PARÍS – En el torneo de su vida, Thiago Seyboth Wild desperdició la oportunidad de su vida. Primero, porque tuvo dominado al japonés Yoshihito Nishioka y durante buena parte del partido de este sábado contó con posibilidades reales de pasar a los octavos de final de Roland Garros. Pero, sobre todo, porque su paso por París estuvo marcado por las acusaciones de violencia contra su ex pareja, un tema que muchos medios internacionales no le dejarán pasar: logró evitar hablar del asunto esta vez, pero en los próximos torneos la pregunta volverá, volverá y volverá. Porque él no habla del tema y porque las acusaciones son cada vez peores.
Alcanza una frase, citada por el diario brasileño «O Globo», de gran audiencia y prestigio, para dar la dimensión del asunto: «Mi familia por parte de madre es nazi».
Durante el partido en el estadio Simone Mathieu, quizás el más bello del torneo, enclavado en medio de un invernadero, Seyboth Wild le quitó la respiración a los espectadores: la potencia seca de su derecha es de una belleza sin límites, la arrogancia ofensiva de su juego impresiona. Ese tenista, comentaban varios espectadores, no puede ser el número 172 del ranking mundial. Esa «gillette» que lanzó en un momento -la pelota pica y vuelve a su lado de la red- y trajo el recuerdo del gran español Manolo Santana… La lista de elogios al juego del brasileño es larga, muy larga: ahí hay talento, potencia, ahí hay mucho tenis. Aunque en el set final se diluyera: Nishioka ganó.
Ahí hay, también, un tenista enojado, muy enojado. La cantidad de veces que Seyboth se gritó a sí mismo, la cantidad de protestas que inició, la cantidad de veces que levantó los brazos, que frunció el ceño. Aquella raqueta arrojada contra el piso y destrozada, deformada…
¿Qué le pasa a Seyboth Wild? ¿Por qué, a sus 23 años y ante una carrera que evidentemente despega, está tan enojado?
Preguntas que nadie pudo hacerle al brasileño, porque tras ganar en la segunda ronda y tras perder en la tercera no dio la conferencias de prensa que se acostumbra en el tenis. Los periodistas dieron por hecho que una de las revelaciones del torneo, el hombre que eliminó al número dos del mundo, Daniil Medvedev, sería promovido por la ATP, tendría un momento para expresarse ante los medios, incluso para disculparse por sus muy malos modos en la única conferencia de prensa que dio.
Nicola Arzani, director de comunicaciones de la ATP, explicó a CLAY las razones de la no comparecencia de Seyboth Wild en rueda de prensa: «Por segunda vez consecutiva, Thiago hizo todas las entrevistas para las que fue requerido. El encuentro con la prensa escrita internacional no tuvo lugar porque no hubo solicitudes».
Seyboth Wild sólo habló con la televisión. A la cadena deportiva brasileña «Sportv» le dijo que literalmente murió físicamente, que pagó el peaje de los tres partidos en la ronda clasificatoria y los cinco sets en la primera ronda. Y antes de la entrevista dejó en claro que no quiere hablar de las acusaciones en su contra por violencia doméstica.
Probablemente fue por eso que el encuentro con la prensa escrita internacional no existió. La ATP entendió que es mejor que no abra la boca y Seyboth Wild se fue de París sin hablar de su tenis ni de las denuncias que esta semana amplificó en detalle «O Globo». Si su idea es seguir siendo tenista, tarde o temprano esas ruedas de prensa y las preguntas que no quiere contestar llegarán.
Y serán preguntas peores, porque lo que «O Globo» publicó fue amplificado este fin de semana por «TV Globo», la gran televisión brasileña.
Las revelaciones, basadas en los mensajes de WhatsApp que Seyboth Wild intercambió con Thayane Lima, con la que convivió bajo el régimen de unión civil por un año y medio, son impactantes.
«A tu madre no le gustan los gays, los negros y los judíos, ¿es eso?», le pregunta Lima. El tenista, escueto, responde que «sí».
En ese intercambio, según «O Globo», Seyboth Wild se sincera: «Mi familia por parte de madre es nazi. Literalmente».
Y añade: «Mi bisabuelo, el padre del padre de mi madre… fue el predecesor de Hitler… Él fue quien lo trajo de Austria y le enseñó la vida a Hitler».
En los mensajes, Seyboth Wild incluye fotos de su bisabuelo junto al líder del genocidio nazi y destaca como Hitler se plante «en posición de firmes» ante él.
Tras conocerse la publicación de «O Globo», la familia del tenista hizo saber que «repudia vehementemente» sus comentarios, que incluyen insultos de todo tipo a su pareja y alusiones a «pobres y negras jodidas».
Lima contó al periódico brasileño que cuando lo conoció, se ocupó de ayudar a que el tenista recuperara la confianza, a que notara de lo que era capaz («lo impulsé a entrenarse incluso los domingos»).
Y en esos mensajes de WhatsApp que fueron y vinieron entre ambos, el jugador le confiesa a su pareja que gastó miles y miles de dólares en alcohol y fiestas. Y le agradece: «¿Sabes lo que me hiciste? Me demostraste que merecía algo mejor que eso. Hiciste algo por mí que el dinero no puede pagar».
Pese a esos agradecimientos, Seyboth Wild fue sumamente violento con su pareja, según alega ella en declaraciones al medio brasileño, a tal punto de retorcerle un dedo por debajo de la mesa durante una cena con sus padres. La influencer vive hoy en Estados Unidos y no tiene intenciones de regresar a Brasil.
Ante el cariz que fueron tomando las informaciones sobre él, el jugador envió un comunicado a «O Globo».
«Ante algunos artículos y posts publicados esta semana sobre mi persona, quiero aclarar que los procesos en curso en Brasil, así como un procedimiento penal en el que aparezco como víctima, están bajo secreto. Esto significa que no puedo hacer declaraciones, comentarios o exponer conversaciones, lo que también debería aplicarse a la otra parte», dice en alusión a su ex pareja.
«Pero sobre todo quiero recordar y reforzar que no hubo juicio, por lo que no puedo ser considerado culpable. Todavía no he recibido la orden de comparecencia emitida por el Ministerio Público de Río de Janeiro porque ya no tengo residencia fija en Brasil. He pasado los últimos meses entrenando en Argentina o compitiendo en otros países. Lo mismo ocurre con la otra parte, que tampoco fue citada porque no vive en Brasil. De todos modos, mis abogados ya notificaron a la Justicia la dirección de mis padres en Paraná. En este momento estoy totalmente centrado en mi carrera, de vuelta al mejor nivel de juego, y confiado en que mi inocencia se demostrará a su debido tiempo».