«Muchas veces el dinero manda»: Martín Jaite, el futuro de Buenos Aires y la fuerza saudí
BUENOS AIRES – El dinero mueve al mundo, suele decirse. Y al tenis, claro. Lo sabe bien Martín Jaite, director del ATP 250 de Buenos Aires, un torneo vibrante y con éxito de público que busca saltar a la categoría 500, pero que siempre se encuentra con el límite de la realidad: Estados Unidos, Alemania y Qatar son mercados mucho más poderosos e interesantes que Argentina.
«Muchas veces el dinero manda», dijo Martín Jaite durante una entrevista con CLAY en Buenos Aires, sede del Argentina Open, un torneo que cuenta este año con tres campeones de Grand Slam como Stanislas Wawrinka, Carlos Alcaraz y Marin Cilic.
Ex número diez del mundo y ganador de 12 torneos en el circuito de la ATP, el ex tenista no solo explica los entresijos del circuito: también entra en temas de actualidad como el futuro de Rafael Nadal, el status de Novak Djokovic y el creciente poder de Arabia Saudita.
Entrevista a Martín Jaite
. El Argentina Open parece en varios aspectos más que un ATP 250, ¿tiene esa sensación?
– En realidad en los últimos años se vino dando un poco así, quizás esta presencia de Alcaraz hace que se vea más, pero en los últimos años hemos tenido grandes jugadores. Tenemos tres campeones de Grand Slam y un gran momento del tenis argentino que también hacen elevar la vara. Hay muchos jugadores sudamericanos, es un gran cuadro.
– La lista de campeones desde la primera edición en 2001 impresiona: Kuerten, Moyá, Nadal, Wawrinka, Alcaraz…
– El boca a boca de los jugadores funcionó muchísimo, y cuando se ve a los jugadores que han ganado se advierte que son todos grandes jugadores de polvo de ladrillo. Eso le hace muy bien al torneo.
– ¿Qué hay de diferente en el torneo en 2024?
– Creo que este es el año que el público más diferencias va a encontrar. Hemos hecho muchos cambios. Los jugadores se van a encontrar con un vestuario y una sala de jugadores completamente nuevos. El vestuario anterior se tiró abajo y se hizo algo nuevo. El torno creció hacia los costados porque tenemos varias cosas dispuestas al lado de la vía del tren, un polo gastronómico nuevo, y con un acuerdo con el gobierno de la ciudad tenemos parte de las calles de Palermo.
– Toni Nadal se quejó de que la ATP discrimina y no apoya a los 250, es algo que vivió como director de un torneo de esa categoría en Mallorca. ¿Comparte esa sensación?
– Lo que pasa es que están poniéndolo mucho el ojo a los Masters 1000, pero no tengo esa sensación. Sí es cierto que nosotros queremos seguir creciendo y nos hemos encontrado este año con una decisión de la ATP de priorizar su tema económico y perdimos la puja por el 500 a manos de Doha. Cuando el tema es solo económico, para algunos países no es sencillo.
– El deporte y el tenis miran más al tema económico. ¿Tiene solución eso?
– Es que no podés quejarte porque esto es un negocio, un negocio para todos. Y la ATP tiene también sus presiones, sobre todo de los jugadores, que quieren mejores premios. Y los torneos quieren ganar más. El mundo va para ese lado, no es fácil que el dinero quede de lado.
– Dallas y Múnich también fueron ascendidos. ¿Hay alguna posibilidad en el futuro cercano de que Buenos Aires sea un 500 o es aconsejable olvidarlo?
– Es que Múnich es otra fecha, no es competencia para nosotros.
– Claro, pero me refiero al perfil de ciudades elegidas: Europa, Estados Unidos y el mundo árabe. Son todos grandes mercados.
– Es que lo que quería la ATP es que se junten dos torneos. Múnich se juntó con Lyon o Bucarest. El torneo pasa a ser un 500, pero uno de los dos desaparece. Y pasó lo mismo con Dallas y Atlanta: se unieron dos 250 para crear un 500. Nosotros podríamos habernos unido con otro 250 o comprar la fecha, que finalmente la compraron los qataríes. Nosotros creemos que en algún momento se va a volver a licitar otra fecha, y ahí veremos. Pero ahora estamos concentrados en este torneo, no nos quita el sueño ser un 500.
