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Hasta tu próxima evolución, Serena – Carta desde Nueva York #6

NUEVA YORK – Llegó su noche. Se acabó su carrera. Hora de comenzar la “evolución”.

Serena Williams le dijo adiós al tenis profesional y está feliz. Llora en su improvisado discurso tras perder en tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, y aclara: “Son lágrimas de felicidad”.

En Nueva York, la ganadora de 23 Grand Slams hizo lo que quiso: despedirse del público en el torneo más importante de su país. Llegó más lejos de lo que le daban las apuestas, así logrando ilusionar a algunos con la fantasía de verla retirarse como campeona.

Una absoluta quimera. A pesar de que mostró un gran tenis, potente como se caracteriza, y de vencer a la número dos del mundo, la aguafiestas de la película se le cruzaría: alguna tenista en su mejor forma, luciendo veintitantos años y manejando la presión de un público muy insoportable.

“Me siento como la villana”, comentó la australiana Ajla Tomljaovic, cuyos sentimientos esta noche conflictuaron: es la fan que manda a casa a la idola, pero que feliz con la victoria ya empieza a poner su nombre en la candidatura a un título grande tras haber superado un desafío mental tan gigante.

¿Lo bueno de esta noche? No tuvimos que ver nuevamente el video de despedida, ya reciclado en la segunda ronda, con la voz en off de Oprah Winfrey que sólo a estas alturas habría logrado incomodar y armar una atmósfera forzada.

Serena perdió y no hubo mayor parafernalia, ni más videos emotivos, ni saludos de otros tenistas en las pantallas gigantes. Con la ovación de la gente debe bastar. El US Open entendió que es un Grand Slam y no un partido de exhibición para reiterar homenajes ya hechos a principios de semana.

“Técnicamente en el mundo normal, soy muy súper joven”. Serena, quiere jugar con su hija, disfrutar del manejo de sus negocios. Le preguntan si reconsidera volver y tira un “quizás” en la pista para la galería, pero una suerte de “déjenme tranquila» en la sala de prensa.

“La más grande de todos los tiempos”, se muestra en el estadio. Williams puede serlo, sí. Pero otras también entran a la discusión. Graff, Navratilova, Evert o la propia Margaret Court, dueña de ese récord de Slams que obsesionó a Serena.

Lo cierto es que fue un ícono que trascendió el deporte. Lean este entretenido de artículo de Camila Sierra para que entiendan lo que significó Williams en el mundo de la moda. Ese desenfado no se quedó en las pasarelas o en la cancha, si no que caló profundo en deportistas y en mujeres del mundo.

Su legado dará para reflexionar.

¡Suerte en tu nueva evolución, Serena Williams!

PD. Lindo homenaje en acuarela de Galda a Serena, que ilustra esta carta. Es una dibujante patagónica que conocí en Buenos Aires y que quiso colaborar con el equipo de CLAY. Sigan su trabajo en Instagram: @magnifique_galda

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Reporteando el tenis alrededor del mundo desde hace 10 años. Ha colaborado con medios como La Tercera, Cooperativa, Infobae, y Racquet. Fundador del ex programa de radio Tercer Saque. Pluma & Lente es su espacio personal donde cuenta sus viajes y aventuras.