruel.
Sí, Davidovich dio la vuelta al mundo con ese saque de abajo en el super tie break definitorio ante el danés Holger Rune en la tercera ronda de Wimbledon. Hoy, superada con éxito la primera ronda en el US Open, el español deja en claro que el tema ya no le quita el sueño.
«No tengo redes y no lo vi. Me dio bastante igual lo que dijera la gente», dijo Davidovich, dueño a sus 24 años de un juego con mucho potencial, aunque aún sin todos los resultados que podría tener.

 

Davidovich no le da importancia a la disyuntiva «genio o ridículo» que inevitablemente se plantea cuando alguien decide probar un saque de abajo en el momento decisivo de un partido en el escenario más codiciado del tenis mundial. Él no tuvo la fortuna de Michael Chang en 1989, fortuna por partida doble.
Aquella vez, el estadounidense decidió sacar de abajo en un momento crítico de su partido por los octavos de final de Roland Garros. El rival era el gigantesco Ivan Lendl. Ese servicio de abajo no solo fue exitoso, sino que le abrió las puertas a la victoria y al título, con apenas 17 años, días después.
En ese sentido, Chang tuvo suerte, Y tuvo suerte de que no existieran las redes sociales, quién sabe hasta qué punto podría haber digerido tantos elogios y críticas, porque muchos vieron como una barbaridad la decisión táctica del estadounidense. Aunque le saliera bien.

Michael Chang intentó con éxito el saque por abajo en Roland Garros 1989 // REX

No hay mal que por bien no venga, suele decirse, y Davidovich Fokina, un joven de discurso llano y directo, se hizo más fuerte tras la lluvia de burlas y críticas por su apuesta en Wimbledon.
«Al final esos partidos te van dando una experiencia que al final te va a servir para los siguientes partidos, torneos. Me quedo con eso, no me arrepiento de nada de lo que he hecho en esos partidos. Son experiencias que te va dando la vida y la tienes que coger sea buena, sea mala».
Días después de aquel partido, el español se borró de todas las redes sociales, un ambiente en el que ya no se sentía cómodo hace tiempo.
Salirse de las redes lo ayudó, también, a conocer un costado que ignoraba de sí mismo: el Alejandro Davidovich Fokina lector. Leyó mucho en las últimas semanas y cambió algunos hábitos.
«Antes, por ejemplo, después de levantarme de la cama lo primero que hacía era coger el móvil», dijo en una reciente entrevista con «Tennis Channel».
«Ahora pienso que eso no es posible: voy al baño, hago mis rutinas y bajo a desayunar sin el teléfono. Me quité las redes sociales durante dos meses, ahora estoy más en paz con el mundo».
El español, que dice estar recuperado de sus problemas de espalda, confía en lo que pueda hacer en Flushing Meadows. «Está bastante lento el torneo, las bolas no duran mucho, se ponen como osos en prácticamente dos juegos. Y eso me da más tiempo para hacer mi juego, cuanto más lenta la pista, mejor para mi».
«Nunca sabes cuándo va a ser tu hora. Mira (Holger) Rune, que hoy ha perdido con (Roberto) Carballés. A lo mejor Rune pensaba que iba a hacer final y ha perdido en primera…».
«Muchas lesiones son mentales, el estrés y toda la tensión del día a día de los jugadores. Muchos jugadores se rompen por estrés», analizó cuando se le preguntó por el extenuante calendario anual en el circuito de la ATP.
«El tenis es muy jodido, si dejas de jugar un par de semanas no está al mismo ritmo que si estás jugando. No es como el fútbol».
¿Qué le falta para pasar a ser uno de los «muy buenos», que es como él define a los primeros del ranking? ¿O no le falta nada?
«¡Si, faltar, falta, si no estoy ahí, faltar, falta! Pero creo que voy por buen camino, con buen nivel en los entrenos y los torneos. Es cuestión de que en algunas semana se me dé el mejor tenis y vayamos para arriba».
¿Dónde necesita poner el énfasis? ¿En lo técnico, lo físico, lo mental? No, no va por ahí, dice el español, que en su posición de 21 del ranking mundial ve de cerca a esos «muy buenos» que menciona Davidovich Fokina.
«Es una globalidad, no es nada específico. Cuando se te dé, se te va a dar. No es mejorar la derecha o algo así. Es global. Se huele».
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Ex jefe de Deportes de DPA y de La Nación, ex presidente de la International Tennis Writers Association (ITWA). Autor de "Sin Red", un viaje por el mundo siguiendo a Roger Federer y Rafael Nadal, y de "Enredados", sobre el equipo argentino de Copa Davis. Cubrió más de 60 Grand Slams y entrevistó a los principales protagonistas de la escena del tenis en los últimos 30 años.