NUEVA YORK – Fueron días de contrastes emocionales para Beatriz Haddad-Maia en Nueva York: éxito deportivo y dolor por la muerte.
La brasileña consiguió uno de los mejores resultados de su carrera en el US Open 2024 al llegar a los cuartos de final. Por otra parte, el fallecimiento al de uno de los hijos de su fisioterapeuta Paulo Cerutti al poco tiempo de nacer, la golpeó con fuerza.
Cerutti y su mujer esperaban mellizos. Por eso, el brasileño no viajó a la gira norteamericana y se quedó en Brasil para estar en el parto. Después del partido que Haddad Maia ganó a Caroline Wozniacki en octavos de final, la propia tenista reveló la noticia que había recién recibido: uno de los bebés sobrevivió, el otro, no.
«Mi mente está un poco revuelta, porque recién recibí la noticia de que mi fisio perdió a su hijo. Es un momento duro para mí, aunque igual estoy feliz por la victoria. Lo único en lo que pienso ahora es que voy a pelear hasta el final y dejaré todo en la pista por él», dijo tras su paso a cuartos de final.
A pesar de que luchó con ese dolor, la siguiente ronda no fue exitosa. Perdió por 6-1 y 6-4 ante Karolina Muchova en una cancha que nunca le acomodó. En su primera experiencia en la Arthur Ashe, Haddad Maia no solo fue superada con categoría por su rival, si no también por la inmensidad y el ruido del estadio de tenis más grande del mundo.
«Por mi lado fue más emocional. A veces tenemos algunas cosas dentro y fuera de la cancha que pueden molestarnos, pero sí, hoy ha sido culpa mía. No pude concentrarme. Era yo contra mí misma, eran mis fantasmas dentro de mi mente. Era mi primera vez en Ashe. Es diferente. Es enorme. Es ruidoso», confesó.
Su campaña hasta cuartos de final la convirtió en la primera mujer brasileña en esa ronda desde María Esther Bueno. La leyenda brasileña fue cuatro veces campeona, cuando el evento se disputaba sobre el césped de Forest Hills (1959, 1963, 1964 y 1966).
«Siento que estoy dejando un legado y abriendo puertas para que se hagan más torneos, para que más gente en Brasil siga el tenis, que más personas apoyen al tenis femenino. Esto me llena de motivación. Es lo que me impulsa a seguir, significa mucho para mí», dijo a CLAY.
«Mi vida en Brasil es algo diferente, la gente me para en la calle o en los restaurantes, siempre hay alguien que quiere una foto, o que me recuerda un partido. Algunos me dicen que sus hijos empezaron a jugar tenis gracias a mí. Eso me pone orgullosa», dijo la tenista de 28 años, quien volverá al top 20 de la WTA este lunes gracias a lo hecho en Flushing Meadows.
Haddad-Maia es muy cercana a su equipo de trabajo. A los miembros de su equipo los considera como una familia.
«Siempre comparto mis pensamientos y mis sentimientos», reveló.
«Puedo hablar 100% lo que siento, expresar mis miedos para así dejar atrás mis fantasmas. Compartir lo más profundo de mí me hace mucho más fuerte. Lo más importante es tener buenas personas y un buen ambiente alrededor para todo lo que pase afuera no afecte tanto cuando estoy dentro de la pista», dijo a CLAY la brasileña con un buen nivel de español, idioma que le dio el tenis.
«¿Presión? Los tenistas convivimos con una presión buena, porque nuestro trabajo es una forma de entretenimiento para la gente. La presión es más dura para cosas de vida o muerte, y es lo que estoy tratando de aprender para llevar mejor los partidos», apuntó.