PARÍS – Nadie es inocente a esta altura en el mundo del deporte, y mucho menos el argentino Diego Schwartzman, uno de los mejores tenistas del planeta y hombre de mente privilegiada.
Schwartzman acababa de ganar -podría decirse arrasar- su partido ante el búlgaro Grigor Dimitrov (aquel baby Federer que no llegó a cumplir con lo que prometía), y estaba lógicamente feliz, No eufórico, porque no es lo suyo, pero sí muy feliz: «El de hoy fue uno de los mejores partidos de mi carrera. Me califico con un nueve, casi de la mejor manera, porque hice casi todo bien».
En la gran foto que encabeza esta historia, hecha por el fotógrafo Phil Montigny para Roland Garros, se advierte toda la felicidad de Schwartzman.
Así, en ese ambiente de alegría, una periodista británica le preguntó por su vínculo con el fútbol y sus sensaciones de cara a la final de la Champions League entre Real Madrid y Liverpool, este sábado en París, y Schwartzman reaccionó más velozmente que ante un saque de Dimitrov.
«Es la chance de preguntar si alguien tiene tickets… ¿Presidente de Roland Garros, presidente de la Federación Francesa de Tenis?».
¿Vas a tratar de ir», le preguntó la periodista.
«Sí, Roland Garros, pidan entradas para mañana, sé que pueden hacerlo», dijo Schwartzman con una sonrisa de oreja a oreja. «Y puedo ir solo, eh, ¡no es problema!».
El pedido de entradas hecho por Schwartzman, en una conferencia de prensa oficial y en inglés, que queda registrada por escrito, cuenta con buenas posibilidades de ser exitoso: hay una cantidad de entradas para la final de las que dispone la organización de Roland Garros. El argentino solo necesita una, y tiene la ventaja de haber sido el único hasta ahora en pedirla en una conferencia de prensa.
Cuenta además con el sábado libre, un sábado que deberá dedicar a pensar cómo jugar ante el serbio Novak Djokovic, su rival en octavos de final. Es una reflexión complicada, porque de seis partidos que jugó con el serbio perdió los seis, y de 18 sets jugados ganó solo tres. Pero el argentino cree que no es imposible.
«Contra Djokovic voy a tener que sacar un poco más fuerte y sobre las líneas, porque es uno de los mejores devolvedores del mundo».
Hay que tener en cuenta, añade, que el Djokovic de Roland Garros está en la cima de su juego.
«Hace tres semanas no era el mismo Djokovic que ahora, volvió a agarrar ese ritmo, ganó Roma, hizo final en su casa. Cuando él está con confianza es el claro favorito en cualquier partido. Con él tuve oportunidades que no aproveché, espero poder aprovecharlas esta vez».
El día había comenzado con una noticia falsa: el argentino Francisco Cerundolo le había pegado a un taxista y había pasado la noche en el calabozo.
La verdad era que el taxista, hipersensibilizado tras unos días de agresiones que sufrieron colegas suyos, reaccionó exageradamente ante el pedido de subir cinco personas a un auto en el que normalmente van cuatro pasajeros, y no más.
El propio jefe de la seccional policial, tras ver las cámaras de seguridad, que demostraron que no había pasado nada, pidió disculpas a los argentinos.
No puedo creer que los hayan detenido por esto, les dijo.
El caso, antes de que se supiera que no había caso, trajo el recuerdo de lo sucedido con el alemán Nicolas Kiefer en marzo del 2000 en Miami, cuando durante el torneo de Key Biscayne la policía lo detuvo una noche por orinar en la vía pública.
Kiefer fue compañero y rival en el circuito del argentino Guillermo Coria, con el que hoy publicamos una entrevista de la que se deriva un dato asombroso: su visita a Roland Garros 2022, en calidad de capitán del equipo argentino de Copa Davis es… la primera en 14 años. No visitaba el torneo -ni ningún otro gran torneo- desde que en 2008 comenzó a alejarse del tenis competitivo.
«Poder venir con mis hijos y mi mujer, ver jugar a mi hermano (Federico) en el cuadro principal en vivo en Roland Garros… eso, para la familia, es muy importante, muy fuerte», confesó el finalista de Roland Garros 2004, el hombre que estuvo a cinco centímetros de la gloria en un Grand Slam.
Gloria de la que mucho conoce Rafael Nadal, que ya está en octavos de final de la manera que quería: sin haber cedido un set. Mejor para ese pie que le duele desde 2005.
El rival en octavos, el canadiense Félix Auger-Aliassime. Y como contexto, lo que Toni Nadal, tío y ex entrenador de Nadal, le dijo a CLAY durante una entrevista que publicamos esta semana: «Yo, antes que nada, soy tío de Rafael. No le diría nada para que le ganara a mi sobrino. Yo ya se lo dije: no le voy a decir si mi sobrino tiene esto o lo otro».
Nadal, feliz, fue entrevistado por la ex jugadora francesa Marion Bartoli (campeona de Wimbledon) tras cerrar su partido. Bartoli le recordó que lleva 301 victorias en torneos de Grand Slam, y Nadal reaccionó a lo Nadal.