SANTIAGO, Chile – Este miércoles en el Chile Open, Jaime Fillol presentó su libro Huellas en la arcilla (Ediciones de la Lumbre) donde relata varios aspectos muy sabrosos de su vida y su carrera en el tenis.
Cuenta en esas páginas historias interesantes de algunos personajes del tour. Ahí relata cómo Guillermo Vilas se fue alejando de sus amigos y enfocando sólo en lo material después de que conoció al rumano Ion Tiriac, su entrenador y manager.
“Eso que yo veía en él que fue evolucionando negativamente, por decirlo así, coincide con el ser gestionado por Ion. Diría que también coincide con la separación de sus padres y él se fue aislando del resto del grupo, cosa que no hacía antes. Estaba un periodo de tres o cuatro meses con una persona, estaba muy cercano y luego cambiaba, sin decir nada…”, dijo Fillol al periodista Carlos González en entrevista con La Tercera.
En el libro, Fillol menciona que el argentino estaba muy necesitado de cariño: “Yo creo que era eso lo que él buscaba. Era más allá de ir a la cancha a tal hora y terminar a tal hora, sino que había una relación de sentarse a conversar, a lo mejor de comer juntos, y como lo digo ahí, le gustaba jugar con mis hijos. Era bien cercano. Después se fue aislando”.
El chileno cumplió un rol fundamental en el tenis. Fue miembro fundador y uno de los primeros presidentes de la Asociación de Tenistas Profesionales. Siendo jugador, al mando de la ATP impulsó el primer plan de pensiones, y el código de conducta.
“El código de conducta era una necesidad imperiosa. No había norma que controlara a los casos difíciles. Estaba Illie Nastase, que no era un caso fácil. Hasta ahí él podía hacer lo que quisiera. Estaba (Jimmy) Connors, después apareció (John) McEnroe, que era bueno para presionar a los árbitros y jueces de línea. No era fácil jugar con él”, recordó.
“Queríamos que lo que no estaba bien en Roland Garros tenía que no estar bien en Wimbledon. Fuimos los mismos jugadores que nos pusimos las restricciones Si uno es bueno para hacer tiempo, u otro intenta influir en los árbitros… nosotros mismos decidimos estandarizarlo”, dijo el campeón de 24 títulos profesionales (ocho en singles, 16 en dobles).
Legado para las familias
Fillol, que fue de los primeros jugadores en viajar con su familia por el circuito a pesar de las dificultades económicas relató cómo su mujer, Mindy Haggstrom, fue la que impulsó la creación de espacios para los bebés y las madres en los grandes eventos. Fue a partir de un momento en Roland Garros con Cecilia Fillol, madre del actual tenista chileno Nicolás Jarry Fillol, en la década de los 70.
«Junto con Patricio Cornejo (ex 65° ATP) éramos los primeros que viajábamos con hijos. Mindy no sabía donde cambiarle los pañales a nuestra hija Cecilia, no había un lugar para que diera papa (amamantar) tranquila. No podía entrar al vestuario de las mujeres porque no era jugadora. Entonces habló con Phillippe Chatrier, quien era el presidente de la Federación Francesa de Tenis por entonces. ‘¿Cómo cuido a mi guagua?’, le dijo. Chatrier le brindó inmediato acceso a los vestuarios, y prometió mejorar la infraestructura al año siguiente”, relató en la presentación, en conversación con el periodista Mario Cavalla.
Haggstrom, fallecida en 2021, dejó ese legado en el tour. Cuarenta años después los tenistas gozan todas las comodidades necesarias para convivir con sus familias. Su nieto hoy viaja a tiempo completo con Laura y sus hijos Juan y Santiago. Los Jarry son un símbolo del nuevo tour, cada vez con más coches y biberones dando vueltas por las áreas de jugadores.