Buscar
Suscríbete
Suscríbete
Buscar

Jaume Munar pide reconocimiento para la “clase media” del tenis: “Nos esforzamos tanto o más que los que están arriba”

Jaume Munar
Jaume Munar / ATP TOUR
Share on:
Facebook
Twitter
LinkedIn
MADRID – En una era dominada por Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, y con la ATP dispuesta a recortar aún más los torneos menores, Jaume Munar alza la voz por la “clase media” del tenis.
“Nos esforzamos tanto o más que todos los que están arriba”, dijo a CLAY en una entrevista también publicada por RG Media.
El trabajo psicológico lo ha ayudado a controlar sus emociones, que tantas veces le han jugado una mala pasada en la pista. Se siente más maduro, y así lo transmite con un discurso profundo y sosegado: “Esa inestabilidad emocional que tenía muchas veces a lo largo de las temporadas se ha diluido”
Lee a Plutarco, le habría gustado ser neurocientífico si lo suyo no fuera la raqueta y es raro verle despierto más allá de las 22:00 horas. Son apenas unas pocas pinceladas para describir a un hombre que ha tenido que postergar su luna de miel. Se casó el 8 de noviembre en su isla natal y ahora mismo debería estar en una playa paradisíaca. Pero está en Bolonia, a punto de debutar en sus primeras Finales de la Copa Davis. Desde Italia, Munar atiende a CLAY por videollamada.
En 2025 el tenista firmó la mejor temporada de su carrera. Está nº36 del ranking ATP, su mejor posición histórica, y sigue en la búsqueda de su primer título en el circuito: “Lo que he hecho este año es un éxito, pero no es el éxito que yo busco”.
Entrevista a Jaume Munar

– ¿Cómo está?  ¿Nota algunos nervios diferentes?

