Nick Kyrgios dice que no recuerda haber visto a Boris Becker en Netflix. Y tiene razón. El alemán es un fracasado, porque no formar parte del elenco de Break Point, lo mejor que te puede pasar en el tenis, es un fracaso.
Nick Kyrgios dice que su saque vuela constantemente a 220 kilómetros por hora y aterriza en las esquinas más recónditas del rectángulo de saque. Y tiene razón, los saques de Boris Becker en los ’90 volaban a menor velocidad. Que le sirvieran para ganar seis títulos de Grand Slam, dos Copa Davis y ser número uno del mundo es una anécdota menor.
Nick Kyrgios dice que es uno de los pocos jugadores que ha aportado millones de aficionados al tenis y ha hecho más dinero para todos. Y tiene razón, es ampliamente conocido el dato de que el australiano dona parte de sus ganancias en torneos, patrocinadores y exhibiciones al resto de sus colegas.
Nick Kyrgios dice que decir que Boris Becker sería igual de bueno en 2023 que en 1985 y 1986, cuando ganó Wimbledon con 17 y 18 años, es absurdo. ¡Y tiene razón! ¿O alguien duda de que el Nick Kyrgios de 17 años era mejor que el Becker de 17?
Nick Kyrgios tiene razón en muchas cosas, también en el propósito que se hace para dentro de «20 o 30 años». No quiere estar por ese entonces comparándose «con los nuevos chicos del deporte». Se trata, dice, de «una cuestión de ego».
Pero no, en esto no puede tener razón, Kyrgios debe estar equivocado. ¿O alguien puede creer que en todo este debate el ego juegue algún papel?