NUEVA YORK – Todos necesitamos en algún momento que alguien nos ayude, y ese alguien, en el caso de Pedro Cachín, se llama Alex Corretja.

«Para mí es como un hermano pequeño. Y tenerlo ahí cerca mio… Nos escribimos todos los días Pedrito y yo, es alguien muy especial para mí», dijo el español, ex número dos del mundo, a CLAY en Nueva York.

Cachín fue este miércoles la gran noticia del tenis argentino en el US Open, con un triunfo sobre el estadounidense Brendon Holt -hijo de Tracy Austin, aquella niña prodigio- que lo catapultó a la tercera ronda de uno de los cuatro grandes torneos del circuito.

Fue en un tie break de 10-6 en el quinto set que no solo lo lleva por primera vez a la ronda de los últimos 32 en un Grand Slam, sino que le garantiza 188.000 dólares, una cifra que jamás había ganado en un solo torneo en su carrera. Corretja está feliz, pero no sorprendido.

«Yo estoy en todos los Grand Slam como comentarista de Eurosport, y a cada Grand Slam que viajaba, Australia, Nueva York, Londres y París, le mandaba siempre un mensaje en el que le decía ‘Pedrito, no hay ningún motivo por el que tu no puedas estar aquí'».

Esa relación tan estrecha entre el español de 48 años y el argentino de 27 tiene explicación: Corretja fue su entrenador y mentor en los primeros años de Cachín en Barcelona, ciudad en la que se instaló en 2014, y hoy sigue siendo su entrenador junto a Dante Gennaro. Tras el partido, Corretja y Cachín se abrazaron y rompieron en llanto.

«Esas lágrimas significan mucho sacrificio, mucha valentía por parte de Pedro, que era un adolescente que vino con dos bolsillos bajo el brazo para jugar dos futures y desde entonces nunca más se ha vuelto a su casa».

«Le llevó ocho años conseguir llegar ahí. Cuando lo abracé le dije te lo mereces más que nadie. Sufrió mucho, dejó su familia atrás y fue capaz de bancarse muchas situaciones muy difíciles donde parecía que iba a ser muy complejo que algún día pudiera estar aquí».

Cachín, que este año dio un gran paso al ganar su primer partido en un cuadro principal de Grand Slam, en Roland Garros, es un agradecido hacia Corretja: «Alex siempre estaba ahí».

El argentino está jugando en Nueva York con ropa que se compró en Decathlon, una marca francesa de indumentaria deportiva a buen precio. Sigue sin contrato para vestir alguna marca, aunque en el ranking del 12 de septiembre estará en torno al puesto 50 del ranking mundial. Como la línea aérea que lo trajo a Nueva York perdió su maleta, cobró un dinero que le sirvió para comprarse la ropa con la que jugó y ganó este miércoles en el cemento de Flushing Meadows.

«Sigo sin marcas… Si alguno quiere ayudarme, bienvenido sea», dijo Cachín, que está acompañado por 14 personas, entre amigos y familiares, en un torneo que nunca olvidará. El viernes se medirá al francés Corentin Moutet buscando un lugar en los octavos de final.

Corretja, campeón de la Copa Davis y del Masters, vive con emoción los progresos de Cachín. Tras la victoria y el abrazo hizo una videoconferencia telefónica para compartir su alegría: «Mi hija, que está aquí, le dio también un abrazo a Pedro. Esto es muy, muy importante, hemos tenido una llamada grupal de mis papás, mis hermanos, mis hijas que están en casa… Mis sobrinos, todos, porque Pedro es familia».

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