Los corazones rotos que deja Federer en el “día triste para el tenis”

El día que el tenis nunca quiso que llegara. Roger Federer echó pie atrás en su intento de volver a jugar tenis profesional en el ATP de Basilea. No será su ciudad la que lo vea por última vez competir de manera real. Tampoco Wimbledon, como soñaban miles de fans.

Nadie sabía en ese momento de 2021, que en la Catedral el polaco Hubert Hurkacz le propinaría la última derrota de su carrera, con ese 6-0 en el tercer set.

Tras el anuncio, mediante una carta leída por él mismo, llegó la avalancha de saludos públicos del mundo del tenis.

Quién más que el rival más importante de su carrera para dedicarle unas palabras. En Twitter, Rafael Nadal lo llamó “amigo”, reconociendo su tristeza personal: “Ha sido un placer pero también un honor y un privilegio compartir todos estos años contigo, viviendo tantos momentos increíbles dentro y fuera de la cancha. Tendremos muchos más momentos que compartir juntos en el futuro, todavía hay muchas cosas que hacer juntos, lo sabemos”.

Se reencontrarán en Londres para su despedida, donde el equipo europeo de la Laver Cup contará con el “Big Three” (Federer, Nadal y Novak Djokovic) y el escocés Andy Murray.

El número uno del mundo, en tanto, quedó con el corazón partido.

La meta en el tenis que más le hacía ilusión a Carlos Alcaraz, era enfrentar a quien ganaba su primer Grand Slam (Wimbledon, 2003) cuando el español tenía exactos dos meses de vida.

Así le contó a La Vanguardia en Nueva York, el día después de su título en el Abierto de Estados Unidos:

“(Quiero) Jugar con Federer. Ahora mismo tengo pocas chances de poder jugar contra él, pero me gustaría. Y también ganar a alguno del ‘Big Three’ en un Grand Slam. Siempre he dicho que para ser el mejor hay que ganar al mejor”.

Alcaraz colgó en redes sociales el emoticón de un corazón roto: «Roger fue uno de mis ídolos y fuentes de inspiración. Gracias por lo que hiciste por este deporte. ¡Todavía quiero jugar contigo!”.

“Federizar”: Dominar con clase y estilo

“Para realemente “federizar” algo, no sólo debes dominarlo, sino que también hacerlo con clase y estilo”, expresó en Instagram el griego Stefanos Tsitsipas, sacando a colación la palabra que el Urban Dictionary define así.

“Gracias por hacer que este deporta parezca tan sencillo, pero tan difícil de emular al mismo tiempo”. Federer es la razón la que Tsitsipas juega el revés a una mano.

«Fue un honor compartir tiempo y experiencias en los terrenos más sagrados de nuestro deporte. No seas un extraño», escribió Andy Roddick, otro de sus grandes rivales de su época a quién Federer venció en 21 ocasiones.

“Federer, Federer, Federer, Federer, Federer… y aquí lo cagué”. Juan Martín del Potro le enseñaba al basquetbolista Manu Ginobilli, la semana pasada en el vestuario del US Open, los nombres de los campeones del último Grand Slam del año.

Del Potro, el hombre que en 2009 impidió el sexto título seguido de Federer en Nueva York, agradeció a su amigo por “hacer del tenis un deporte único” con la noticia que no quería escuchar y que lo entristece: “Gracias por ponernos a prueba a todos, elevar la vara en cada torneo que jugamos”.

Venus Williams, aún activa en la competencia, subió una foto de ambos con el trofeo de Wimbledon y la frase “el más grande de todos”. Ambos coincidieron como campeones el 2005 y 2007.

Por su parte, Billie Jean King destacó que el suizo “tiene el juego más completo de su generación y cautivó los corazones de los fanáticos de los deportes de todo el mundo”.