Una prenda desorbitadamente cara. El short de Nicolás Jarry en la primera ronda del Abierto de Australia le costó 40 mil dólares. ¿Cómo? En sentido figurado, por supuesto, porque el pantalón fue un causante directo de una derrota inesperada en el debut del primer Grand Slam de la temporada, y le quitó la oportunidad de ganar el dinero por pasar a segunda ronda.
El chileno servía para mantenerse en el partido y forzar al súper tiebreak tras cuatro irregulares sets frente al qualy italiano de 21 años Flavio Cobolli. Ahí la gran traición de su pantalón: en medio del rally, cuando iba 30-0 y su rival había devuelto su primer servicio, la pelota que guardaba en su bolsillo izquierdo cayó a la pista e interrumpió el punto.
El short de Jarry, le juega una mala pasada
En el tenis eso está permitido, y si suceda, no aplica castigo. El reglamento indica que ante cualquier molestia involuntaria al rival, se debe repetir el punto. Pero a Jarry ya le había sucedido antes en el partido, y el juez de silla James Keothavong determinó quitarle el punto: «Let. Pierde el punto. Segunda vez que la pelota se le cae del bolsillo».
Tras eso, no guardó más pelotas en su pantalón, perdió la concentración y los siguientes tres puntos. Quiebre, set y partido. Destrozó su raqueta en señal de gran frustración.
«Ya sabía que tenía el warning, pero con tanto estrés, tan largo el partido, se me olvidó sólo ir a jugar con una pelota», dijo Jarry a Alejandro Klappenbach de ESPN, luego del 4-6, 6-3, 3-6, 6-2 y 5-7.
Tiene una conversación pendiente con Wilson, por cierto el único de sus auspiciadores que no lo dejó cuando fue suspendido por un doping involuntario. En 2024 empezó a vestirlo en vez de Asics, su anterior sponsor en vestimenta. Deberán reforzarle esos bolsillos.