– Como ex jugador que es, cuando ve a los tenistas y el circuito actuales, ¿siente que jugó a un deporte muy diferente?
– Como deporte es casi el mismo, más allá de que es otra velocidad y es otro tipo de juego. Lo que cambió mucho es lo externo, lo que acompaña al tenista, había menos gente alrededor. Hoy hay más gente, por ejemplo en el cuerpo técnico. Hay muchos cuidados, y por eso los jugadores duran más. Jugadores con 36, 37 años que están en los primeros puestos del ranking, eso tiene que ver con cómo se cuida a los jugadores.
– Cuando salta el debate sobre el mejor de todos los tiempos, ¿usted elige a Djokovic?
– Me cuesta mucho poner un ranking de mejores jugadores de todos los tiempos, porque hay muchos jugadores importantes a los que no vi jugar. Por ejemplo, muchos hablan de Laver, y a Rod Laver no lo vi jugar. Yo comencé a ver tenis con Bjorn Borg, Guillermo Vilas y toda esa camada. Después habrá que guiarse por la cantidad de títulos ganados y de Grand Slam. En ese sentido uno podría pensar que es Djokovic, pero para mí los duelos de Federer y Nadal fueron más fuertes que los duelos de Nadal y Federer con Djokovic. Es muy difícil tomar partido por alguno de los tres.
– Nadal intenta volver, ¿qué ve de él este año, de que es capaz?
– Nadal tiene siete vidas. Ya se ha lesionado muchas veces y ha vuelto. Todo va a depender de lo que le diga el cuerpo, porque ganas tiene. Pero si el cuerpo no le responde va a ser imposible.
– Nick Kyrgios dice que su juego hoy es mejor que el de Boris Becker en 1985.
– Me imagino a Becker con la tecnología de hoy y los cuidados de hoy y podría volver a ganar Wimbledon. Los que fueron grandes entonces, si los ponías a jugar aprovechando los progresos de hoy, volverían a ser grandes. Y estos jugadores de hoy, puestos en la época anterior, también serían muy grandes.
– ¿Vio «Break Point»?
– ¿Cuál es? ¿La serie, la de Netflix? No la vi.
– La despedida de Del Potro hace dos años en Buenos Aires, ¿qué significó para usted y el torneo?
– Fue bueno para todos. Para él y para el torneo. Para él, porque pudo jugar ante su gente y despedirse. Y para el torneo fue muy bueno porque generó una expectativa muy alta. Es uno de los grandes hitos en los 24 años de historia del torneo
– Alcaraz tiene un contrato con Rio que vence el año que viene, ¿eso hará difícil que vuelva a Buenos Aires?
– El año pasado, cuando vino, no me imaginaba que iba a volver este año. Y volvió. No te podría contestar a esa pregunta.
– Cuando ve jugar a Alcaraz, ¿qué le genera?
– A mí me parece un gran jugador, un jugador lindo para ver. Va para adelante, siempre está tratando de crear jugadas. Me parece increíble tenerlo en el Buenos Aires Lawn Tennis jugado nuestro torneo.
– ¿Qué implica la presencia de Stanislas Wawrinka?
– Durante muchos años quisimos volver a tener a Wawrinka. Para mí es un jugador muy interesante, me encanta su revés. Las tres veces que había venido se había sentido muy bien. Quizás en su caso sí sea la última vez que se lo vea en Buenos Aires.
– ¿Qué opina del ingreso del poder saudí al tenis?
– No estoy muy al tanto, sé lo del «Six King Slam». Pero es algo que está naturalmente en el deporte. Se dio en el fútbol, en el golf y ahora está llegando al tenis, es muy difícil que no suceda.
– O sea que va a suceder, no hay manera de detenerlo.
– Es que para los jugadores es muy difícil resistirse a semejante cantidad de dinero.
– Volvemos al principio: lo que pesa el dinero en el circuito.
– Sería muy fácil decir que no hay que ir por todas las aberraciones, pero muchas veces el dinero manda.
– A Nadal lo han criticado mucho por convertirse en embajador de la Federación de Tenis Saudí.
– ¿Y qué podés decir sobre eso? Es difícil opinar cuando hay mucho dinero en el medio, más allá de lo que te pueda parecer ético o no.
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