– Estoy muy feliz. Formar parte del equipo siempre es una experiencia inolvidable. Este año he podido estar en todas las eliminatorias y lo he podido disfrutar un montón. Cada día con el equipo español es un sueño. Falta que llegue Carlos (Alcaraz) y ya estaremos todos. Le apoyaremos en cuanto venga y a ver si no es nada grave lo del muslo. A ver qué ocurre aquí en Bolonia.
– ¿Qué es la Copa Davis para Jaume Munar?
– Pues significa todo. Probablemente es la competición que más he visto en mi crecimiento desde pequeñito como tenista. He tenido la suerte después de compartir muchísimos momentos en el circuito con gente que ha tenido muchísimo éxito en esta competición. La he vivido muy de cerca en años anteriores, como sparring, como un año que estuve en el equipo (2017), pero todavía era un jugador con menos experiencia. Y para mí, desde hace muchísimos años, era un objetivo estar en la selección. El simple hecho de estar aquí me da una ilusión inexplicable. Sueño con lo que venga.
Jaume Munar
Jaume Munar representando a España en Copa Davis / EFE
– Ganarla sería lógicamente el broche de oro a su mejor temporada. ¿Qué ha pasado este año?
Sí, sin ninguna duda. Ha sido un año excepcional por mi parte, más que por números, por victorias, creo que he crecido mucho tenísticamente. Creo que he mejorado en prácticamente cada faceta del juego y soy mejor jugador que lo que era. El salto ha sido un poco radical, pero la verdad es que venía con muchísimos años de trabajo para llegar hasta aquí. Y la Davis sí que es un premio a una temporada fantástica, un premio no solo para mí, sino para toda la gente que trabaja conmigo, que también les hacía mucha ilusión que yo estuviera aquí. Quiero empezar y disfrutar al máximo.
– ¿Por qué ese salto se ha dado este año y no antes? 
Lo primero, madurez. Tengo 28 años y sin duda eso pesa. Y después, yo creo que es la continuación del trabajo que he hecho durante todos estos años. No quiero hablar tampoco de transiciones o de momentos críticos en mi carrera, pero forjar el jugador que soy hoy ha sido trabajo de muchos años, muchísimo más allá del profesionalismo, con la combinación de todo el mundo que me ha ayudado en este proceso, con la combinación de todos los entrenadores que me han enseñado y seguramente con pequeños cambios que introduje, sobre todo en el 2023 y a finales del 2024, que han complementado ese jugador que soy a día de hoy.
– Recuerdo una entrevista en El País en agosto en la que decía “la mediocridad ya no me complacía”. ¿Cómo ha sido ese proceso? ¿Antes le complacía? 
No, supongo que al final hay que ponerlo todo en contexto y yo soy muy realista con mi situación. Soy un chico de Santanyí, de un pueblo de 5.000 habitantes, que veía por la tele a todos estos fenómenos, que soñaba con un día estar entre los cien primeros. Lo que pasa es que tú vas dando pasos, tenística y personalmente, que te van llevando a una posición de privilegio. Para mí estar entre los cien primeros era una posición de privilegio absoluta. Dentro de eso, creo que estaba relativamente consolidado, ya llevaba cinco o seis años, y llega un punto donde tú dices ‘Quiero un poco más’. En el sentido de que la mediocridad no me complace, significa que llevo muchos años estando en el mismo lugar, creo que ya he consolidado eso y ahora prefiero entrar a jugar pensando que puedo ser un poco mejor, aunque eso me cueste poder irme un poco para atrás. No es que me complaciera o no, pero estaba en una posición acomodada, donde ganaba dinero, había cumplido mis sueños y tenía un poco que reciclarme mentalmente para enfocarme en otras cosas. Creo que lo he hecho y con la madurez de la edad y el tenis que estoy jugando, todo ha llegado a su cauce.
– ¿Se ha obligado a usted mismo a salir de alguna zona de confort para poder dar ese salto?
– Obviamente, a cada persona le cuesta dar unos pasos y a otros les cuesta dar otros. A mí, personalmente, salir de la academia de Rafa fue un paso, porque en ese momento cuando me entrenaba Tomeu (Salvà) yo estaba, en el buen sentido de la palabra, cómodo con lo que estaba haciendo en la academia. Creo que ya era un éxito estar en el ranking que estaba, pero yo necesitaba tener la sensación de romper con eso, de buscar nuevas fronteras y de buscar una nueva dirección, por así decirlo. En eso creo que me ha ayudado muchísimo tanto Javi, que es uno de mis mejores amigos aparte de entrenador.
– Usted siempre se puso mucha presión…
– Después, mentalmente, apuntar a más, aceptar mucho más el error, que eso para mí era lo más complicado. Yo soy una persona con mucha autocrítica y demasiado duro conmigo mismo a veces, y eso sí que fue un paso que me costó muchísimos años entender por qué era tan duro, por qué me sometía yo mismo a tanta presión. Porque la verdad que desde fuera nunca había tenido tanta presión, nunca la había sentido, era más personal que nada. Y un poco eso, no creo que fueran cosas en especial, simplemente era reciclar mi propia mentalidad y conseguir ponerme nuevos objetivos y nuevos límites a mi tenis.
– Y ahora que se ha demostrado a usted mismo que ha podido dar ese paso, que tenía algo más dentro, ¿le da calma para el futuro o se obliga a seguir creciendo?
– A ver, yo desde la humildad y que se me entienda, para mí lo que he hecho este año es un éxito, pero no es el éxito que yo busco. Lo que he hecho este año ha sido abrir una nueva puerta, un nuevo mundo, pero queda mucho camino por recorrer. Creo firmemente que puedo ser jugador de tenis y a la vez soy muy consciente de que con lo duro que está el circuito y lo competitiva que es la gente, pues también me puedo ir para atrás. Pero como te digo, creo que el camino que he abierto tiene aún mucho recorrido para adelante, no de ranking o de números, sino simplemente de mejoras tenísticas que puedo hacer. Incluso creo que dentro de este año que ha sido muy bueno, el final de año ha sido aún mejor que el inicio y creo que la línea puede seguir siendo ascendente. Veremos dónde me pone el futuro, pero ni mucho menos me conformo con la posición en la que estoy hoy.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Jaume Munar Clar (@munarclar)

