LONDRES – Cuando la seguridad del All England Lawn Tennis Club le abrió las puertas de la Cancha Central a Nicolás Jarry y a Carlos Alcaraz, el chileno salió caminando hacia la derecha, mientras saludaba a la multitud. Nadie nace sabiendo cómo es el teatro más tradicional del mundo por dentro. Se ve por televisión, pero entrar ahí es otra cosa y puede desorientarte: las sillas del juez y de los jugadores están a la izquierda, en el lado opuesto.
Y Jarry se dio cuenta, cruzó al otro lado e intercambió risas con Alcaraz. Un momento de tensión fue reemplazado por el humor.
«Alcaraz es humano, sé que puedo hacerle daño», contaba a CLAY este viernes, entusiasmado con la idea de competir mano a mano con el número uno del mundo y sin creer en sus superpoderes, Jarry le exigió al español cuatro horas en la pista antes de que el español asegurara su pase a octavos con un 6-3, 6-7 (6), 6-3 y 7-5.
Con cualquier rival, no importa si es el mejor del ranking, Jarry sale a buscar los partidos. «Yo siempre soy agresivo, no cambio mi juego», decía a CLAY en la previa. Tras un set inicial donde Alcaraz dominó, el chileno tomó la delantera del segundo parcial con un break. Luego, necesitó del desempate para igualar el partido. La calidad del campeón del US Open 2022 y los errores del chileno en momentos claves, acabaron por inclinar la balanza al lado de Alcaraz en los siguientes dos sets.
«No conocemos mucho a Jarry, pero seguro escucharemos de él en el futuro», comentó al inicio del partido John McEnroe, lo que provocó la molestia de un ex top 35. John Millman tuiteó: «Hay 87 millones de personas que juegan al tenis. Jarry es el 28 del mundo. ¿Cómo un comentarista no va a conocerlo?».
«Nico es un gran jugador. Tuvimos un partido muy duro. Él merece estar entre los mejores. Yo estuve enfocado, él estuvo muy cerca, con un servicio muy sólido», dijo Alcaraz en la entrevista en pista.
Jarry aprovechó su momento. Hablaba con CLAY de esa «gran oportunidad de hacer un ‘upgrade'». Lo hizo en la Catedral del tenis. Peleó, llevó a uno de los favoritos al límite. Regaló sus raquetas a los niños al final del partido como una forma de agradecer un momento único.
Seguro, que ya no se perderá nunca más cuando ingrese en un estadio grande del tenis.
