Tiene 17 años, un talento extraordinario y una intensidad competitiva que no la deja dormir después de una derrota. Iva Jovic, una de las grandes promesas de la WTA, lucha por conciliar el sueño tras perder un partido.
“Cada vez que pierdo, es difícil para mí y definitivamente no puedo dormir bien esa noche”, dijo la jugadora serbio-estadounidense a CLAY en una entrevista también publicada por RG Media.
Y en muchas de esas noches, sueña con levantar los trofeos más importantes del tenis. “Mis sueños a veces son raros, pero la mayoría tienen que ver con el tenis. Sueño que gano un torneo, que pasa algo increíble. Luego me despierto y pienso: ‘Oh no, de verdad pensé que había pasado’.”
La reciente campeona del WTA 500 de Guadalajara —la más joven en lograr un título esta temporada— cuenta con el respaldo de Novak Djokovic.
Número 35 del mundo, Jovic guarda en su teléfono una nota con todas las preguntas que quiere hacerle al tenista masculino más exitoso de la historia. Confiesa que, cuando lo vea nuevamente, estará tan nerviosa que olvidará todo lo que quiere decirle.
“Lo escribí porque cuando llegue ese momento para hablar con él, sé que me quedaré en blanco”, dijo Jovic en Nueva York durante el US Open 2025.
Entrevista con Iva Jovic
— Esta fue su primera temporada completa como profesional. ¿Qué es lo que más disfruta?
— He conocido a muchísima gente. Cuando empecé en el circuito, todo se sentía distinto, como si estuviera en otro mundo. Ahora tengo más amigas y siento que pertenezco. También disfruto viajar; nunca había viajado tanto y he vivido muchas experiencias nuevas. Tal vez en unos años me canse, pero por ahora es maravilloso. Puedo conocer nuevos lugares, y este verano mi hermana viajó conmigo. Lo estoy disfrutando mucho.

— ¿Quién la ayudó a sentirse más cómoda en el circuito?
— Algunas chicas que conozco de juniors, especialmente Tereza (Valentova), que es muy amiga mía. Coco (Gauff) siempre saluda, las otras chicas estadounidenses son muy simpáticas, y por supuesto las serbias —Olga (Danilovic), (Aleksandra) Krunic… Además, cuando peloteas con alguien, naturalmente se crea una relación. Hay muchas chicas agradables aquí.
— ¿Alguien le ha dado un consejo que le haya marcado? Por ejemplo, ¿de qué ha hablado con Coco Gauff?
— Sí, dan consejos, y casi siempre se trata de no frustrarse demasiado por un solo partido o resultado. Me dicen que hay muchos torneos, mucho tiempo, y que solo tengo que seguir trabajando para mejorar cada día.
— ¿Qué tan bien logra seguir ese consejo —ser paciente y no sentir presión?
— No es fácil. No por la presión, sino porque me encanta ganar y no me gusta perder. Cada vez que pierdo, es duro y definitivamente no duermo bien esa noche. Pero tengo muchos partidos por delante: vendrán victorias y derrotas. Sé que no puedo subirme constantemente a esa montaña rusa emocional porque me volvería loca. Estoy trabajando en eso; ya estoy mejor, pero aún me falta avanzar.
— ¿Qué es lo más difícil de la vida en el circuito hasta ahora?
— A veces, los constantes cambios: nuevas habitaciones, nuevas canchas, nuevas pelotas, nuevas superficies… Es un ritmo agitado y hay que estar lista para adaptarse todo el tiempo.
— ¿Cómo maneja eso mentalmente?
— ¡No tengo idea! (risas). Aún estoy tratando de encontrar el equilibrio, pero estoy aprendiendo.
— ¿Le ha pasado alguna vez despertarse sin saber en qué ciudad estaba?
— ¡Ya ni sé qué día de la semana es! Cuando vas al colegio es fácil: esperas el fin de semana. Ahora algunos torneos empiezan sábado, otros lunes, a veces hasta miércoles… Miro el calendario, pienso que sigue siendo agosto y resulta que es septiembre (risas).