– Hablando de la mentalidad, usted es un jugador con mucho carácter en la pista, ¿Cómo maneja ese balance entre mantener el fuego y a la vez sentir la calma? ¿Qué mecanismos o herramientas usa?
– Hay dos personas que me han ayudado muchísimo en este proceso, sobre todo en los últimos años. Una es Lorena Cos, mi psicóloga, que ella me da un poquito más de la parte profesional las herramientas que necesito en pista, ya sea desde rutinas, respiraciones, trabajo un poco más de pico y pala. Y después también, aunque cueste un poco de creer o parece que le tire rosas, a mí me ha ayudado mucho personalmente mi mujer. Ella es una persona totalmente contraria a mí, es súper calmada, muy positiva y tenerla al lado me ha hecho confiar muchísimo en mí. Ella iba a ser gimnasta y su sueño era ser olímpica, pero se le truncó por dos lesiones de rodilla y siempre ha visto mi carrera desde una perspectiva del privilegio absoluto y de la suerte que tenía de estar ahí, cuando yo muchas veces me metía en agujeros negros de los que me costaba salir. Y un poco, como te digo, la parte profesional con la chica que me ayuda y en la parte personal con mi mujer, pues se ha equilibrado un poco mi carácter. Es verdad que soy como soy, lo acepto, pero toda esa inestabilidad emocional que tenía muchas veces a lo largo de las temporadas se ha diluido. Al final, quieras o no, eso es mejor trabajo durante el año y mejor trabajo durante el año es mejores resultados.
– En 2025, su mejor temporada, registra 30 victorias y 25 derrotas. Quizás haya futbolistas que no estén ni entre los mejores 500 del mundo que necesiten tres años para perder 25 partidos. ¿Es injusto el tenis en ese sentido, en esa convivencia continua con la derrota?
– Pues es parte del camino. Yo desde hace años me lo tomo así. Intento ver todo lo que gano y no lo que pierdo. Lo que pasa es que las 25 derrotas son normales, es lo habitual. Lo que tienes que ver es con cuántas victorias complementas eso. Con lo cual la derrota es parte del proceso. A mí, sinceramente, antes me afectaba mucho y a día de hoy puedo decir que me afecta muy poco. Obviamente, algunas duelen un poco más, algunas un poco menos. A mí, personalmente, la de Roland Garros de este año me dolió muchísimo y la de la Davis también me dolió. Pero a la vez te digo que esas dos fueron probablemente las dos que más me empujaron a trabajar para sobreponerme a todo eso. Creo que nosotros estamos acostumbrados, desde que juegas profesional, a perder casi todas las semanas que juegas. Con lo cual te lo tienes que tomar así porque si no es un sinvivir.
– Le he escuchado que se duerme a las 22:00 todos los días. ¿Es algo de siempre o forma parte de una nueva rutina?
– Yo soy bastante diurno. Me gusta levantarme muy temprano a hacer mis cosas. Y me gustan mucho las mañanas. Y no es nada en específico. Soy muy social y si tengo que salir a cenar o tengo planes con amigos, familia, no me supone un esfuerzo. Ni me corto de acostarme a la una si me tengo que acostar un día. Pero la verdad, me gusta esa rutina. Me siento bien físicamente. Creo que es lo más sano para la vida que llevo y descanso bien. Pero no es nada ni impuesto ni controlado. Simplemente que después de un día de trabajo, a las 22:30 estoy para tirar a la basura.
– ¿Le molesta cuando le ponen en algún torneo en sesión nocturna?
– En los torneos de noche me tengo que adaptar. Tengo que intentar adaptarme en los días previos. Siempre recuerdo Río de Janeiro, por ejemplo, que se juega muy tarde. Al final me lo tomo como un jet lag y tienes que adaptarte. El tema es cuando hay cambios. Cuando hay cambios sí que es más difícil. Cuando vas un día de noche, otro de día… Eso sí que es más complicado.
– ¿Está leyendo algún libro ahora? 
– Sí, ‘Cómo escuchar’, de Plutarco.
– ¿Y qué tal? ¿Qué le está enseñando?
– Pues es largo, eh (risas). Lo empecé a leer y estoy por terminarlo. Me está enseñando básicamente que desde la calma y desde la tranquilidad todo se entiende mejor.

