NUEVA YORK – Con un ambiente inusual para un partido de tenis, la final del US Open entre Jannik Sinner y Carlos Alcaraz arrancó 48 minutos tarde, con la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El italiano y el español luchan por el trofeo de singles masculino, que fue al lado de Trump, en la suite de Rolex, justo en frente del juez de silla.
Durante el himno estadounidense cantado en la ceremonia previa por una miembro del ejército norteamericano las cámaras enfocaron a Trump, quien estaba cantando el himno y haciendo el saludo militar.
El abucheo se sintió fuerte en el estadio, y la transmisión pronto quitó la imagen de Trump en las pantallas. Hubo también aplausos, aunque en menor número.
Al inicio del partido, las tribunas del estadio estaban ocupadas en solo un 60% de su capacidad, debido al lento ingreso producto de las medidas de seguridad implementadas por el Servicio Secreto.
Ingresar al complejo fue dentro de todo, expedito. Lo que realmente demoró, fue la entrada al estadio principal.
“Esperé más de 40 minutos. Están haciendo una revisión muy detallada”, dijo a CLAY un fanático.
Hasta un teléfono móvil sin batería, es motivo de sospecha y análisis.
La USTA oficialmente atrasó el inicio del encuentro para los 14:30, media hora más tarde. Jannik Sinner ganó el sorteo, acompañado por Marat Safin (quien celebra 25 años de su título en Flushing Meadows), y sirvió la primera pelota a las 14.48.
Hasta el final del primer set, la entrada al estadio seguía colapsada.