Petr Korda fue el segundo mejor tenista del mundo. En el tour masculino, solo lo llegó a superar Pete Sampras. El campeón del Abierto de Australia 1998 apostó que su hijo será mejor que él. O sea, que será número uno y dueño de un Grand Slam.
“Si no encuentro una forma de arruinarlo, Seba será mejor que yo”, le dijo Korda Sr a su manager y al de toda su familia. Su amigo íntimo también. El chileno Patricio Apey.
Como relató a CLAY en una profunda entrevista, en la década de los 2000 juntos potenciaron a la dinastía Korda. Una familia muy exitosa en el deporte, cuyas grandes referentes de la nueva generación son las hermanas golfistas Nelly y Jessica Korda.
«Por el 2006, Jessica, su hija mayor necesitaba ropa, palos, así que le eché una mano. Esa época empezó a ganar todo a nivel junior en Estados Unidos y todos los agentes grandes de golf la empezaron a perseguir: IMG, Octagon… él me pedía consejos, y al final en un momento me dice que por qué no la manejo yo. Ahí le dije: “Ya, mira, pero yo creo en la familia completa, no sólo en Jessica”. Eso fue una diferencia», explicó Apey.
Nelly Korda es la mejor del mundo, con dos majors en su cuenta, incluido el Cevron Championships del pasado abril y un oro olímpico en Tokio 2021. Jessica ganó seis títulos del circuito LPGA, y fue la número once del planta.
«Petr me decía hace diez años: ‘Todo el mundo habla de Jessica, todos. Y son estúpidos. Porque Nelly va a ser mucho mejor'», detalló Apey.
De hecho, Sebastián era hasta hace poco «el peor», como él mismo bromea sin decir mentiras. Su madre fue 26 a principios de los 90. Sebastian superó la mejor marca de Regina Rajchrtová recién en 2023. En octubre alcanzó el puesto 23, su mejor ranking hasta ahora.
Apey reveló el método de checo para acostumbrar a su hijo al «tenis de verdad», al que ensucia los calcetines y a veces confunde con piques que cambian de trayectoria.
«Él tenía métodos locos. Por ejemplo, no le permitía a Sebastian jugar en cancha dura. Máximo un torneo al mes. Él lo hacía entrenar en clay porque quería que aprendiera realmente a jugar tenis».
La apuesta de Petr Korda cuando Korda Jr tenía doce años, hoy encontró un premio valioso. Entrar a la Philippe Chatrier con una opción que no se da varias veces por año, como la de poder bajar a Carlos Alcaraz de un Grand Slam. Del español se tienen altas expectativas en esta edición de Roland Garros. De hecho, Korda ya lo intentó dos años atrás, también en Paris. Rescató solo ocho juegos repartidos en tres sets.