– La ‘clase media’ del tenis está ganando protagonismo. Se ve con todas las reclamaciones del sindicato de Djokovic y ahora también con todas estas cuentas de X que los apoyan. Le pasa a Alejandro Davidovich, a Roberto Carballés… ¿Qué significa para usted?
– No es que esté muy pendiente ni esté todo el día encima de ello, pero a mí me agrada. Creo que es de valorar que haya gente, que estoy seguro que hay mucha más, aparte de las cuentas de Twitter, que valore el trabajo que hacemos. Al final creo que nos esforzamos tanto o más que todos los que están arriba. Y tener ese sentimiento de quedar realizado y que la gente te lo reconozca, pues siempre es muy agradable. Yo he tenido muy poco ego y a mí me hace muy feliz que la gente que tengo cerca me arrope, pero la verdad, ver que gente de fuera disfruta con lo que haces, entiende lo que haces y valora lo que haces, pues tiene muchísimo valor. Y yo por eso siempre he dicho en el cachondeo, en la broma, que esas cuentas hacen bien al final. Siempre que sea todo desde el respeto, desde la ironía demás, hacen bien al tenis y creo que nos hacen bien a todos.
– ¿Qué le define más, ‘Berridos de Munar’ o ‘Mágico Munar’?
– Ambos, creo que es una dicotomía. Yo siempre lo digo y lo digo de broma, pero es una realidad. Yo era un volcán, hoy soy más tranquilo, pero todo forma parte de lo que soy, así que me quedo con todo eso porque es lo que soy.
–  ¿Y tiene algo de magia?
– Yo poca, soy un chico normal, como te he dicho. Lo más sencillo que hay en la Tierra.
Nadal Munar
Jaume Munar jugando dobles con Rafael Nadal
– Nadal para usted ha sido siempre una persona muy cercana. Son ambos mallorquines, le arropó desde pequeño y entrenó en su academia. ¿Cómo cree que está llevando su retirada? ¿Lo ve tranquilo con la familia, los negocios, el golf…?
– Yo sí tengo relación con él y estoy seguro que, como todo el mundo que cambia una etapa y empieza otra, habrá tenido sus tiempos de dudas, de estar mal, simplemente de encontrar su nuevo lugar y de empezar un poco esta nueva vida. Porque al final nosotros los tenistas tenemos una vida que es una rutina constante: es entrenar, dormir, viajar, sponsors, bla, bla, bla, y volver a empezar. Y creo que se ha tenido que adaptar a eso, pero creo que está muy bien. Me consta que él es feliz, tiene muchísimas cosas que hacer, por suerte, y es una persona súper simple a la que le encantan las cosas del día a día y estoy convencido que disfruta de ello. Su familia siempre ha estado por encima de todo y lo sigue estando y estoy seguro que con las bases esas tan sólidas que tiene en su vida personal, pues todo lo demás es un complemento.
– Para usted que es muy fan del Barcelona, ¿se lo imagina de presidente de Real Madrid, por ejemplo?
– Yo estoy seguro que hará cosas. No sé si presidente del Madrid, no sé si un día será capitán de Copa Davis, no sé qué hará, pero lo veo siempre unido al deporte, eso seguro, porque es su pasión por encima de cualquier otra cosa.
– No sé si vio hace un año su homenaje en la Davis… ¿qué le pareció?
– Yo no estuve. Si te digo la verdad, sé que se habló mucho, pero es que ni lo vi. A mí el que me emocionó muchísimo, siempre lo he dicho, fue el de Roland Garros. Estuvo absolutamente a la altura de quién es Rafa y lo que representa él como tenista y como persona.
Si les gustó esta entrevista con Jaume Munar, pueden leer muchas más conversaciones con las grandes estrellas del circuito en este enlace a nuestro sitio.
+Clay  ¿Entiende Nadal el significado de la palabra "no"?

[ CLAY se lee de forma gratuita. Pero si puedes, por favor haznos un aporte aquí para poder seguir contándote las grandes #HistoriasDeTenis por el mundo. Es muy fácil y rápido. ¡Gracias! ]​

Etiquetas:

Leave A Comment

Las mejores historias en tu inbox

© 2024 Copyrights by Clay Tennis. All Rights Reserved.