PARIS – Nicolás Jarry no la está pasando bien. El chileno lleva dos meses con serios problemas en el oído, que están afectando directamente su rendimiento: “Es un desafío muy difícil”.
Este domingo, el tenista de 28 años perdió en primera ronda de París 2024. Luego, ante los medios, no ocultó su dolor, no sólo por la derrota, si no también por el complicado momento de salud que está atravesando. Luego de la derrota frente al australiano Alexei Popyrin, Jarry no ocultó sus emociones, y se tomó un momento para llorar.
“Es una tremenda experiencia estar acá, en unos Juegos Olímpicos… y perder en primera ronda, no estar bien (de salud), es duro… Sé que saldré más fuerte de esta”.
El chileno explicó a CLAY la pesadilla que está viviendo y cómo le afecta en la cancha: “No se ve la pelota, me desbalanceo en los contraataques. Veo más rápido la pelota y no logro enfocarla bien”.
Jarry padece de neuronitis vestibular, un trastorno caracterizado por una crisis de vértigo brusca e intensa, causado por la inflamación del nervio vestibular, que contribuye a controlar el equilibrio.
“El oído está en un 55% en sus funciones. El cerebro está haciendo su trabajo al compensar y en crear estímulos para adaptarse. Ahí estoy en un 80%. Queda un poco para recuperar, me estoy acercando a mi cien”, reveló el actual número 24 del mundo y finalista del Masters 1000 de Roma.
Su abuelo, el ex tenista Jaime Fillol había dicho hace pocos días en la radio Pauta que el asunto le genera a su nieto “inestabilidad, desequilibrio y mareo”.
Este lunes, el chileno tendrá una nueva oportunidad de seguir en competencia por una medalla en París 2024 cuando junto a Alejandro Tabilo se enfrenten a los italianos Lorenzo Musetti y Luciano Darderi en el dobles.