PARÍS – Bolivia y tenis no son dos términos que se hayan vinculado mucho a lo largo de la historia, pero Hugo Dellien y Juan Carlos Prado Angelo se están combinando para que eso cambie.
«Este torneo me motiva mucho para entrenar más fuerte y meterme más rápido entre los profesionales», dijo Prado Angelo a CLAY en París, donde esta semana escaló hasta la final de Roland Garros.
Bolivia y el tenis
Prado Angelo, de 18 años y 799 del ranking mundial, es un muy interesante proyecto del tenis boliviano para que Dellien, de 29 años y 160, aunque llegó a ser 64 hace un año, sienta que no es el único que representa a su país en el circuito.
La historia del tenis boliviano es breve, muy breve. En 1980, Mario Martínez llegó a ser el número 32 del ranking mundial. Ganó, además, tres torneos del circuito, algo que Dellien aún tiene pendiente, ya que su mejor actuación fue llegar a semifinales en Córdoba este año.
Quizás lo haga Dellien. O quizás Prado, que se entrena en Santa Cruz de la Sierra, capital del Orioente boliviano, una región húmeda, calurosa y por momentos selvática, muy diferente a la altura de la Paz. pero ya tiene en sus planes pasar mucho más tiempo en Buenos Aires, ciudad en la que Dellien vive desde hace seis años y que se ha convertido en uno de los «hubs» mundiales a la hora de entrenamientos y pre temporadas.
«Venimos entrenando muy duro con mi equipo en la parte física y se están viendo los resultados. Me entreno en Santa Cruz, pero paso unas semanas en Buenos Aires para agarrar un poco más de ritmo que hay más jugadores. Muchos entrenan en Buenos Aires y yo voy a empezar a ir un poco más a Buenos Aires para entrenar».
Prado y Dellien comparten el equipo boliviano de la Copa Davis, y tienen además una muy buena relación.
«Hugo me felicita siempre, estamos bastante en contacto, me apoya mucho», destaca el prometedor juvenil boliviano, que acaba de firmar como jugador de Summa Sports, la agencia de representación del ex tenista argentino Juan Mónaco.
Tras seis meses lesionado en 2022, Dellien está buscando un camino con nuevas armas. Ser más ofensivo, por ejemplo.
«Estoy tratando de jugar mucho más agresivo, mi juego siempre fue más defensivo que ofensivo», dijo el número uno de Bolivia a CLAY. «Estos últimos seis meses desde que empecé con Fabián Blengino como entrenador, Blengi me fuerza a ir para adelante. Creemos que es el futuro del tenis, prácticamente todos están jugando así, si no lo hacemos no vamos a avanzar».
Padre de una niña desde hace dos años, hay cosas importantes que cambiaron para Dellien: «Hoy, cuando uno pierde es distinto. Antes sufría las derrotas por mucho más tiempo, hoy salgo de la cancha, está ella y está todo bien. Ganaste mucho más de lo que crees».
Dellien, originario de Trinidad, en el Beni, sabe que paga ciertos peajes por vivir lejos de casa.
«Sí, es difícil, porque están mis papás y mis amigos allá, pero el tenis te demanda demasiado tiempo. Y hoy soy jugador de tenis».