Todo lo que se siente al romper una raqueta (lo cuenta Fernando González)
SANTIAGO, CHILE – “¿Qué se siente al romper una raqueta?”, le pregunta el moderador de la conversación a Fernando González. “Es un alivio. En esa época, un alivio. Ahora lo puedo decir. Y bueno, también porque uno no las compraba”, comenta
Casper, pégale tan fuerte como Fernando González
NUEVA YORK - El noruego Casper Ruud está hoy en una posición inimaginable a principio de este año. Ni siquiera las apuestas le daban crédito a inicios del torneo, cuando llegó a Nueva York como el 7 del mundo, para
Horacio de la Peña, sin anestesia: el tenis chileno no tiene «identidad» y Marcelo Ríos fue echado «por ser muy de derecha»
NUEVA YORK - Horacio de la Peña abre la boca y es imposible dejar de escucharlo. Dice que el tenis chileno no tiene "identidad", que Marcelo Ríos fue "echado" del país "por ser muy de derecha" y que a Gabriel Boric
«Berrettini es una piedra»- El duro regreso de Nicolás Jarry a los Grand Slam
NUEVA YORK – Nicolás Jarry rompió una sequía personal y otra nacional. Al superar las clasificaciones del Abierto de Estados Unidos, firmó su vuelta al cuadro principal de un Grand Slam después de tres años alejado del primer plano de
Carta de CLAY: Seamos serios (y dejemos a Fernando González en paz)
"You can not be serious!", gritaba John McEnroe en la cancha 1 de Wimbledon 1981 al juez de silla Edward James. Tenía razón McEnroe, su saque había aterrizado limpiamente sobre la línea, pero su ataque de ira, la cantidad de
Fernando González se muda a Miami y confía en un Federer exitoso: «Toca un pequeño cambio» – ENTREVISTA
LONDRES - No es que se haya aburrido de Chile, pero después de una década viviendo ahí, casado y con dos hijos, ya le apetece un cambio. Fernando González, 41 años, ex número cinco del mundo, prepara su desembarque en Miami,
Last Eight Club: credencial de por vida y mucho vino para mantener vivos los recuerdos de Wimbledon
LONDRES - La locura se apodera de las instalaciones del All England Lawn Tennis Club (AELTC) en su día final. Los visitantes hacen filas eternas por comer las últimas frutillas con crema de la quincena, agotan los productos de las