Para Guillermo Vilas era una obsesión. Ser campeón de Roland Garros era más que un objetivo, una obligación del destino y un requisito para «ser bueno». El momento que se repetía muchísimas veces en su mente: «Lo había ganado cien veces en sueños».
«Eso es lo que me contó Guillermo Vilas cuando comenzamos a encarar el capítulo de Roland Garros 1977, el primer major que ganó en su carrera», relató Eduardo Puppo a CLAY. El periodista e historiador está preparando la biografía de la leyenda sudamericana para una futura edición.
«Vilas nunca dejó de asegurar –en los tres años completos que nos juntábamos en su casa para armar su biografía– que ganar un gran título lo llevaba en su pensamiento más íntimo como una meta ineludible», dijo.
El ex tenista argentino le dijo a Puppo: «Cuando encaré la temporada de 1976 pensé que ya estaba preparado para lograrlo. Había planificado todo al detalle y la preparación la hice a conciencia, ya con Ion Tiriac ayudándome en todo y muy, pero muy enfocado. Yo sabía que no podía ser bueno si no ganaba algo importante en la superficie que había aprendido a jugar, y en 1976 sentí que era el momento. No pudo ser, lo arruiné todo con decisiones equivocadas y así llegué a 1977, frustrado por lo del año anterior pero mucho más sólido desde lo mental».
Vilas llegó a París el 76 como el segundo mejor tenista del mundo detrás de Bjorn Borg, por entonces bicampeón vigente en Bois de Boulogne. Ambos perdieron en cuartos de final. Vilas lo hizo sorpresivamente ante el estadounidense Harold Solomon, mientras que Borg fue batido por Adriano Panatta. El italiano acabó como campeón.
Al siguiente año, Borg tomaría una decisión de la que se arrepentiría: cambiar Roland Garros por un torneo de exhibición en Estados Unidos.
«Tuve una larga discusión con Lennart (Bergelin), mi entrenador, y le pregunté: ‘¿Crees que debería firmar para jugar el Intervilles en lugar de París?’ Él se mostró inflexible, dijo que tenía que jugar sí o sí en París, luego tomar un descanso y jugar Wimbledon, como todos los años. Pero no seguí su consejo porque simplemente me ofrecieron mucho dinero. Por supuesto, mirando atrás, me doy cuenta de que nunca debí tomar esa decisión. Pero en aquel momento me sentí atraído por el dinero», explicó en una entrevista publicada en CLAY.
Vilas aprovechó la ausencia de Borg, quien lo había vencido en la final que jugaron ahí en 1975, y conquistó el título que más anhelaba.
«Recuerdo haber visto el Abierto de Francia desde lejos. Vi a Guillermo ganar a (Brian) Gottfried en la final, y me dolió un poco», confesó el sueco.
Septiembre 1977: la polémica raqueta con doble encordado. Nota de #ElGráfico siete días antes de la derrota de @GuilleVilasOK con el rumano Ilie #Nastase (quien la usó) en Aix-en-Provence. Allí se cortó la racha de 53 triunfos en canchas lentas del argentino.
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— Gᴜɪʟʟᴇʀᴍᴏ Vɪʟᴀs (@GuilleVilasOK) January 5, 2022
Más de los intercambios de Vilas y Puppo. «Más adelante, pasados ya temas como la racha de partidos que le cortó el rumano Ilie Nastase y su raqueta de doble encordado (en el torneo de Aix-en-Provence de 1977), por ejemplo, le pregunté sobre su paso por el césped tras ganar en París, donde no le fue nada bien: ‘¿Borrarme de Notthingam, Queens y Wimbledon? Imposible. Primero porque ya tenía un compromiso con los directores de cada torneo, y segundo porque yo estaba seguro de que podía ganar en Londres. No perdía partidos, era como una máquina de ganar que solo pensaba en el tenis. Después de ser eliminado en las primeras ruedas de esos tres torneos, bajé a tierra. Tiriac me hizo entender que no debía tener miedo a perder, porque de ahí no hay regreso'».
Vilas dijo que cambió el foco esa vez, y aquella temporada acabó siendo por lejos la mejor en cuánto a resultados. «Los números hablan por sí solos», dijo por entonces Vilas, envuelto en la lucha interminable por ser reconocido como número uno del mundo.
El día de la fecha de esta publicación, Guillermo Vilas cumplió 72 años. Vilas vive en Mónaco, afectado por una enfermedad neurodegenerativa, y su estado de salud se mantiene en reserva. Lo último publicado sobre el ex campeón, fueron unas fotografías junto a su señora Phiangphathu Khumueang, en las redes sociales de la tailandesa.