SANTIAGO, Chile – Zizou Bergs no agredió a Cristián Garin. Lo golpeó, pero no lo agredió, pese a que en Chile se diga lo contrario.
“Nuestro jugador Cristián Garin fue agredido por Zizou Bergs de forma inentendible e inaceptable”, afirmó la Federación de Tenis de Chile en un comunicado de prensa.
“Garin recibió una agresión por parte de Bergs durante el cambio de lado…”, comunicó el Comité Olímpico chileno.
Luego de que el tenista belga Zizou Bergs golpeara al chileno Cristián Garin, muchísimas notas de prensa y periodistas locales fueron por el mismo camino: “Bergs, el agresor”.
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El verbo agredir implica intención. Es “el acto de atacar a alguien para matarlo, herirlo o hacerle daño”, según la Real Academia de la Lengua española (RAE). Y eso no es lo que sucedió en la serie de Copa Davis en Bélgica.
El belga celebró de manera eufórica y desmedida y no supo controlar su cuerpo. Su torpeza lesionó a su rival y le redujo fuera de la cancha aún más sus opciones de quedarse con el partido, luego de que Garin cediera su servicio para quedar 6-5 en desventaja en el tercer set, cuando la serie iba 2-1 a favor de Bélgica.
“Estaba en desventaja, no podía ver, mareado. Me tiritaba el ojo”, explicó Garin, en Radio Pauta, en su primera entrevista luego de la polémica.
Por cierto, ni Garin, ni el capitán chileno Nicolás Massú hablaron de ‘agresión’ en la conferencia de prensa posterior al partido. Tampoco Nicolás Jarry, quien estaba listo para salir a jugar el quinto punto en caso de que hubiese sido necesario.
Novak Djokovic no agredió a la jueza de línea en el US Open 2020 cuando le impactó en la garganta con un pelotazo, y con ello fue descalificado.
Tampoco Denis Shapovalov agredió cuando le dio de lleno en la cara al umpire Arnaud Gabas en la serie de Copa Davis entre Canadá y Gran Bretaña en 2017, tras haber querido enviar la pelota en frustración a quizás donde.
Mucho menos Miyu Kato en Roland Garros 2023, con esa bola a media velocidad que terminó en el estómago de una niña pasapelotas.
“Los jugadores no deberán, en ningún momento, abusar físicamente a ningún oficial, oponente, espectador u otra persona dentro del recinto del torneo. Para efectos de esta regla, se considera abuso físico cualquier contacto no autorizado con un oficial, oponente, espectador u otra persona”, apunta el reglamento.
El actuar de Bergs mereció descalificación y las reglas del tenis, un deporte sin contacto, lo expresan bien. Que el portugués Carlos Ramos, el juez general de la serie, se haya equivocado y le haya perdonado la vida a él y a Bélgica en Copa Davis, es otro asunto.
Pero Bergs no agredió a Garin, por más que en Chile se quiera creer otra cosa.
