PARÍS – Nadie podrá negarle a Carlos Alcaraz que es un joven con confianza, y que tampoco hace nada para ocultarlo. En ese sentido, el español es mucho más parecido al serbio Novak Djokovic que a su compatriota Rafael Nadal.
«Hay una frase que me repito mucho, que las finales no están para jugarlas, sino para ganarlas», explicó Alcaraz tras asegurarse el pase a la final del Abierto de tenis de Francia este domingo ante el alemán Alexander Zverev. Le habían preguntado si se imaginaba alzando el trofeo, y la respuesta fue «alcaraziana».
«Bueno, es una imagen bonita, no te voy a negar, si claro que si me lo imagino. Tengo la imagen en mi cabeza».
Una respuesta también propia de Djokovic, que nunca dudó en exhibir su ambición, e impensable en Nadal, que hizo a lo largo de su carrera un culto al respeto del adversario y al juego: muchas cosas pueden pasar en el tenis, mejor no vender la piel del oso antes de cazarlo.
Es cierto, también, que Alcaraz tiene esa imagen de la foto del campeón rondando por su cabeza desde que era un niño. Por un lado, porque jugó hace una década un torneo sub 12 en unas canchas que se construían a la sombra de la Torre Eiffel. Allí dijo que su ídolo era Roger Federer.
Carlos Alcaraz a los 12 años / YouTube-Tennistopic
El paso previo a la final fue sumamente complicado para el español, que necesitó cinco sets para derrotar al italiano Jannik Sinner, nuevo número uno del mundo desde el lunes 10 de junio. Alcaraz no jugó bien, pero mostró decisión y capacidad de lucha cuando su tenis no le respondía. Como hace un año en la recordada derrota de semifinales ante Djokovic, sufrió calambres, pero esta vez estaba preparado para lidiar con ellos, contaba con el mágico jugo de pepinos.
«Fue con 3-0 a favor en el quinto set cuando su fisioterapeuta, Juanjo Moreno, le dio el botecito a unos de los recogepelotas para que se lo acercara a Carlos», reveló el sitio español de deportes «Relevo».
«Son pequeños botes con jugo de pepinillo, más sales y vitaminas, lo toma como prevención de posibles calambres», añadió la web española.
En aquella breve entrevista que le hicieron hace una década junto a la Torre Eiffel, Alcaraz también revelaba su sueño deportivo: «Ganar Wimbledon y Roland Garros».
Ya cumplió la primera parte en julio de 2023. Le queda una victoria para hacerlo completo en junio de 2024.
