“Estoy esperando con ansias el domingo, siento que he hecho el trabajo”, declaró ante la prensa sobre sus opciones de conquistar su primer Grand Slam luego de haber perdido la final del US Open en 2020 y de Roland Garros en 2024.
Con el mejor tenis de su carrera como garante, que le permitió derrotar este viernes al serbio Novak Djokovic 7-6 (7-5) y abandono, el alemán confía en sus opciones ante Jannik Sinner, uno del mundo y campeón defensor.
“Viene siendo el mejor jugador del mundo en los últimos 12 meses, no hay dudas de eso”, admitió sobre el italiano, vencedor en la segunda semifinal del estadounidense Ben Shelton 7-6 (7-1), 6-2 y 6-2.
La prueba no será menor, pero el dos del ranking ATP hizo cambios para estar a la altura en esta ocasión.
“Me sentí muy frustrado después del US Open. Estaba muy decepcionado conmigo mismo, con mi rendimiento y con cómo jugué allí. Mi objetivo seguía siendo competir en este tipo de torneos, y para eso, necesitaba mejorar físicamente. Jugué los torneos de final de año para mejorar e intentar convertirme en un mejor jugador. Sigo haciendo bastante entrenamiento físico a través de los torneos”.
Zverev también fue contudente con los motivos que lo llevaron a perder la final de Roland Garros de 2024. “Me cansé contra Carlos (Alcaraz). Simplemente me cansé en el cuarto y quinto set”, expuso. Por lo mismo también volvió a contratar a Jez Green como preparador físico.

En París llegó a estar 3-6, 6-2 y 7-5 a favor, mientras que en su primera final de Grand Slam, en el US Open de 2020, perdió el partido tras haber ganado los primeros dos sets ante el austríaco Dominic Thiem.
“Sería bueno ganar un set más después de ganar los primeros dos, pero las finales de Grand Slams son siempre difíciles. Perdí dos veces en el quinto set y quizás ya es tiempo de tener suerte en una final de un Grand Slams”, declaró en la pista sobre esas malas experiencias.
Con 27 años se encuentra a plenitud tenística y listo para dejar atrás esas dos definiciones y las seis semifinales que ha perdido en torneos grandes durante los últimos cinco años.
Zverev sueña con terminar su maldición y transformarse en el tercer jugador de la generación del 90 en conquistar un Grand Slam después de Thiem en 2020 y Daniil Medvedev en 2021. Ambos en el Abierto de Estados Unidos.
La consagración está a un paso. Espera que esta vez su único rival esté al otro lado de la cancha y no dentro de su cabeza.