BUENOS AIRES – Diego Schwartzman se despertó este miércoles 12 de febrero de 2025 y una de las primeras cosas que hizo fue pedirle a un servicio de delivery que le trajeran pastillas para el dolor de estómago. La idea de que comenzaba el último día de su carrera de tenista le retorcía las tripas. Pero las tripas a veces se equivocan, porque el argentino se ganó al menos un día más en la oficina.
Con un 7-6 (12-10), 4-6 y 6-3 sobre el chileno Nicolás Jarry, Schwartzman, ex número ocho del mundo, se medirá este jueves al español Pedro Martínez, algo absolutamente imprevisto, porque el argentino era hace rato algo muy parecido a un ex tenista.
«La verdad que es increíble», dijo Schwartzman, 386 del ranking mundial, con un nudo en la garganta y los ojos brillosos. Hablaba en medio de la arcilla naranja del court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club (BALTC), el escenario más importante del tenis argentino, repleto en un miércoles por la tarde que fue de fiesta en Argentina.
«Siendo honesto no sé en qué momento generé todo esto. Es tan simple como la frase trillada de que no me alcanzan las palabras para expresar lo que siento».
Schwartzman no ganaba un partido en el circuito mayor de la ATP desde Tokio 2023, un triunfo sobre su compatriota Francisco Cerúndolo: 484 días sin ganar. Tenía la decisión tomada de jugar en el ATP 250 de Buenos Aires el último torneo profesional de su vida, pero el triunfo sobre el número 40 del mundo no estaba en sus cálculos. Este jueves, en la sesión nocturna, tiene un nuevo capítulo de su «last dance».
Jarry se vio superado por el ambiente de euforia, más futbolero que tenístico, de un estadio volcado a favor de su jugador. Y Schwartzman se olvidó de los nervios, soltó su juego y disfrutó de un triunfo inesperado. Tanto, que terminado el partido era imposible borrarle la sonrisa.
«Mis compañeros de Copa Davis apoyándome, el estadio lleno…. Todavía no me jubilé, me queda un ratito más en la cancha. Espero poder dar un espectáculo que esté a la altura. A cada uno de los que está acá quiero decirles que es increíble lo que recibo».
Ver esta publicación en Instagram
Schwartzman admite que tuvo una carrera mucho mejor de lo que esperaba. Finalista de 14 torneos y ganador de cuatro, fue semifinalista de Roland Garros 2020, año en el que jugó el Masters de cierre de temporada. Durante varios alos fue, además, el tenista judío mejor colocado en el ranking.
Cabe esperar que este jueves sus tripas no vuelvan a rebelarse.
«Anoche no podía más de la panza, no podía más de los nervios. Antes corría cuatro o cinco horas y no me pasaba nada y ahora no podía más. Es la despedida que soñé dentro de una carrera que fue mucho mejor de lo que esperaba».
