LONDRES – Roger Federer volvió a su segunda casa. Wimbledon recibió a su favorito. Por primera vez como tenista retirado, el máximo campeón masculino del tercer Grand Slam del año visitó el All England Club durante el torneo más tradicional del tenis.
En un homenaje breve y muy sobrio, el público le brindó un aplauso prolongado cuando apareció en la Royal Box de la Cacha Central, con su estilo elegante de traje beige, con su asiento reservado en primera fila entre su mujer Mirka, y la Princesa de Gales. Lo acompañaron también sus padres, su mánager Tony Godsick y su ex entrenador Severin Luthi.
Fue un espectador más del inicio a la defensa del título de la kazaja Elena Rybakina frente a Shelby Rogers, con el techo retráctil cerrado en un mediodía lluvioso.
En las pantallas gigantes de la pista, se mostró un video con sus victorias y derrotas más memorables. Hubo un registro que generó risas de ternura y nostalgia. Federer, de aproximadamente 24 años y ya como campeón de Wimbledon, hablaba de los deseos que hoy se pueden cumplir en Londres: “Ya espero esos días cuando esté retirado y pueda venir a tomar té a la terraza”.
En 2023 volvió con el glamour que merece uno de los mejores de todos los tiempos. No como en diciembre de 2022, cuando ocasionalmente quiso pasar al AELTC sin su tarjeta de miembro, y una guardia le negó la entrada. Contó el divertidísimo anécdota en el talk show de su amigo Trevor Noah, The Daily Show. “Ya estaba entrando en pánico (por no poder entrar) y le dije (a la mujer de la puerta): ‘Por favor créame, he ganado este torneo ocho veces’”. Finalmente logró el ingreso sin credencial por otra puerta.
Hubo también halagos de parte de jugadores jóvenes en el clip. “Es una inspiración para toda mi generación”, dijo el estadounidense Taylor Fritz; “Es icónico”, agregó Jessica Pegula.
Roger Federer continúa gozando todo lo que puede de su vida posterior al tenis. Ha coqueteado con el mundo de la moda y el arte, ha grabado comerciales como el rostro publicitario del turismo en Suiza, se convirtió en una de las voces de Waze, y tocó con Coldplay.
Aunque, quizás, eso último sea mucho decir: acompañó a Chris Martin y la banda durante la canción Don’t Panic intentando llevar el ritmo con una maraca pequeña en un concierto en Zurich.
“En 1996 éramos cinco miembros. El quinto miembro hacía las percusiones. Estuvo con nosotros por tres meses, y después dijo ‘al diablo con esto, dejo la banda para convertirme en el mejor tenista de la historia”, bromeó Martin antes de llamar a Federer al escenario.
El suizo demostró que, como músico, juega muy bien al tenis. Pero haga lo que haga, la gente derrite por él.
