Aunque hay una máxima en el mundo de la publicidad que dice “Que hablen de ti, aunque sea mal”, a Aryna Sabalenka seguro que le han pitado los oídos al escuchar la reflexión de Garbiñe Muguruza sobre la diferencia entre el tenis masculino y el femenino.
“Yo creo que incluso un júnior me gana estando yo en el número uno”, dijo la campeona de Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017 en una entrevista con El Partidazo de Cope.
La frase es un martillazo al orgullo de la bielorrusa. Sabalenka está en plena campaña para promocionar su partido ante Nick Kyrgios del 28 de diciembre en Dubái, bautizado por muchos como una nueva edición de la “Batalla de los Sexos”, y lleva días dando rienda suelta a la lengua.
“Le voy a ganar de paliza”, llegó a decir la número uno del tenis actual. Obviamente, incluso cualquier novato en campañas de marketing sabe que el asunto va de eso: de dar visibilidad a un partido que, hay que recordar, está organizado por Evolve, la agencia que representa tanto a Sabalenka como a Kyrgios. Conviene mirar siempre la letra pequeña de las exhibiciones.
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Dejando a un lado el fin último de la exhibición, es posible que Sabalenka crea realmente que puede ganar a Kyrgios en una pista de tenis. Es ambiciosa y posee un carácter y un fuego interno que la han empujado a cotas inalcanzables para la mayoría: además del número uno, la bielorrusa ha levantado cuatro títulos de Grand Slam y ha alcanzado otras tres finales en las tres últimas temporadas. Lo ha hecho con un tenis de pura potencia, sacudiendo a la pelota a una velocidad superior a la de muchos jugadores del circuito masculino.
Eso y la actualidad de Kyrgios -lleva sin jugar desde marzo y está en un estado de forma bastante alejado del que le llevó a rozar el top ten de la ATP- son las dos razones que empujan a Sabalenka a soñar con ganar en Dubái. Pero la realidad, a ojos de Muguruza, es bien distinta. La tenista española, que pasó por los micrófonos de Cope tras anunciarse que será la codirectora del Mutua Madrid Open junto a Feliciano López, ofreció una visión muy alejada de lo que promulga ahora Sabalenka.
“Mira que he tenido sparrings, y cada vez que tenía que jugar contra ellos un set de entrenamiento acababa súper enfadada. ¿Cómo puede ser que no le gane un set si es una persona que no se dedica profesionalmente al tenis, si es solo un sparring?”, se preguntó Muguruza, que ocupó el número uno del ranking WTA durante cuatro semanas en 2017.
“Es que es mucha la diferencia. Al final no es solo la potencia, es que físicamente… los músculos, la resistencia que puede tener un hombre a la hora de jugar un partido… Son muchas cosas. Yo tengo dos hermanos y nunca les he ganado”, añadió la tenista nacida en Caracas.
“Una persona que está en el puesto 1000 de la ATP o sin ranking puede ser muy superior a una mujer que es top ten. Aryna tiene un saque muy potente, tiene golpes muy potentes, pero si vas a larga distancia, tarde o temprano…”
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Sabalenka y Kyrgios están citados el 28 de diciembre en Dubái. El partido, por mucho que se promocione así, está lejos de ser una “Batalla de los Sexos” como la que jugaron Billie Jean King y Bobby Riggs en 1973, asegura Muguruza, argumentando que Sabalenka jugará en una pista más pequeña. Ambos tenistas Kyrgios solo dispondrán de un saque.
