MADRID – Un nuevo título de Aryna Sabalenka suena quizás a historia trillada, pero el 6-3 y 7-6 (7-3) de la bielorrusa sobre la estadounidense Coco Gauff este sábado en Madrid dejó dos datos muy interesantes: el tenis femenino está cambiando, y tener memoria de pez puede ser una ventaja.
Más allá del éxito de Sabalenka, la final tuvo un mérito en sí misma: fue un partido muy interesante, un duelo de grandes puntos, jugadoras con personalidad y variedad tenística, algo que durante muchos años no fue el caso en el circuito de la WTA, enfermo de tenis monotemático.
Gauff sabe lo que es pegarle fuerte a la pelota, aunque no tan fuerte como Sabalenka, claro. Pero Gauff sabe también tomar la ofensiva, atacar la red para sorprender y ahogar a su rival. Así, los aplausos fueron frecuentes en la fresca tarde de primavera en la Caja Mágica de Madrid.
Con esas armas, Gauff había sido capaz de derrotar a Sabalenka cinco de las nueve veces que se enfrentaron. No fue el caso este sábado, con un éxito convincente por parte de la bielorrusa, de feroz y efectiva reacción en los momentos en que la estadounidense amenazaba con complicar la conquista del trofeo.
Invicta ante «top ten» en lo que va de 2025, Sabalenka es la primera jugadora en disputar la final de Madrid tres años consecutivos y la primera en ganar Miami y Madrid en el mismo año desde que Serena Wiolliams lo hiciera en 2013. Es, también, la jugadora que más partidos ganó en lo que va del año. Es, en definitiva, indiscutible como número 1.

Cundo los números son tan abrumadores, las preguntas posteriores al título se mueven por meandros de originalidad. O al menos lo intentan.
Así fue que se le preguntó a Sabalenka si hay alguien en el circuito femenino que le pegue a la pelota tan fuerte como ella. La campeona dio a entender que no.
«Hmmmm… no sé. Quizás cuando entrené con los chicos, lo hice con Rublev y a los cinco minutos estaba acabada».
Haber jugado seis finales en ocho torneos no es algo que pase por alto: «No es que no esperara que sucediera, pero suena a locura. Es como un sueño».
Y aunque es consciente de que la polaca Iga Swiatek no está «en su mejor momento», espera que regrese con fuerza: «Sé que va a volver, y estoy lista para quien me desafíe en la cancha».
Las claves de su éxito, dice Sabalenka, pasan por ser capaz de motivarse a sí misma, sin necesidad de que nadie la presione. Y por ser como un pez, por tener memoria corta.
«No me mantengo mucho tiempo pensando en el éxito, tampoco en las derrotas duras. La memoria corta creo que es la clave».