SYDNEY – La gráfica de Tennis TV junto a la imagen de Paula Badosa era inédita y peculiar: «Antes del jugo de pepinillos / A partir del jugo de pepinillos». Se exhibe un aumento de diez kilómetros por hora en la velocidad del topspin de su derecha.

Después de sufrir calambres en medio del segundo set luego de perder el primero, Paula Badosa tuvo que recurrir a la ayuda de la fisioterapeuta para calmar los calambres durante su partido debut en la United Cup, la competición mixta por equipos donde comparte con Rafael Nadal representando a España.

Aquellos problemas físicos, dice, rara vez aparecen: «Me sorprendió, porque hice una muy buena pretemporada y no es muy usual que me vengan calambres. Creo que la razón fue que estaba muy nerviosa, muy apretada en el primer partido del año, juego con muchas emociones lo que es un problema para mí».

Volvió a la cancha después de esa poción mágica, metió cuatro tiros ganadores y quebró el servicio de la británica Harriet Dart: «Tomé el jugo, comencé a relajar el cuerpo y eso me ayudó a jugar más suelta y agresiva». A pesar de que fue quebrada de vuelta, ganó el tiebreak y luego sacó su categoría en el tercer set para cerrar con un 6-7(6), 7-6(5), 6-1.

¿Qué metas se propuso Badosa en este 2023?

Así, en el primer día del año ya puede decir que está cumpliendo las metas que se propuso en 2023.

«La forma en que lo gané es lo importante. Un partido de tres horas, por muy cansada que esté, siempre ayuda para insertarse en el circuito de nuevo. Me gusta ir al límite, vivir los momentos en que estoy igualada en el marcador. Una de las metas con mi equipo fue proponerse pelear cada partido sin importar nada más, demostrar mi espíritu competitivo. Quiero volver a sentir ese espíritu, no importa si juego bien o mal».

Rafael Nadal la aconsejaba en los cambios de lado. «Rafa está muy metido en los partidos, es muy solidario y eso se valora. Me decía que me mantuviera agresiva, sobre todo con la derecha y el servicio. Eso era lo que estaba intentando porque estaba muy cansada y era muy importante buscar los tiros directos. Es una suerte poder contar con él».

Cuenta Badosa a CLAY, que lo que la diferencia de su versión de hace 12 meses, luego de haber anotado un mal cierre de temporada (ganó solamente cuatro partidos luego de Wimbledon), es que ahora se predispone a sufrir: «He aprendido mucho, estoy más madura. Tuve momentos muy buenos el año pasado, como ser número dos del mundo, otros en los que me he llevado muchas derrotas consecutivas. Este año voy mentalizada a sufrir mucho con quien sea. Hoy mi rival tenía un ránking mucho más bajo y vimos el nivel alto con el que jugó. Eso antes me sorprendía mucho, este año lo voy a aceptar mejor».

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