CÓRDOBA – A los once años, Román Burruchaga tuvo que decidir entre dos deportes en los que demostraba talento. ¿Fútbol o tenis? La herencia futbolera es pesada cuando tu padre, Jorge, pertenece a ese reducido grupo de futbolistas que marcaron un gol (¡y que fueron campeones!) en la final de una Copa del Mundo. Pero el amor por el tenis es para Román mucho más grande. Hoy, esa decisión que tomó hace más de una década rinde frutos: en el ATP 250 de Córdoba consiguió su primer triunfo a ese nivel.

“Mi papá se vino hoy, quería verme acá. Me pone muy contento que esté ahí al lado mío siempre apoyándome”, dijo en la calurosa noche del martes, luego de vencer al ex 8 del mundo, Diego Schwartzman por 6-1, 4-6 y 6-4.

Córdoba es especial para la familia Burruchaga. Jorge marcó su primer gol en Primera División en el Estadio Mario Alberto Kempes, en 1982. En 2024, a pocos metros de la cancha principal del Córdoba Open, en el mismo predio, Román debutó en el tour con una victoria.

Jorge Burruchaga celebrando el segundo título mundial de fútbol de Argentina en 1986.

Cuando eligió el tenis, Román no sintió ninguna presión. Que su padre haya sido campeón del mundo con la Selección argentina y que sea uno de los futbolistas más importantes de la historia de Argentina lo ha sido como un privilegio. Como ha sido siempre, también en Córdoba, Jorge firmó autógrafos y se fotografió con los fanáticos. Burruchaga hijo creció viendo esas demostraciones de cariño populares. Las usó como fuente de inspiración. «Estoy muy orgulloso de mi papá. Por su tremenda historia en el fútbol, no hay dudas que hizo un carrerón; también por ese gol que metió en la final del mundo, pero más que nada por cómo es él como persona. Por eso me inspira un montón tanto en el deporte como en la vida», dijo Román al autor de este artículo cuando tenía 17 años y era el 1724° del mundo. Con su triunfo ante Schwartzman, quedará cerca del top 150.

Román Burruchaga fue acompañado a Wimbledon por su padre.

Burruchaga viendo a su hijo durante su primer partido ATP en Córdoba // JAVIER FERREYRA (LA VOZ)

Muchas veces, Román Burruchaga miró la secuencia: pase espectacular de Diego Maradona y un pique explosivo de su padre. Ya casi no quedaban fuerzas al minuto 83′ en la final del Mundial de México 86. El 7 de Argentina definió con un tiro cruzado con la pierna derecha. El balón se coló entre las piernas del arquero de Alemania Occidental, Toni Schumacher, y Burruchaga fue a celebrar arrodillado, levantando los brazos. Tantas veces vio Román ese gol y muchas otras, buceó la web mirando y analizando compactos de los partidos de su papá por Argentina y por Independiente, el club donde fue ídolo.

Burruchaga padre descubrió el tenis cuando jugaba en el Nantes de Francia, en la segunda mitad de los 80. Ahí tomó clases y participó de algunos torneos entre empleados, según contó al sitio web de la ATP.

Burruchaga hijo jugaba fútbol en River Plate, y en ese club tomó una raqueta por primera vez. Ya sus diez años le ganaba a su padre, que hoy disfruta del tenis en las tribunas, aunque siente más estrés ahí que lo que sintió ante los alemanes en 1986.

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FOTO PRINCIPAL: Jorge y Román Burruchaga en el Córdoba Open 2024 // MARCOS ZUGASTI, PRENSA CÓRDOBA OPEN

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