Graf, Sabatini y el insondable secreto de un tenis femenino que no atrae
En aquel 8 de septiembre de 1990, el antiguo estadio Louis Armstrong, con capacidad para más de 18.000 espectadores, explotó. Gabriela Sabatini tenía una particularidad: jugaba siempre de local y la gente siempre estaba con ella. Roma era Gabilandia, sí,