NUEVA YORK – Claro que perdería, dijo Rafael Nadal. «Ni dudarlo».

¿Perdería? ¿Él? ¿Con quién?

Con Rafael Nadal.

¿Perdón?

Rebobinamos: el Rafael Nadal versión 2022 perdería con el Rafael Nadal de 2013. Y con el de 2011, y con el de 2008.

Lo mismo le sucedería a Novak Djokovic: el serbio de 2022 caería ante el de años atrás.

La teoría lleva la firma de Toni Nadal, pero crece en valor porque le envió la pregunta a su sobrino y este está de acuerdo: «Sí, absolutamente, perdería».

«Lo que creo es que el nivel de Rafa, el actual, es inferior al de 2008, 2011. Por sus condiciones físicas, su falta de continuidad en el juego… Por los problemas que haya tenido», explicó a CLAY el ex entrenador de Nadal.

«Lo mismo sucede con Djokovic, que no es hoy el mismo que el de 2011 o 2015, es un Djokovic al que la concentración se le va más veces, sus golpes ya no son tan determinantes».

Y eso es un problema para el tenis, explica el hoy consejero del canadiense Felix Auger-Aliassime.

«Rafael y Djokovic siguen ganando. Y si siguen ganando con un juego peor, la realidad es muy evidente. Si yo juego y gano con un juego peor quiere decir que mis rivales son un poco peores».

Es decir: es malo para el tenis, añade. Es probable que el Nadal de sus mejores años no le hubiese entregado un set al joven australiano Rinky Hijikata, como sucedió en la noche del martes en su debut en el US Open.

«Cuando veo un partido de la final de aquí del 2013 veo que para Rafael lograr ganarle a Djokovic necesita hacer muchos golpes extraordinarios, muchos golpes muy buenos. Djokovic pega también muchas bolas increíbles. En cambio, para ganar el partido que gana Rafael contra (Daniil) Medvedev en la final de Australia este año, ninguno de los dos juega a un nivel tan alto. Ese partido parece extraordinario cuando lo estás viendo, pero si lo vuelves a ver descubres que hay muchos errores».

Toni Nadal entrenó a su sobrino desde sus más tiernos años y lo llevó al número uno del mundo y a la conquista de 16 de los 22 títulos de Grand Slam que ha ganado.

Su análisis acerca de que Nadal esta en un escalón inferior es atendible, aunque también hay que destacar que su sobrino tiene buenas posibilidades de cerrar la temporada como número uno del mundo.

Rafael Nadal celebra un punto durante su victoria ante Novak Djokovic en Roland Garros 2022

«Hagamos un símil», propone Toni Nadal. «Si tú ganas los Juegos Olímpicos del 2012 con 19,4 en los 200 y los del 2020 con 19,8, evidentemente el nivel ha sido peor».

«Es lo que está sucediendo en el tenis. Evidentemente hoy en día hay muchos jugadores que te pueden ganar, muchos que le pegan muy bien y muy fuerte a la pelota. Pero el juego al límite es algo inferior».

«El Nadal de 2009 o 2010 le gana al de 2022. Yo creo que sí. Y creo que Rafael también lo cree. Porque evidentemente Rafael era mucho más rápido, mucho más joven. Aunque ahora pueda tener una capacidad de entendimiento superior, hay cosas que son diferentes: el Nadal de 2008 o 2010 vencería al de hoy».

Lo mismo sucede con Roger Federer, aunque el caso del suizo sea diferente: tiene 41 años, lleva más de un año sin jugar y tiene entonces sentido plantear que su versión 2022 es inferior a la de años anteriores.

«Ha habido momentos increíbles de Federer en 2017, pero él mismo dijo que su mejor nivel fue en 2006, 2007, porque uno tiene una edad que le permite llegar a la pelota antes. No es lo mismo llegar justo a la pelota que llegar con tiempo».

Mientras Toni Nadal habla, Auger-Aliassime espera paciente a unos metros. El canadiense es uno de los jugadores de mayor progreso en los últimos tiempos, y promesa de estrella de primerísima línea. Tiene 22 años, sí, ¿pero cuánto más habrá que esperarlo?

«Esperemos que llegue pronto, a ver si este chico le empieza a pegar fuerte y las mete todas adentro».

FOTO: Toni Nadal y Felix Auger-Aliassime posan para CLAY en el área de jugadores del US Open / SEBASTIÁN FEST

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