LONDRES – La pasión por el tenis no suelta a Nicolás Pereira. Jugador en los ’90, comentarista en TV desde el inicio de los 2000, y, a partir de 2023, miembro del Consejo de los Jugadores de la ATP, donde el venezolano es el representante de los ex tenistas profesionales.
«Los tenistas son menos asiduos a abrirse. No hay muchos tenistas que vayas a entrevistar y que digas ‘wow, qué buena oportunidad que voy a tener con este tipo de conversar abiertamente’. Ponen el cassette, y sienten que le están haciendo un favor al periodista por hablar con ellos», dice a CLAY sentado en la terraza de los medios en Wimbledon, con vista sobre las canchas donde jugó por primera vez a los 14 años.
A Pereira le encanta hablar sobre tenis y todo lo relacionado a él. No esquiva preguntas en una entrevista en profundidad que transita por la política, el Big Three, Alcaraz, Del Potro y las minorías sexuales en el tenis. Y por Venezuela, su gran amor y su gran dolor,
– ¿Qué le pareció la final masculina de Wimbledon?
Superó todas las expectativas. Fue fue uno de los mejores partidos que sean visto los últimos años. Hemos visto nacer una estrella ante nuestros ojos. Carlitos Alcaraz había ganado el US Open, sí, pero no es lo mismo en la Central de Wimbledon contra el siete veces campeón y mejor jugador en este minuto como es Novak Djokovic. hay que detenerse a analizar el tiebreak del segundo set, también ese game de 27 minutos, que es de lo mejor que se ha visto en ese escenario. La manera que Alcaraz mantuvo ese quiebre, y la manera en que cerró el partido es increíble.
– ¿Le sorprende Alcaraz? ¿Cree que puede alcanzar números históricos en el futuro?
– Si A los 20 años Alcaraz mostró ese temple, esa audacia, en momentos tan delicados, entonces se genera una esperanza respecto a un futuro brillante. Ha jugado solo 10 torneos de Grand Slam y ganó dos. Pónganse a pensar en eso, ni Federer, ni Nadal, ni Djokovic estaban a su nivel en este momento de su carrera.Alcaraz tiene el talento y el temperamento para salir a buscar esas cifras del Big Three que parecen inalcanzables. Hay que ver cómo le va con las lesiones. Lo tiene todo.
– Esa comparación de Alcaraz y los tres grandes… ¿Le hace sentido?
– Yo estoy de acuerdo con Djokovic, que Alcaraz conjuga muchas cualidades del Big Three. Él los vio jugar desde que nació, imagínate qué buena influencia para un jugador. Y no creo que sea el primero, creo que vienen más con el legado inspirador de los tres grandes. Hay que mencionar a Juan Carlos Ferrero, una gran labor que ha hecho. Muchos no saben quien fue el agente Albert Molina que hace 7-8 años le llevó a Alcaraz para iniciar el proyecto. Es increíble lo que vemos, una historia impresionante.
– ¿Por qué la gente reacciona a Djokovic desde polos tan opuestos? Hay alabanzas, hay abucheos… ¡Y es el más exitoso de la historia!
– Djokovic siempre será el villano de la película, porque con dos superhéroes como Federer y Nadal simplemente no hay cabida para un tercero, y menos si viene de atrás para superarlos en cantidad de Grand Slams y en números de toda índole. El público en Londres es de lo más rígido y puritano que puede haber. Ciertamente la ruptura de la raqueta contra el poste de la net no convive mucho con la idea del tenis en esa cancha, pero Djokovic es lo que es. Es un guerrero, un gran soldado. Si él asumiera el rol de villano, creo que ganaría mucho más. Él quiere ser querido y amado. Mucha gente está de su lado, tiene ciertamente muchos seguidores y amantes. Creo que con el tiempo, le van a dar su justo valor. Es como un Ivan Lendl, si se le puede comparar, otra leyenda que dominó una era. Hay que disfrutarlo con lo bueno, lo malo y lo feo. Lo da todo siempre.
– ¿Qué recuerdos se le vienen a la mente cuando usted respira el verde de Wimbledon?
– En 1985 estaba jugando torneos juveniles en Europa y recibí la notificación de que había entrado Wimbledon. En aquella época no era por ranking, sino que la federación te inscribía. No sé qué maniobra utilizaron, pero pude venir a jugar con 14 años. Llegué al aeropuerto, agarré el tren a Southfields y tuve que caminar el kilómetro en subida que separa la estación con el All England Club con una valija de 30 kilos sin ruedas. Fue inolvidable mirar este lugar tan majestuoso por primera vez. Y cada vez que vuelvo me encuentro con mejoras. El lugar va cambiando, pero siempre mantienen la tradición que lo hace tan mágico.
