MELBOURNE – La vida de Paula Badosa dio un giro de 180 grados: de los dolores insoportables en su espalda y la idea del retiro, a avanzar por primera vez a las semifinales de un Grand Slam. Sucedió este martes en Melbourne, al vencer en el Abierto de Australia a la estadounidense Coco Gauff, tercera del ranking mundial.
“Hace un año no sabía si retirarme de este deporte, ahora estoy aquí jugando frente a las mejores del mundo”, confesó la española, 12 del ranking WTA, sobre la pista de la Rod Laver Arena, sólo minutos después de asegurar su billete a la ronda de las cuatro mejores del primer Grand Slam del año. Una instancia hasta ahora desconocida para ella.
No solo es un premio a unas semanas soñadas, donde ha perdido un solo set y consiguió su primera victoria ante una Top 10 en un Grand Slam. También es una recompensa a la resiliencia. Durante las últimas temporadas, la española sufrió constantes lesiones y problemas de salud mental, bajando al puesto 140 del mundo en mayo de 2024. Ahí fue precisamente cuando pensó en colgar la raqueta.
“Estuve muy cerca porque, no me veía al nivel. La espalda no me respondía bien, no encontraba soluciones, pero quería un último intento, terminar el año y ver cómo iba”, admitió este martes en Melbourne. El momento de más dudas fue en el Masters 1000 de Madrid, en casa y donde perdió en primera ronda frente a la también española Jéssica Bouzas Maneiro, 27 del mundo en ese entonces.
¿Cómo se puede pasar de aquello a ser semifinalista de un Grand Slam? Badosa tiene la respuesta: “Después de Madrid hice cambios en mi equipo, mi nutricionista, mi preparador físico y todo lo que estuviese conectado con mi espalda. Volví a trabajar con gente con la que estuve en 2021 y me dieron diferentes consejos que no tenía en ese momento”.
Badosa también mencionó una nueva dieta, nuevos doctores y una confianza que fue aumentando mientras más partidos jugaba.

Ahora todo ha vuelto a funcionar. La ex dos del mundo ha mostrado su mejor versión en un Grand Slam e inevitablemente se ilusiona con ser esa jugadora que todos imaginaron después de su título de Indian Wells en 2020.
“Cuando fui dos del mundo todo vino demasiado rápido. Quizás no supe manejar las expectativas en ese momento. Tenía mucho miedo cuando jugaba contra jugadoras de menor ranking porque pensaba ‘qué va a pasar si pierdo, qué van a decir’. Ahora ya no me importa eso. Puedes perder con cualquiera y le puedes ganar a cualquiera, creo que me ayudó a jugar más libre”, admitió.
Este jueves volverá al Rod Laver Arena con la ilusión intacta de alcanzar su primera final de Grand Slam y quedar a un solo paso de ser la primera mujer española en levantar el título en Melbourne. Lo hará libre, sin dudas y con el mejor tenis de su carrera.