PARIS – Coco Gauff se coronó por primera vez campeona de Roland Garros en un partido lleno de emoción y vibra.
«Estoy feliz de estar acá después de tantos pensamientos oscuros», dijo con el trofeo en las manos, en alusión a la final que perdió contra Iga Swiatek en 2022.
En una tarde nublada y ventosa en París, la estadounidense aguantó los momentos de tensión, cometió menos errores, y supo dominar en un partido de idas y vueltas. La número dos del mundo superó a Aryna Sabalenka en la final por 6-7 (5-7), 6-2 y 6-4.
La bielorrusa había dejado una frase a mitad de semana, consultada sobre si el favoritismo recaía en ella o en Iga Swiatek para ser campeona: «El tenis femenino es difícil de predecir».
Y aunque a la final hayan llegado Sabalenka y Gauff, las dos mejores de ranking WTA, la final en sí fue una montaña rusa. De principio a fin, fue un encuentro difícil de predecir.
La primera manga se la llevó Sabalenka en el tiebreak. Ambas llegaron al desempate luego de nueve quiebres. Sabalenka lideraba 4-1, Gauff lo dió vuelta hasta el 5-4, y la número uno del mundo no pudo cerrar con su saque en el 6-5.
La moral de Gauff no se derrumbó. Se recompuso, afinó sus golpes y se hizo merecedora de la copa aguantando las condiciones ventosas.
Antes de iniciada la premiación, y mientras los fotógrafos buscaban su lugar, la organización mostró en las pantallas gigantes los highlights del partido con la canción «Sweet Dreams» a todo parlante. Sabalenka, evitó mirarlos y se cubrió el rostro con la toalla.
Ambas lloraban con los contrastes tan propios del deporte. Sabalenka con frustración, por otra final perdida ante Gauff. Le costó iniciar su discurso con el plato de finalista: «No puedo creer que después de haber jugado tan bien durante dos semanas, haya mostrado un nivel tan malo en la final».
Gauff de felicidad y satisfacción luego de la conquista de su segundo Grand Slam a sus 21 años.