– Fue campeón junior en 1988…
– Había ganado el Grado A de Caracas, que es la misma semana de Australia. Era un campeonato de mucho nivel. Después gané Roland Garros. Y aunque el césped era mi mejor superficie, no tenía grandes expectativas en Wimbledon. Guardo el recuerdo con muchísimo cariño y honra. Me acuerdo que en semis perdí el primer set y ahí dije “Si hay algún torneo que no puedo dejar de ganar es este”. Fue lindo. Terminé un lunes por la lluvia y hubo que jugar en otra cancha, no en Court 1, pero el trofeo es el mismo.
– ¿Cuál es el factor más importante para definir a un jugador como el mejor de todos los tiempos?
– No está todo dicho todavía. Veo entre tres o cinco oportunidades claras para que Djokovic gane más Grand Slams. Hay que ver cómo vuelve Rafa. Lo veo de una manera individual y los números no mienten con Djokovic. Para mí Federer significa la masificación del tenis, lo que todo el mundo idealiza en un tenista; el profesionalismo y el respeto hacia los rivales y el juego de Nadal es excepcional; y lo que hizo Djokovic en la era con dos gigantes, meterse entre los palos y lograr superarlos es algo que nunca se hubiera pensado. Como conjunto lo veo como un privilegio para todos nosotros. Yo no veo la necesidad de escoger uno, pero que la gente hable. Mientras más hablen del tenis, mejor.
– Según Juan Mónaco, Djokovic nunca va a poder conseguir el amor del fan que sí tienen Nadal y Federer. ¿Concuerda?
– Estoy de acuerdo con Pico. Aunque creo que si Rafa decide no jugar más, Roger ya afuera, sin duda Djokovic tendrá el afecto que siempre ha buscado. Y me gustaría ver que lo reciba, porque se le nota, se respira que es una persona que quiere ser querida. Yo creo que hubiera ganado mucho más dinero si se hubiera sacado la máscara y hubiera sido el villano de la película. Pero creo que quiere ser adorado y creo que se lo merece.
– Qué impresionante es el tenis. Uno de los deportistas más fuertes mentalmente en la historia se ha visto nervioso, como en Nueva York en 2021, al borde de completar el Grand Slam. Alcaraz se acalambró en Paris, luego aprendió del error en Wimbledon.
– Novak no pudo jugar ese partido de los nervios. Tenísticamente hablando pasaba en un mejor momento que ahora. Pero mentalmente ha demostrado ser un gigante. Y Alcaraz con toda la confianza que tiene le pasó en Roland Garros. Le pesaron las 48 horas previas al partido contra Djokovic. Y si le pasó a Djokovic en Nueva York, también le pasó a Serena Williams contra Naomi Osaka cuando jugaba por empatar a Margaret Court. Se ve que se le puede pasar a cualquiera. El tenis es muy complejo.
– ¿Cuál es la mejor versión en un tenista en toda la historia?
– Por lejos Nadal en la central de París. Ese el partido de tenis más difícil de todos los tiempos. No hay lugar a dudas.
– ¿Cómo ve el tenis en la región latinoamericana?
– Me encantó ver que Nico Jarry superara su nivel anterior, esperemos que Cristian Garin pueda hacer lo mismo. Seba Báez está jugando muy bien. Hay preocupación por el Peque, me gustaría verlo que siga con éxitos. Lo de Juan Pablo Varillas en París fue magnífico. No veo una superstrella. Me extraña que no haya salido de Brasil alguien con la envergadura de Guga, en un país tan grande que se fascinó con el carisma y la personalidad de él. Sí que estuvo Thomaz Bellucci y Thiago (Seyboth Wild) jugando bastante bien, pero ni en Brasil ni en el resto de la región se vislumbra una superestrella, no parece haber un Delpo en el horizonte.
– Hablando de Juan Martín Del Potro… ¿debería aparecer en Nueva York como dijo que quería hacer para despedirse del tenis?
– Yo le deseo lo mejor. Lo quiero mucho. Estuve en 2009 siguiendo ese título, esa celebración. Tuvo muy mala suerte con las lesiones. No sé cómo estará ahora, pero por lo que he escuchado no lo veo que esté lo suficientemente saludable para presentarse en un torneo de esa categoría.
– Pero él si quiere, levanta el teléfono para llamar a la organización y ya le están dando el wild card, ¿no?
– Hay que ver si se lo dan, porque si no estás al 100% prefieren dárselo a alguien que lo pueda aprovechar.
– ¿Es un riesgo para su imagen llevarse una paliza en la Arthur Ashe si no puedes correr bien?
– Es posible.
– ¿Cómo se trataba el tema de la diversidad sexual en su tiempo en el tenis?
– Yo creo que el tenista en general era una persona bastante liberal, por lo menos en mi época. Hace 20-25 años ser tenista profesional significaba que tenías una visión bastante libre del mundo. Hoy en día el tenista es mucho más conservador como persona. Han cambiado los tiempos. Con respecto a la visión sobre la sexualidad de la gente, ha cambiado mucho los últimos años. Se ha educado mucho más, es prácticamente una obligación aceptar a todas las diversidades. Yo pienso igual: respeto a todo el mundo y no me incomoda ninguna opción, no pienso que es mejor o peor. Creo en el respeto entre todos.
