Roger Federer ocultaba las muletas cuando posaba para las fotos. Su rodilla estaba en muy mal estado y en 2021 lo tenía al borde del retiro, pero el mundo no tenía que saber que tenía dificultades para caminar. Muy distinto a Rafael Nadal.
“No quería que mis rivales, el mundo o la prensa supieran cada paso de mis lesiones. En cambio, Rafa era súper honesto con sus problemas, y yo pensaba: ¿por qué está diciendo todo eso?”, reveló en el podcast Served de Andy Roddick y Jon Wertheim.
Y en efecto, es difícil encontrar fotos de Federer con muletas. Nadal, en cambio, ha compartido él mismo imágenes en redes sociales posando con ellas, junto a información sobre sus lesiones. Estilos opuestos.
“Yo casi no podía levantarme de la silla por mi espalda, pero todos pensaban que estaba perfecto. Así que no sé qué es mejor o peor.”
Detrás de una carrera tan exitosa, con 20 títulos de Grand Slam y 310 semanas como número uno del mundo, hubo decisiones cuidadosamente tomadas. Para Federer, cada detalle contaba. No quería dar ni la más mínima ventaja.
“Definitivamente fue difícil en los últimos años, sobre todo manejarlo con la prensa, porque yo sabía que estaba al 80% en ciertos momentos y me evaluaban como si estuviera al 100%. Yo lo sabía, y era duro para mi equipo, porque todos trataban de callar lo mal que estaban las cosas en realidad.”
Según contó en San Francisco, sede de la Laver Cup 2025, el objetivo de tanto secretismo era claro: “Lo hacía para protegerme, para que mis rivales no supieran ‘ok, rodilla mala, rodilla muy mala, hazlo correr’”.
“Siempre fui famoso por nunca lesionarme”, dijo Federer, quien en 1.526 partidos jugados nunca se retiró.
“Es mi estadística favorita en el tenis”, comentó Andy Roddick, anfitrión del podcast donde Federer fue invitado, grabado durante el torneo del que el suizo es copropietario, cuyo formato enfrenta a un equipo de Europa contra un combinado del resto del mundo.
“Una vez en la cancha, lo enfrentaba y lo terminaba, incluso en muchos partidos en los que no me sentía perfecto: tuve problemas de espalda, de mano, de pie. Pero nunca nada como lo de la rodilla.”
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Fue su rodilla derecha la que finalmente le puso punto final a su carrera. En 2022, tras varios intentos de regreso, eligió la Laver Cup para jugar por última vez. Allí estuvo rodeado de sus grandes colegas y rivales, y con Nadal tomándole la mano, lloró en la despedida.
“Mi rodilla estaba cada vez peor, y me di cuenta de que ya no podría volver. Así que me tomé un verano libre y después tuve que aceptar que era hora de salir del deporte. La pregunta era dónde iba a ser. Pensé en el US Open, en Basilea o en la Laver Cup en Londres.”
“De alguna forma, algo resonó en mí: no quería estar solo en la cancha cuando me retirara. Y el aspecto de equipo… siento que siempre fui un jugador de equipo en el corazón.”
Después del tenis profesional, Federer ha dedicado gran parte de su tiempo a los negocios. Uno de ellos es la Laver Cup, que maneja junto a su amigo, socio y representante, el estadounidense Tony Godsick.
