LONDRES – Fue como si Carlos Alcaraz estuviera apurado para llegar a ver a España en la final de la Eurocopa.
El español arrasó con Novak Djokovic y defendió con éxito el título de Wimbledon. Bajo el cielo nublado de Londres, el ahora cuatro veces campeón de Gran Slam le faltó el respeto al tenista más exitoso de todos los tiempos. En 2 horas y 27 minutos, Alcaraz despachó al serbio por 6-2, 6-2 y 7-6 (7-4).
«Es un sueño para mí. A los once años dije en una entrevista que ganar Wimbledon era lo que yo soñaba, y ya lo he conseguido por segunda vez», dijo con el trofeo en sus manos.
El primer juego del encuentro duró 14 minutos e hizo pensar que la batalla entre los dos iba a ser como el de 2023: impredecible, vibrante y con altos niveles de intensidad hasta el quinto set. Sin embargo, la sobredosis de energía la entregó solo el tenista de 21 años, quien no soltó el control desde que quebró en aquel eterno primer game.
Sin embargo, hubo un momento de duda para el español. Tuvo tres bolas de partido con 5-4 en el tercer set, pero errores increíbles aplazaron su triunfo, que luego ganaría en el desempate. Acabó siendo una anécdota.
«Estando 40-0 me sentía muy lejos, ya que Djokovic es un gran luchador. Intenté jugar mi mejor tenis y pude encontrar soluciones», explicó.
Djokovic lució apagado y en blanco. Muy errático, sobre todo cuando intentó tomar la iniciativa desde el fondo o cuando subió a la red. Sin ideas y absolutamente neutralizado por la fuerza de Alcaraz. Los 16 años de diferencia se notaron en la pista.
Como dijo Alcaraz cuando pasó a semifinales, él ya no es «un novato» y van quedando pocos momentos y lugares que le sientan desconocidos. En la final de Wimbledon fue muy notoria la avalancha de juventud sobre un Djokovic muy parecido a su versión contra Daniil Medvedev en la final del US Open 2021, o ante Rafael Nadal en Roland Garros 2020. Perdido en la cancha como en pocas ocasiones. Totalmente reducido.
El serbio estuvo demasiado pasivo con la gente también. Quien a principios de semana se peleó con parte del público del All England Club, este domingo buscó muy pocas interacciones de esas que suelen animarle. Del otro lado de la red estaba el único protagonista. Fue apenas en mitad del tercer set cuando Djokovic metió un winner con un tiro de entrada para acercarse a su primer break, cuando aprovechó de alimentarse del apoyo de la multitud por primera vez. Pero Alcaraz aguantó esa arremetida con éxito.
«Es el mejor jugador de 21 años de toda la historia», dijo Djokovic después de su victoria en semifinales. Alcaraz le dio la razón y mostró su mejor de sí. Una faceta de tenis agresivo y dictador, que promete seguir por más y más récords.