— Una vez le preguntamos a Novak Djokovic en una conferencia de prensa sobre qué soñaba, y respondió: “Mi esposa me va a matar, pero sobre todo, tenis”. ¿Con qué sueña usted?
— Mis sueños a veces son raros, pero la mayoría tienen que ver con el tenis. Sueño que gano un torneo, que pasa algo increíble. Luego me despierto y pienso: “Oh no, de verdad pensé que había pasado”. Sueño con los grandes torneos que quiero ganar, y me despierto un poco triste (risas). Pero tal vez sea una buena señal.
Ver esta publicación en Instagram
Una publicación compartida por GDL Open AKRON presentado por Santander (@gdlopen)
— Su entrenador sigue siendo Tom Gutteridge. ¿Cómo funciona esa relación?
— Él sigue trabajando para la USTA y tenemos una gran relación. Tom me ayuda mucho, viaja conmigo a casi todos los torneos y estoy muy feliz por eso. No hablamos demasiado: hacemos ejercicios específicos para mejorar ciertas partes de mi juego. Eso es lo que prefiero. A veces, cuando se habla demasiado, todo se vuelve muy mecánico. Los golpes deben sentirse naturales —las mejores jugadoras del mundo lo hacen parecer sin esfuerzo. Tengo que mejorar paso a paso. Siempre hay algo que trabajar, pero de forma gradual, con pequeños cambios en los entrenamientos.
— ¿En qué se está enfocando más en este momento? Al verla, parece que su revés es más arma que su derecha actualmente…
— Creo que están bastante parejos. Cuando era más chica, mi derecha era inestable, pero la he mejorado mucho. He estado trabajando bastante en el saque. A veces sirvo muy bien, pero hay partidos en los que no logro un porcentaje suficientemente alto de primeros saques…
— ¿Cuál es la clave de un buen saque?
— He mejorado mucho la técnica, pero creo que la mentalidad es crucial. El saque es el único golpe que depende completamente de ti, tienes el control total. Solo necesito seguir practicando. Durante mucho tiempo no le di prioridad porque en juniors no lo necesitaba tanto. A nivel profesional, si no tienes un buen saque, estás en problemas. Tengo que cambiar mi mentalidad y enfocarme más en eso.
— Además del saque, ¿cuál es el siguiente paso en su desarrollo?
— El desplazamiento y la defensa. En juniors era fácil: podía atacar y nadie tenía suficientes armas para presionarme. Ahora es diferente: las rivales pegan más fuerte y es más complicado, así que tengo que moverme mejor para ganar puntos desde posiciones defensivas. También trabajar en el slice, variar más el ritmo en general. No soy de las más altas del circuito ni tengo los golpes más pesados, así que es importante hacer que mis rivales jueguen peor de lo que pueden, no solo tratar de pegarlas más fuerte.
— Volviendo a su entrenador: ¿qué estilo de comunicación prefiere? ¿Le gusta hablar justo después de un partido o más tarde?
— Normalmente me dan ganas de hablar, de analizar. Si pierdo, es un infierno. Después de perder (contra Jasmine Paolini en segunda ronda del US Open), fuimos directamente a entrenar. Eran las 10 de la noche… Eso es lo que suelo hacer: volver a la cancha y trabajar. A veces estoy molesta, digo todo tipo de cosas, me quejo, pero cuando gano todo es perfecto. Como dije: menos hablar y más trabajar. Lo que no salió bien, se trabaja.
— Cuando hablamos en Melbourne, me dijo que tenía una selfie con Novak Djokovic pero no estaba contenta con cómo salía. ¿Lo ha solucionado ya?
— ¡Ya no necesito una selfie! Ahora nos conocemos, hemos conversado y hasta nos saludamos. Es muy impresionante.
— ¿Cómo fue esa conversación?
— Fue informal, relajada. Él me dijo: “Cuando tengas alguna pregunta, aquí estoy”. Es muy amable, muy simpático. Estaba un poco en shock, todavía me resulta raro cuando lo veo. Ahora me sigue, y yo lo he seguido toda mi vida. Es genial que tengamos esa relación; la voy a aprovechar para pedirle consejos.

— ¿Cuál sería la primera pregunta que le haría?
