Cuando elegimos CLAY como nombre de nuestro sitio sabíamos bien que estábamos ante una palabra con mucha historia en el tenis. Sabíamos, también, lo que esa superficie, el clay, significó para la argentina Gabriela Sabatini. La propia Gaby nos lo cuenta.
«He tenido grandes, hermosos y memorables momentos en el clay, y hasta diría que fue en dónde di el gran salto que me llevó a competir en los niveles más altos», explicó la campeona del US Open 1990 en diálogo con CLAY.
Sabatini se refiere, sobre todo, al torneo de Hilton Head 1985. Tenía 14 años y sorprendió al tenis derrotando a la estadounidense Zina Garrison, número nueve del mundo, a otra estadounidense, Pam Shriver (5ta) y a la búlgara Manuela Maleeva (4ta) para escalar a una inesperada final en la que la frenó la estadounidense Chris Evert.
Aquel torneo de Hilton Head, como varios otros en la primavera norteamericana en los ’80, se jugaba sobre ese clay verde que es tan típico del tenis estadounidense. Hermano del polvo de ladrillo rojizo sobre el que creció Sabatini en Buenos Aires.
«No puedo evitar pensar en mis comienzos en el clay, la alegría que me daba cada vez que estaba en contacto con él, lo único que quería era pasar la mayor cantidad de tiempo en ese clay rojo», nos cuenta la ex número tres del mundo. Clay, polvo de ladrillo, arcilla, tierra: diferentes nombres y variantes para el tenis sobre superficies lentas.
El clay hizo grande a Sabatini y CLAY quiere ser grande con la crónica y la cobertura del tenis desde la mejor perspectiva posible. La mejor tenista argentina de todos los tiempos lo sabe. Generosa, nos lo dice: «¡Muchos éxitos con este nuevo proyecto!».