– ¿Cómo hubiera sido si un tenista masculino salía del clóset en los 90?
– En mi época había un par de jugadores que tal vez no quisieron salir del clóset en ese momento, que lo hicieron después que terminaron la carrera. Es muy probable que hoy existan (gays en el circuito masculino). En las mujeres es mucho más abierto. Nadie se ha declarado y no creo que sea gran noticia cuando eso suceda.
– ¿Acaso el tenis no es un lugar seguro para las minorías sexuales?
– O tal vez la persona quiera mantener su privacidad. Por una cuestión de privacidad. Tal vez sea algo que le convenga económicamente, salir del closet porque yo creo que habría muchas oportunidades de patrocinio para quien se declarara gay. Pensando un poco así por encima, en el tour de los hombre son veo que haya ninguno en estos momentos.
– Key Biscayne es ahora su residencia… ¿Cree que fue un atentado sacar al Miami Open de ahí y moverlo a un área con menos historia y ambiente?
– Es que quedó pequeño. El lugar fue revolucionario en su época. La comunidad lo disfrutó muchísimo, pero sencillamente no se daba abasto. Los jugadores tenían limitado el numero de invitados, el tráfico era un problema. Fue una decisión de negocio de los nuevos dueños. IMG vio la oportunidad de asociarse con una persona muy poderosa y de hacer un negocio. Económicamente resultó bien.
– ¿Cómo ve la relación entre los medios y los jugadores? Usted que ha estado en ambas veredas, ¿no le parece que se han distanciado? ¿No son demasiado inasequibles?
– Lo que pasa es que hay muchos medios y el tenista tiene tiempo limitado. A mí me parece que hay demasiado acceso. Los tenistas grandes después de los partidos tienen hora y media a dos horas con los medios y me parece mucho. Todo ha cambiado con el tiempo. Creo que los tenistas están menos asiduos a abrirse. Ponen el cassette mucho, y dicen lo correctamente que tienen decir. No hay muchos tenistas que tú vayas a entrevistar y que digas ‘wow, qué buena oportunidad que voy a tener con este tipo de conversar abiertamente’. Hay algunos que son muy buenos, que se comunican, que son abiertos y verdaderamente escuchan y razonan la pregunta. Pero la mayoría no. La mayoría no dice muchas veces lo que siente.
– ¿Quiénes son algunos ejemplos?
– No viene al caso. Pero ves a Nadal y a Azarenka, por ejemplo, y tú sabes que te van a contestar cabalmente. Le dan el respeto al periodista de contestar. Hay otros que no, que sencillamente sienten que le están haciendo un favor al periodista por hablar con ellos, cuando en realidad no es al periodista a quien le están hablando. Le están hablando a su público. El periodista conduce el mensaje a la audiencia. Hay muchos tenistas que eso no lo captan.
– Tengo que preguntarle por la situación de su querida Venezuela.
– Venezuela para mí es la gran tragedia de mi vida. Después del fallecimiento de mi padre el año pasado, es lo más doloroso que he tenido en la vida. Yo quería vivir en Venezuela que es el mejor país del mundo, sin lugar a dudas. Un país que nos acogió siendo inmigrantes de Uruguay cuando tenía tres años. Un país con una gente con corazón enorme, país hermoso, bondadoso, país privilegiado, y el gran dolor es cómo dejaron que poderes extranjeros se apoderaran de Venezuela. Los cubanos, los rusos y los chinos. Y ahora también los árabes son los dueños de Venezuela. No los venezolanos. Es una gran tristeza que mis hijos no puedan tener la infancia que yo tuve.
– ¿No cree que el país puede agarrar un rumbo diferente?
– No, ya destruyeron la esencia. Crearon el odio entre las clases sociales, que antes no existía. Vivíamos felices todos indios, negros, blancos, extranjeros, venezolanos. Ahora hay mucha corrupción, mal manejo, poca educación. Yo creo que a los pocos que están en el poder ahora, no les interesa que cambie nada.
– ¿Se puede estar peor?
– Si, siempre.
– Y tiene al menos una pizca de esperanza?
– Siempre hay esperanza, pero no yo no voy a vivir para ver a Venezuela ser un país próspero. Creo que eventualmente volverá a serlo. Espero que los próximos lo hagan mejor. Hemos demostrado ser malos ciudadanos en Venezuela.
– En el tema tenístico, Caracas siempre tuvo una linda tradición de clubes de distintas colonias.
– Sí, sigue habiendo. Los clubes están muy bien en Venezuela porque son santuarios, sobre todo en los peaks de violencia. Ya no hay dinero, entonces hasta los ladrones se fueron de Venezuela, pero en una época que estuvo muy violento, han servido de una burbuja de seguridad y tranquilidad dentro de una ciudad caótica.