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Jannik Sinner, el «milagro» campeón de Australia: «Gracias a mis padres por darme libertad de elegir al tenis»

Rod Laver fue categórico al apostar por el ganador del Abierto de Australia cuando el torneo aún estaba en sus fases medias: «Salvo milagro, ya pueden poner el nombre de Novak Djokovic en el trofeo». Carlos Alcaraz respondió confiado que ese era su nombre: «milagro».

Pero ese milagro en realidad se llama Jannik Sinner, que en la agradable tarde y noche del 28 de enero en Melbourne, dio vuelta un partido impresionante en el estadio que lleva el nombre de la leyenda australiana. Venció a Daniil Medvedev por 3-6, 3-6, 6-4, 6-4 y 6-3, con el hombre que erró con su pronóstico, feliz aplaudiendo al primer italiano campeón en Australia.

Medvedev arrancó con solidez y efectividad, y a pesar de ciertas dudas al fin del segundo set, supo apropiarse de una ventaja muy significativa. A Sinner se le había quedado el servicio ganador en las semifinales: si ante Novak Djokovic, su saque fue su arma fundamental e hizo que por primera vez en la historia el serbio no tuviera un solo break point en un partido de Grand Slam, contra Medvedev estuvo errático y menos eficaz.

En su primera final de Grand Slam, Jannik Sinner despertó a tiempo, recordó lo bueno que es su servicio y le devolvió a Medvedev sus fantasmas. El ruso acusó el inmenso desgaste físico de estas dos semanas en Australia que tuvieron un récord: nunca un jugador jugó tantos sets (31). Medvedev cumplió más de 24 horas acumuladas en la pista. Una barbaridad.

El déjà vu para el ruso fue la cosecha para el italiano, que en 2022 también tuvo una ventaja de dos sets a cero y acabó con el plato de finalista para sus vitrinas. Rafael Nadal lo transformó en el séptimo jugador de la Era Abierta en desperdiciar esa ganancia. Acabaría sufriendo durante toda la temporada el golpe mental de una dolorosa derrota que en 2024 volvió a rondar.

No fue una farra de Medvedev, fue mérito de Sinner, que le ganó la tercera final consecutiva al ruso, y sigue con una racha que no para desde el título para Italia en Copa Davis. Jannik Sinner recordó con un mensaje emotivo a sus padres que lo vieron por TV desde el invierno de Italia: «Ojalá todo el mundo pudiera tener a mis padres, porque me dejaron elegir lo que quisiera. Me gustaban otros deportes, pero nunca me presionaron. Ojalá cualquier niño pudiera tener esa libertad».

Haciendo lo que no pudo conseguir Adriano Pannatta, el joven italiano que en su infancia eligió el tenis en vez de los esquíes a pesar de tener un futuro muy auspicioso sobre la nieve, confirmó que es junto a Alcaraz la fuerza del tenis que intentará enterrar por fin el dominio de Djokovic en una temporada 2024 que aparenta ser diferente a la esperada.

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Reporteando el tenis alrededor del mundo desde hace 10 años. Ha colaborado con medios como La Tercera, Cooperativa, Infobae, y Racquet. Fundador del ex programa de radio Tercer Saque. Pluma & Lente es su espacio personal donde cuenta sus viajes y aventuras.