— La primera… espera, la tengo escrita. (Saca el teléfono)… La escribí porque cuando llegue ese momento para hablar con él, sé que me quedaré en blanco. ¡Aquí está! Justo de lo que estamos hablando: cómo reacciona después de una derrota, qué pasa por su mente. También quiero preguntarle sobre meditación, técnicas de respiración y esas cosas. Cuestiones mentales; todos sabemos que es un maestro en eso. Él también se frustra a veces, pero ha encontrado la fórmula ganadora, el punto medio perfecto. Seguro que su respuesta será que hay que trabajar mucho en eso (risas). ¡Nunca es fácil!
— Dijo que estaba en shock cuando lo conoció. ¿Hay otros jugadores que le hayan causado una impresión similar?
— Un poco Sabalenka. Hay personas que simplemente pasan, pero otras tienen una energía que se siente: “Oh, sé que estás aquí”. Tienen un aura. Sabalenka tiene eso. Me quedé “wow” cuando la vi. Lo mismo con Jannik (Sinner). Todos los mejores tienen algo especial. No es que te dé miedo, pero se siente distinto cuando están cerca.
— Me comentó antes que le gusta el estilo de juego de Belinda Bencic. ¿Ha hablado con ella?
— No, pero parece muy simpática. Ya veremos, no me gustaría molestarla. Si se da, genial. Ella sigue jugando, así que espero tener la oportunidad de charlar con ella.
— Hasta ahora ha tenido buenos resultados en todas las superficies. ¿Cuál le gusta más?
— Me siento muy cómoda en césped. La pelota se mantiene baja, y eso me favorece porque tengo un centro de gravedad bajo y me gusta cambiar de dirección. En césped, si tiras una paralela puede ser punto ganador. Eso me ha ayudado mucho. También me es más fácil devolver porque la pelota no bota alto. Los tiros paralelos son clave. Cuanto más rápido, mejor para mí.
— ¿Cómo ha cambiado como persona desde el US Open pasado, cuando el público la conoció por primera vez?
— ¡Es una locura! No sé… Me gustaría decir que soy más madura, y creo que es cierto. He aprendido muchísimo sobre mí misma este último año: qué me ayuda, cómo entrenar, cómo pensar. Antes hacía las cosas sin orden, todo era nuevo y no tenía rutinas… Estaba bastante ansiosa en general, y ahora esta vida en el circuito me resulta normal.
— ¿Qué rutinas ha desarrollado ahora?
— Hago mejor el calentamiento, trabajo más duro en el gimnasio y creo que me he fortalecido bastante. Es difícil evitar lesiones en el primer año cuando subes de nivel. Físicamente estoy mejor y mentalmente también estoy más preparada: ahora puedo hacer ajustes tácticos durante los partidos. Son pequeños detalles, pero al sumarlos marcan la diferencia. Los detalles deciden los partidos.
— Se habla mucho del rol de los padres en el deporte profesional, especialmente en disciplinas individuales como el tenis. ¿Qué tan importante es para usted contar con el apoyo de su madre y su padre?
— Sin ellos, definitivamente no estaría aquí, y probablemente ni siquiera estaría jugando tenis. Primero que nada, son personas increíbles y dieron todo para que yo tuviera una oportunidad. Ambos son farmacéuticos, trabajan, y me enseñaron que hay que esforzarse y trabajar duro. Nunca me presionaron: me dejaron probar de todo. Estoy muy agradecida.
— ¿Cómo es esa relación hoy?
— Tratan de venir siempre que pueden. Mi papá me entrenó cuando era más chica, sabe algo de tenis, pero no se mete. Le encanta mirar, a mi mamá también, pero sobre todo están para apoyar. Ahora tengo entrenadores, tengo todo lo que necesito.
— ¿Se ha fijado algún objetivo personal?
— Al principio del año, el objetivo era entrar al top 100. Ya lo superé, así que ahora tengo que fijar metas más grandes.
Si les gustó esta entrevista con Iva Jovic, no se pierdan, en este link a nuestro sitio, muchas otras entrevistas a los grandes protagonistas del tenis.