Cuando un embarazo cambia tu carrera y te inyecta la dosis de motivación que te faltaba. “Quiero ganar 8 Grand Slams más”.
Medida con la vara más importante, la de los títulos grandes, Naomi Osaka es la tenista más exitosa del último lustro. Quizás el éxito que llevó a la japonesa-haitiana a perder el gusto y el deseo de ganar. Agobiada, quiso darle un break al deporte.
A Osaka no le interesó jugar en el Wimbledon que no entregó puntos, no ganó partidos en Roland Garros ni en el US Open, y tuvo un año lleno de lesiones. Se ausentó del Abierto de Australia el pasado enero sin dar mayores explicaciones, dando espacio para muchas especulaciones sobre su salud metal y su agotamiento del tenis.
Nada de dramas. Su baja de Melbourne fue por su embarazo que entonces llevaba cerca de cuatro meses. Dará a luz a mitad de este año a un bebé cuyo sexo sólo ella conoce y será una sorpresa para su pareja, el rapero estadounidense Cordae. Y dice que su gestación ya está cambiando totalmente su carrera.
La llevó de las dudas a la convicción. De la desmotivación, al hambre desmedida en una tenista que ha reconocido sufrir largos periodos de depresión desde que levantó su primer título importante en Nueva York. Osaka está renovada y, en entrevista en inglés con un periodista japonés en la TV de ese país, regaló unas declaraciones como poco y nada se le han escuchado en el último tiempo.
La gestación de Osaka
«Estaba perdida y no sabía qué quería lograr…Me enteré (que estaba embarazada) y fue como, ‘ok, sin dudas voy a jugar mejor después de esto. Voy a trabajar más duro para ser la mejor jugadora que pueda llegar a ser. Jugaré en Australia el próximo año. Tendré seis meses para prepararme», confirmó
«Soy una persona muy competitiva, pero el año pasado los desafíos me intimidaron», admitió. Mientras espera a su primer hijo, parece que ya no hay restos de ese sentimiento adverso. Osaka quiere triplicar sus trofeos de Grand Slam.
La motivación de Naomi tenía un gran signo de interrogación el año pasado, dice el periodista Ben Rothenberg, quien en enero publicará la biografía de la tenista, justo para su regreso a las pistas: «Ella no estaba dando lo suficiente para comprometerse con obtener los resultados que quería».
«Su primera derrota en la primera ronda del US Open, el torneo de la ciudad donde creció, de seguro fue de las más dolorosas. Y después viene su embarazo, que ella toma como un periodo de reinicio, el momento en que comienza un nuevo capítulo. Osaka va a renacer. Nuevo comienzo, nuevo compromiso. Y hoy la vemos sorprendentemente poniendo números en sus comentarios. Ocho Grand Slams es una meta muy alta, lo que significa que se siente muy confiada», dice a CLAY el norteamericano.
La ex número uno del mundo ha sido bicampeona del Abierto de Australia y del US Open, y sus ambiciones van más allá de las pistas duras. Quiere dominar en la arcilla de Roland Garros, aunque siendo más rigurosos con sus declaraciones, cuando el premio por ganar en la Phillippe Chatrier sea una medalla en vez de un trofeo: “Quiero ganar los Juegos Olímpicos el próximo año. Estoy muy emocionada de volver a las pistas”.
Osaka fue una de las máximas protagonistas de los pasados Juegos Olímpicos. En un Tokio gris, sin espectadores y muy restringido por la pandemia, fue la atleta (la primera tenista en la historia) encargada de prender la llama olímpica en la ceremonia de apertura. Su tenis no la acompañó. Perdió en segunda ronda. “Significaba mucho ganar aquí, pero había mucha presión y no he sabido cómo afrontarla”, admitió entonces el ícono nacional de Japón. Quiere su revancha en París 2024.